Crítica: Últimos poemas de amor

Título: Últimos poemas de amor

Autora: Elsa López

Editorial: Hiperión

Elsa López (y esto es un hecho objetivo) es una de las mejores poetas nacionales que tenemos.

Yo siempre lo he sabido, pero, cuanto más la leo, más sé que estoy en lo cierto.

Estos “Últimos poemas de amor”, su último poemario, es también mi última lectura suya después de haberla leído casi por completo, y, una vez más, se me queda enganchado.

Me llegó, además, en el momento perfecto, cuando yo estaba escribiendo (creo que por primera vez) poesía de amor, así que, como os imaginaréis, ha sido una muy buena fuente de inspiración.

Es, además, una manera diferente de escribir poesía de amor, porque, aunque nace en los labios de la poeta, la voz es la del amado, intercambiando los papeles para ser la propia Elsa quien lee unos versos sobre el amor que por ella sienten, un amor que, si bien ha escrito con sus dedos, se dirige a sí misma al mismo tiempo que lo dirige hacia su compañero.

Puede resultar complicado de entender (de hecho, releyendo el párrafo anterior, me ha quedado como un trabalenguas, pero no pienso cambiarlo), pero creedme si os digo que leer estos poemas en esa forma en la que Elsa los ha escrito es una auténtica delicia.

Yo, un desenamorado crónico, un poeta más bien de lo trágico que de lo ceremonioso, he sentido con esta lectura que no todo está perdido, que existe amor en el mundo y en la poesía contemporánea de calidad, que quizá, algún día, yo mismo publique un poemario de amor. Y, si esto ocurre, será en parte (junto a otros y otras “culpables”) gracias a Elsa López, a su poesía y a su amor.

Es una reseña breve, sí, pero poco más se puede decir de una poeta de tanta altura.

Tan solo pediros que la leáis, que hagáis por saber cómo es, porque (y esto es también un hecho objetivo e irrefutable) es una persona excepcional.

Lo que más me ha gustado: pues, sí, a pesar de que cada vez creo menos en el amor, me ha gustado mucho saber que hay una pequeña llama que siempre se mantiene viva.

Lo que menos me ha gustado: no poder recibirlo directamente de manos de Elsa, con su abrazo.

“No hubo un tiempo mejor y lo sabíamos”.

Elsa López

Crítica: Raíz dulce

Título: Raíz Dulce

Autora: Juan F. Rivero

Editorial: Candaya

Juan F. Rivero es uno de esos poetas a los que no se le puede perder la pista.

Lo conocí con su “Las hogueras azules” y la originalidad de la propuesta ya fue entonces un punto muy a favor para interesarme por su poesía.

Esa originalidad sigue estando muy presente en esta, su última propuesta, “Raíz dulce”.

Si tuviera que hablar del libro, y siendo sincero, me costaría un poco, porque no es un poemario, no es un libro de poesía en prosa, no es prosa poética, no es narración, no es un libro de reflexiones, no es un diario… y, sin embargo, es un poco de todas esas cosas, una mezcla de distintos tipos de texto que sí tienen algo en común: un lenguaje poético irrenunciable para Juan.

El origen también es algo muy a tener en cuenta. Hay veces en las que pensamos y repensamos sobre qué escribir, qué terreno ocupar con la poesía, cuál va a ser esa cuerda en la que vayamos tendiendo los poemas hasta que todo quede al aire. Juan F. Rivero ha encontrado en la muerte de una amiga el camino en el que ir posando sus pasos, el terreno donde sembrar todo lo que tenía que decir.

Y lo ha hecho desde la memoria, desde el dolor, desde la añoranza… desde el amor. Porque, si hay un sentimiento que puede respirarse al leer este libro es precisamente ese, el del amor, un amor multiplicado, quizá, por ese recuerdo de una época cada vez más lejana a la que casi todos volvemos de vez en cuando para abrazarnos a sus momentos felices.

Un libro diferente, con mucha fuerza, con un trabajo minucioso en la búsqueda del lenguaje –y el formato– apropiado, un “rivero” en toda su esencia, un regalo.

Lo que más me ha gustado: los textos que sí son poemas, por razones obvias. 

Lo que menos me ha gustado: diría, quizá, que la parte de la conversación, pues me ha faltado, ahí, algo más de literatura.

La tristeza está aquí, ya tiene cuerpo, y las palabras merecen alimentar otras cosas”.

Juan F. Rivero

El discurso del odio: homofobia

Con la reciente noticia del eurodiputado húngaro de extrema derecha József Szájer en una orgía con otros hombres en Bruselas. Sin poder dejar de poner el acento en que su partido es abiertamente homófobo y que ha propuesto una enmienda en la Constitución para exigir que las adopciones de niños sean solo por parte de familias heterosexuales porque lo contrario «pone en peligro el sano desarrollo de los niños». Con partidos de ultraderecha que atentan contra derechos fundamentales y contra la propia naturaleza, en este caso, aflorando en países tan supuestamente progresistas como el nuestro. Con noticias muy recientes de palizas a parejas homosexuales en distintas ciudades españolas… Con todo eso, y con lo que tengo que dejarme en el tintero, quiero hacer una reflexión sobre ese discurso de odio contra los homosexuales que, aun estando en pleno siglo XXI, sigue existiendo.

Lo hago después de encontrar entre mis alumnos (de seis años) una naturalidad espectacular frente a la homosexualidad. Como se diría en Twitter: abro hilo.

Resulta que en el periodo semanal dedicado al «taller socioemocional«, esta semana decidí trabajar el amor, en su más amplio significado. Para ello, seleccioné varios cortos animados. En ellos se habla del amor a primera vista, del amor compartido, de amores que empiezan, de amores que acaban… Y, entre ellos, había uno de amor entre dos chicos.

Antes de comentar qué ocurrió, estaría muy bien que lo vierais (es precioso). Os dejo el enlace:

¿Ya lo habéis visto? Momento, entonces, para comentaros qué opinaron al respecto.

Después de ver todos los cortos, les pedí que los comentaran uno a uno. Cuando llegó el momento de comentar este, les pregunté si eso podía ocurrir en la vida real, y recibí un sonoro «¡nooooo!». Tengo que reconoceros que me asusté un poco, pero, como casi siempre, los niños (insisto, de seis años) me dieron una nueva lección. Les pregunté por qué pensaban que no podía ocurrir y, al preguntar a una de mis peques, me respondió: «hombre, Jorge, ¡los corazones no pueden salirse del cuerpo!». Insistí en lo que quería saber y pregunté si dos chicos o dos chicas podían enamorarse y ser novios o novias. TODOS y TODAS gritaron que sí.

Casi me los como, qué os voy a decir.

A lo que voy es, pensando en las palabras con las que inicio esta entrada, a la incomprensión de cómo puede haber sectores (más amplios de lo que pensamos) de la sociedad que siguen pensando que la homosexualidad es algo (por decirlo de una forma suave) peligroso cuando los niños (¡seis años!) tienen clarísimo que es algo sobre lo que ni siquiera hay una mínima duda. Si los niños, tan pequeños, saben perfectamente que dos chicos pueden quererse, del mismo modo que pueden hacerlo dos chicas, ¿en qué momento cabe ese discurso homófobo que sigue existiendo? ¿En qué momento a alguien le «cambia el chip» para pensar que ser homosexual está mal, hay que perseguirlo, agredir a homosexuales, intentar legislar contra sus derechos, que son, ni más ni menos, que los mismos que tienen los heterosexuales?

Me temo que todo cambia en el momento en que hay homofobia incrustada en la política y en los políticos (aunque luego intenten huir de orgías homosexuales bajando por cañerías), en los medios, en chascarrillos, «bromas», chistes, conversaciones de bar, en «cuñadismos».

Que no cuenten conmigo.

Desde mi posición de maestro, seguiré educando desde el respeto, la igualdad y la aceptación de «lo diferente» (entendido como lo menos habitual, sin que sea peyorativo). Porque mi moral me obliga a hacerlo y porque, como maestro, estoy obligado a hacerlo, tal y como ya expliqué en la entrada que escribí sobre el pin parental:

El pin parental

Y, para acabar, lo único que puedo deciros es que, como me ocurre casi a diario, los niños y niñas me demuestran que tienen más verdad en sus corazoncitos que muchos adultos. Eso, y que nunca me cansaré de aprender de ellos, porque, también, a pesar de su corta edad, son mis maestros.

El amor y los arcos evolutivos

Hola a todxs. La entrada de hoy es una reflexión sobre algo que llevo un tiempo rumiando y que me apetece comentar por aquí.

Sabéis que no soy lector habitual de literatura romántica-juvenil y que lo poquito que he leído me ha reafirmado en mis hábitos, pues no me terminan de gustar. Será cuestión de gustos. He leído algunos libros de ese género muy bien escritos, pero muy vagos en lo que a mí más me preocupa en un libro: el contenido.

Esta idea ha ido creciendo en mi cabeza tras buscar reseñas sobre esos libros que he leído y encontrar bastantes comentarios del tipo “el arco evolutivo de los protagonistas es espectacular” o «la profundidad psicológica de los personajes es brutal». Aquí es donde mi alarma lectora se activa y me pregunto: “¿habré leído yo una historia distinta?”

Me explico. En esas historias (y, por lo que he investigado, en otras muchas del género), el arco evolutivo se resume en: chica algo insegura conoce a chico algo macarra. Chica se enamora de chico. Chico se lo hace pasar mal en algunos momentos. Chica se crece y pierde un poco de esa inseguridad. Chico se suaviza y se enamora de la chica. Fin. No hay más. Un amor «imposible» que se hace posible. ¿Esto es una evolución de los personajes tan espectacular como para resaltarla? Estos romances, perdonadme la expresión, están más vistos que el tebeo. La película de Grease, sin ir más lejos. “A tres metros sobre el cielo”, si queréis una copia italiana (copia bastante mala, todo sea dicho). La historia de Quimi y Valle en Compañeros, por hablar de una serie. O cásicos como “Romeo y Julieta”o “La Celestina”, si me apuráis, ya dejaron escritos amores parecidos, salvando las distancias. Incluso “El patito feo”, sin amores manidos hasta la extenuación por medio, tiene ese mismo arco evolutivo “tan espectacular”. Hay miles y miles y miles de historias en libros y en el cine que hablan de una historia de amor de ese tipo. Queridxs lectorxs, eso no es un arco evolutivo, ni espectacular ni no espectacular. Eso está ya un poquito desgastado y a mí, sinceramente, me sorprende que se siga usando con éxito y recibiendo halagos. Se habla mucho de los clichés en la literatura fantástica (el elegido, el maestro, la orfandad de los protagonistas…), ¿peor qué pasa con los clichés en la romántica? ¿Qué pasa con el supercliché que supone ese tipo de romances? Son cien por cien previsibles, precisamente por todo lo que se usan, no aportan nada nuevo a la historia, son poco creíbles, aburren… Al menos, eso es lo que me pasa a mí cuando leo un libro con un amor así.

Un arco evolutivo espectacular es, por poner un ejemplo, el de Ana Ozores en “La Regenta”. O el de Snape en la saga “Harry Potter”. Para mí, llamadme iluso, que un personaje tenga un arco evolutivo bueno es hacerme dudar de cómo va a actuar; mantenerme en tensión; hacerme pensar que, en momentos, va a actuar de una forma y me sorprenda con lo contrario. Encontrar una historia de amor como tantas lo único que me lleva a pensar es en que sé cómo va a acabar nada más empezar.

No voy a incluir ejemplos por no herir sensibilidades, pero seguro que todxs habéis leído más de un libro con un romance tan simple como repetido.

¿Qué pensáis al respecto?

Un abrazo para todxs.

“Repetido y, a la larga, lo más dulce, amarga”.

Dicho popular

Un poco de poesía

Estas últimas noches me ha dado por escribir algunos versos antes de dormirme y ha salido algún poema que, incluso, he pasado al ordenador para guardarlo. Normalmente los escribo en el móvil porque me es más cómodo y, sí, hay muchos poemas (la mayoría) que no me convencen y desecho.

Como, de momento, solo escribo poesía por gusto, porque me viene y por poder compartirlo con mis personitas, os dejo por aquí el último poema que he escrito. Se agradecen comentarios (positivos o negativos) ya que es la única forma que tengo de aprender (y sabéis que me encanta aprender).

¡Un abrazo!

captura de pantalla 2019-01-20 a las 10.55.16

 

 

Agradecimientos/ Appreciation

Más palabras habrían sobrado…

6c71757809c57b6cd481158c4e56b962

«El tiempo nada cura, solo engaña,
procura esconder duelos con rutinas
y pasan días nueve uno tras otro
y junios que del todo borraría».

Jorge Pozo Soriano

 

More words would’ve been more than enough…

6c71757809c57b6cd481158c4e56b962

«Time is not a doctor, it only tricks you,
it tries to hide the sorrow with routines
and days nine keep going away
and also unes that I’d remove for good”.
Jorge Pozo Soriano

 

 

Noticias importantes/ Important news

Hago un breve paréntesis en medio de la serie de entradas sobre el proceso desde que se tiene la idea hasta que se publica el libro para contaros una noticia muy importante.

Mañana, lunes, empiezo a trabajar en un colegio nuevo. Intenté de todas las formas posibles recibir un salario justo (sí, justo, porque cobrar 300€ menos que el resto de tus compañeros no lo es), tener un contrato por lo concertado y no por lo privado, pero no ha habido manera.

No quiero entrar en detalles negativos ni hablar de ciertas personas que ni merecen la pena ser nombradas. Simplemente quiero tener palabras de agradecimiento a la inmensa mayoría de mis compañeros, geniales profesores y mejores personas aún; a mis niños, que son los niños más bonitos del mundo y que me han dado tanto cariño en este mes y pico que me han desbordado, ¡siempre os recordaré!; y a los papás y mamás, que me han dejado sin palabras con sus palabras hacia mí y mi trabajo y me consolaron el viernes cuando no pude retener más las lágrimas y me rompí delante de ellos.

a39604bb8889affd867a0624477859b7

Gracias a todos por el cariño, el apoyo, los ánimos, la comprensión, los besos, los abrazos, los dibujos, los regalos… Gracias, gracias y mil gracias. A todos os llevaré ya siempre en el corazón.

“Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma”.

Julio Cortázar

 

This is a small break in the middle of the series of posts about the process from the idea until the book is published to tell you something very important.

Tomorrow, Monday, I start working in a new school. I tried and tried to receive a fair salary (yes, fair, because earning 300€ less tan the rest of my colleagues is not fair at all), but I have not had any choice to have it.

I don’t want to get into the negative aspects and I am not going to talk about some people who don’t deserve to be even mentioned. I just want to have thankful words to the most of my colleagues, brilliant teachers and amazing people; my children, the most beautiful children in the world, and all the love they have given me in just a month and a few days, I always remember you!; and the parents, you have left me speechless with your kind words to me and my way of teaching and thanks for consoling me last Friday when I couldn’t control my tears.

a39604bb8889affd867a0624477859b7

Thank you all for the love, the support, the encouraging words, the comprehension, the kisses, the hugs, the drawings, the presents… Thanks, thanks and a million thanks. You will be in my heart forever.

“Words never reached when there is to say the soul overflows”.

Julio Cortázar

Hoy la entrada va dedicada a ti/ Today the post is dedicated to you

Hoy la entrada va dedicada a ti. A ti, porque eras la primera en leerla y en escribir uno o varios comentarios (lo que los echo de menos…). Del mismo modo, eras la primera en leer todo lo que escribía y, con tu completa subjetividad, me decías que te encantaba, que no paraba de superarme, que te quedabas impresionada… (cuánto lo echo de menos también).

Hoy la entrada va dedicada a ti porque hoy hace un año que te echo de menos con un dolor que hasta ahora no había experimentado y que, lejos de remitir con el paso del tiempo, se hace cada día mayor. Supongo que es el precio que se paga por haber sido una persona tan maravillosamente perfecta, un precio altísimo por haber tenido la inmensa suerte de que estuvieras siempre a nuestro lado y el tremendo infortunio de haberte perdido tan pronto.

Hoy la entrada va dedicada a ti, mamá, porque, aunque no hay día en que no te tenga en la cabeza a todas horas, hoy vas a estar todavía más presente.

Te querré siempre y echaré de menos todo lo tuyo, todo lo nuestro, por mucho tiempo que pase…

“Madre: la palabra más bella en labios de la humanidad”.

Kahlil Gibran

 

Today the post is dedicated to you. To you, because you were the first one who read them and write one or more comments (I miss them so much…). In the same way, you were the first one who read everything I wrote and, with your complete subjectivity, told me that you loved it, that I surpassed myself on and on, that you stayed impressed… (I miss it so much too).

Today the post is dedicated to you because today it’s been a year missing you with a pain I had never experimented until that now and that, far from remitting with the passing of the time, it becomes bigger and bigger. I guess is the price we have to pay as you have been a wonderfully perfect person, a very high price for being lucky with having you by our side and the tremendous misfortune of losing you so stupidly soon.

Today the post is dedicated to you, mum, because, although there isn’t any day without you on my mind hour after hour, today you are going to be on it even more time.

I will always love you and I will always miss all of you, all of us, no matter how much time is goes by…

“Mother: the most beautiful word on the lips of mankind”.

Kahil Gibran

Lo mejor de ser profe: el cariño recibido/ The best of being a teacher: the love received

 

Como os prometí, os hablo de, para mí, lo mejor que tiene ser profe de primaria. No tengo ninguna duda acerca de esta afirmación. No hay nada que me alegre más en mi trabajo que esos gestos de cariño en forma de abrazos, besos, dibujos, cartas o como una simple (para nada simple) sonrisa.

Ya puedo llegar cansado, enfermo, triste o todo junto. Esos gestos me hacen sonreír de oreja a oreja y coger la fuerza necesaria para comerme un nuevo día, aunque algunos días sean duros.

Si recordáis, os hablé en esta entrada https://jorgepozosoriano.com/2014/12/19/algo-que-echo-mucho-de-menos-something-that-i-miss-a-lot/ que echaba esas muestras de cariño cuando enseñaba en Londres. Para mí son absolutamente necesarias para los niños y para el profesor.

No importa que a veces surjan problemas, siempre que los miro y encuentro una cara feliz, sé que he elegido el trabajo que siempre quise tener.

Tampoco me olvido del cariño recibido de los padres, que es mucho y que ratifica tu trabajo y todo lo que vuelcas en sus hijos, sin que importe que alguno intente culparte de fracasos suyos, que alguno puede aparecer.

«Al afecto se debe el 90 por ciento de toda felicidad sólida y duradera».

C. S. Lewis

Just as I promised, this post is about what is the best part, at least for me, of being a primary teacher. I have no doubts about this affirmation. There isn’t anything that makes me happier at work tan these love signs such as hugs, kisses, drawings, letters os a simple (not simple at all) smile.

No matter if I am tired, sad, sick or everything together. These signs make me smile too and get enough strength to enjoy a new day, even if some days are really tough.

If you remember, I wrote a post https://jorgepozosoriano.com/2014/12/19/algo-que-echo-mucho-de-menos-something-that-i-miss-a-lot/ saying how much I missed these signs when I was teaching in London. They are completely necessary for the kids and, also, the teachers.

It doesn’t matter if there are some problems some days, every time I look at them and find a happy face I am sure I chose the job I always wanted to have.

I can’t forget all the love I get from the parents, which is a lot and that confirms your efforts and everything you put on the children, without worrying about those parents that can come up sometimes blaming you of their own mistakes.

“Affection is responsible for nine-tenths of whatever solid and durable happiness there is in our natural lives.” 

C. S. Lewis

La persona adecuada/ The right person

Una de mis mayores suertes es estar rodeado de personas maravillosas. Algunas de esas personas, además, son unas artistas de los pies a la cabeza.

Ya os hablé de Marta Marbán, la ilustradora de mis cuentos infantiles en esta otra entrada “Esa otra mitad”, y también os introduje a Alicia Roy en “A la sombra de un gigante”, así que ya sabéis cómo es estilo de cada una y lo precioso que dibujan.

Esta entrada es para darle las gracias a varias personas. En primer lugar, a Alicia Roy porque, una vez más, me ha dejado con la boca abierta ilustrando otro de mis relatos. En segundo, a mis amigos, Mónica, Sandra y Nico, por haber hecho posible que mi madre fuera inmensamente feliz en su cumple. Y, por supuesto, a mi madre, mis abuelas y a personas como la propia Mónica, Hilario o mi prima Merce, por haberme inspirado tanto y por formar parte de esta historia. Espero que todos podáis leerla pronto.

«Mi madre fue la mujer más bella que conocí. Todo lo que soy se lo debo a mi madre».

George Washington

One of my biggest lucks is being surrounded by wonderful people. Some of them are, also, are artists from head to toe.

I introduced you to Marta Marbán, my illustrator for my tales, whose drawings are in more than one post, and I also mentioned Alicia Roy in “In the shadow of a giant”, so you already know their styles and how beautifully they draw.

This post is to say thanks to some people. First of all, to Alica Roy because, once again, she has left me open-mouthed illustrating another story written by myself. Second, to my friends Mónica, Sandra and Nico, for making my mum so happy on his birthday. And, of course, to my mum, my grandmothers, Mónica herself, Hilario or my cousin Merce, because they have inspired me so much and they are a part of the story themselves. I hope you can read it soon.

«My mother was the most beautiful woman I ever saw. All I am I owe to my mother».

George Washington