Hola a todxs. La entrada de hoy es una reflexión sobre algo que llevo un tiempo rumiando y que me apetece comentar por aquí.
Sabéis que no soy lector habitual de literatura romántica-juvenil y que lo poquito que he leído me ha reafirmado en mis hábitos, pues no me terminan de gustar. Será cuestión de gustos. He leído algunos libros de ese género muy bien escritos, pero muy vagos en lo que a mí más me preocupa en un libro: el contenido.
Esta idea ha ido creciendo en mi cabeza tras buscar reseñas sobre esos libros que he leído y encontrar bastantes comentarios del tipo “el arco evolutivo de los protagonistas es espectacular” o «la profundidad psicológica de los personajes es brutal». Aquí es donde mi alarma lectora se activa y me pregunto: “¿habré leído yo una historia distinta?”
Me explico. En esas historias (y, por lo que he investigado, en otras muchas del género), el arco evolutivo se resume en: chica algo insegura conoce a chico algo macarra. Chica se enamora de chico. Chico se lo hace pasar mal en algunos momentos. Chica se crece y pierde un poco de esa inseguridad. Chico se suaviza y se enamora de la chica. Fin. No hay más. Un amor «imposible» que se hace posible. ¿Esto es una evolución de los personajes tan espectacular como para resaltarla? Estos romances, perdonadme la expresión, están más vistos que el tebeo. La película de Grease, sin ir más lejos. “A tres metros sobre el cielo”, si queréis una copia italiana (copia bastante mala, todo sea dicho). La historia de Quimi y Valle en Compañeros, por hablar de una serie. O cásicos como “Romeo y Julieta”o “La Celestina”, si me apuráis, ya dejaron escritos amores parecidos, salvando las distancias. Incluso “El patito feo”, sin amores manidos hasta la extenuación por medio, tiene ese mismo arco evolutivo “tan espectacular”. Hay miles y miles y miles de historias en libros y en el cine que hablan de una historia de amor de ese tipo. Queridxs lectorxs, eso no es un arco evolutivo, ni espectacular ni no espectacular. Eso está ya un poquito desgastado y a mí, sinceramente, me sorprende que se siga usando con éxito y recibiendo halagos. Se habla mucho de los clichés en la literatura fantástica (el elegido, el maestro, la orfandad de los protagonistas…), ¿peor qué pasa con los clichés en la romántica? ¿Qué pasa con el supercliché que supone ese tipo de romances? Son cien por cien previsibles, precisamente por todo lo que se usan, no aportan nada nuevo a la historia, son poco creíbles, aburren… Al menos, eso es lo que me pasa a mí cuando leo un libro con un amor así.
Un arco evolutivo espectacular es, por poner un ejemplo, el de Ana Ozores en “La Regenta”. O el de Snape en la saga “Harry Potter”. Para mí, llamadme iluso, que un personaje tenga un arco evolutivo bueno es hacerme dudar de cómo va a actuar; mantenerme en tensión; hacerme pensar que, en momentos, va a actuar de una forma y me sorprenda con lo contrario. Encontrar una historia de amor como tantas lo único que me lleva a pensar es en que sé cómo va a acabar nada más empezar.
No voy a incluir ejemplos por no herir sensibilidades, pero seguro que todxs habéis leído más de un libro con un romance tan simple como repetido.
¿Qué pensáis al respecto?
Un abrazo para todxs.
“Repetido y, a la larga, lo más dulce, amarga”.
Dicho popular
Alguien me recomendó que me pasara por tu página porque me gusta la literatura y bueno aquí me tienes.
Me llamó la atención este post porque es justamente lo que yo suelo decir a todas mis amigas que leen romántica, un género que no es mi favorito pero del que podría disfrutar una que otra vez si no fuera porque el 90% de las historias, son lo que tú acabas de contar. Hay cierta obsesión con el romance chica buena-chico malo que a todas enloquece, pero a mí ya me aburre, (por no decir que es muy tóxico).
Creo que la última excelente novela de amor que leí fue «Lo que el viento se llevó», una historia romántica excelente porque ambos protagonistas son unos sinvergüenzas y me encanta que Scarlett O’Hara sea tan perra, y no la típica prota buenita que intenta cambiar al tipo malo. Me encantaría leer algo así de nuevo.
En fin, que estoy súper de acuerdo contigo pero la verdad no creo que esta moda se vaya a acabar. Por algo prefiero las novelas históricas.
Por cierto, ¿podría sugerirte una cosa? Estaría bien que hicieras el menú de arriba más pequeño, es que estorba un poco al leer. Por lo demás, este me parece un blog muy interesante, seguramente me daré una que otra vuelta para ver que tienes de nuevo.
¡Saludos!
¡Hola!
Qué alegría me has dado nada más levantarme 🙂 Dale las gracias a esa persona que te ha recomendado mi blog y gracias a ti también por pasarte y comentar.
Yo no soy lector del género, pero lo poco que ha caído en mis manos me ha parecido muy flojo. Tengo una teoría sobre las lectoras de romántica juvenil, pero no es apropiada para dejar constancia de ella en público, jeje. A mí esas historias me aburren, me cabrean, me indignan… Por eso no soporto cuando leo eso de la evolución de los personajes, porque es una evolución muy pobre y ya muy, muy, muy manida. Pero bueno, entiendo que haya personas que necesiten leer ese tipo de romances…
En cuanto a tu sugerencia, la acepto y la estudio, pero tengo más bien poca idea del tema de diseño del blog, así que a ver qué puedo hacer… :s
De nuevo, mil gracias por pasarte y mil más por comentar. Encantado y feliz de tenerte por aquí.
Un abrazo muy fuerte,
Jorge
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