Crítica: Una lectora nada común

Título: Una lectora nada común

Autor: Alan Bennett

Editorial: Anagrama

Un nuevo libro que me ha dejado mi vecina María y, por lo que veo, va a tener que ir dejándome más. Me dejó cuatro, los dos que ya me he leído me encantan y el que me acabo de empezar me da que me a gustar bastante. Con lo cual, tengo nuevo “biblioteca” puerta con puerta. ¿No os parece maravilloso? Yo también le he dejado alguno a ella y le iré dejando más, no creáis que soy un gorrón…

Este libro, además de confirmar que María es muy buena lectora, me ha vuelto a demostrar que Anagrama es una editorial muy seria y en la que se puede confiar. Siempre nos tiene joyitas como esta, algo muy de agradecer.

En cuanto al libro en sí, es una historia que pide un adjetivo: deliciosa. Sencilla. Breve. Inteligente. Desenfadada. Atrevida. Con un personaje tan conocido como desconocido: la Reina Isabel II. La de ahora, ¿eh? Me parece tan brillante que sea ella la protagonista de una historia así…

Sin destriparos nada, básicamente conoceremos a una reina que empieza a leer casi por casualidad y que se enamora tanto de los libros que todos quienes la rodean se llegan a asustar. ¿Cómo va a leer tanto la mismísima reina? ¿Y todas sus demás ocupaciones? Sin entrar en la eterna disputa entre monarquía o república, se me vino una idea a la cabeza: ¿qué pasaría si las personalidades más famosas del mundo realizaran un buen fomento de la lectura? ¿Si fueran ejemplo no solo de “esas cosas que hacen”, sino en el buen hábito de leer? Ahí lo dejo…

Dicho esto, paso a mi análisis:

Puntos fuertes:

La protagonista: pues sí. Es un puntazo que la protagonista sea una Isabel II que pone todo patas arriba solo por el hecho de leer.

El claro alegato de las bondades de la lectura: hay tantas frases a lo largo del libro sobre lo que significa leer… Un montón de mensajes sobre la importancia de los libros, de la literatura… No sé a vosotros, pero a mí es algo que me encanta encontrar en mis lecturas.

La extensión: ciento veinte páginas, y es una historia perfecta. No se enrolla, no se va por las ramas, no es uno de esos “tochos” a los que les sobra la mitad de las páginas.

El final: el que tenía que ser. Inesperado y divertido. Un final que te hace sonreír, cerrar el libro y pensar “qué buena lectura”.

Lo que más me ha gustado: que he vuelto a enlazar varias lecturas así, como cuando era pequeño (sí, cuando era pequeño lo que más leía no era literatura infantil ni juvenil, sino este tipo de libros). He vuelto a esos años en los que, de una forma u otra, descubría lecturas así, y me ha encantado.

Lo que menos me ha gustado: ¿sabéis lo que me gusta decir que no le cambiaría ni una coma? Hacía tiempo que no me pasaba…

Mi sensación final es una necesidad de recomendároslo. Es perfecto para leer en un par de tardes, en un fin de semana, en varios paseos… Qué bueno es encontrar libros que se disfruten tanto.

“No pones la vida en los libros. La encuentras en ellos”.

Una lectora nada común

Dame tiempo

Cuando alguien como Carmen Guaita me pide algo, le digo que sí antes de que me diga de qué se trata. Por si no la conocéis, Carmen es maestra, escritora y, por encima de todo (y hay que ir muy encima), es una persona maravillosa, llena de talento, de luz y que contagia ilusión por donde pasa. Fue ella quien me hizo la frase para la contraportada de «Un corazón para Opalina y otros cuentos fantabulosos» (una frase preciosa). Fue ella quien me presentó en mi colegio con ese mismo libro. Vino al colegio este pasado abril para hacer una actividad con los alumnos de tercero que disfrutaron un montón. Así que, sí, Carmen me propuso y yo acepté sin condiciones, y no me equivoqué.

Ayer, esa petición se materializó en forma de libro. Un nuevo libro que no es solo mío, sino que comparto con gente de la talla de Manuel Francisco Reina, Antonio Hernández, Nieves Herrero o el Padre Ángel, además de la propia Carmen. Un libro precioso, ilustrado por Marta Marbán de Frutos y con veinticinco cuentos «para la conciliación entre trabajo y familia» que son geniales. Un libro necesario, creo, y que, si no me equivoco, nos va a dar muchas alegrías.

Como sé que muchos llevabais ya un tiempo esperando libro nuevo (ya sabéis que las cosas de palacio no van muy deprisa), os invito a todos a que estéis al tanto de nuevos avances y, por lo pronto, os invito a todxs a la Feria del Libro de Madrid este domingo, día 16, a partir de las 18.30 en la caseta 289. Me encantaría veros, daros un achuchón y dedicaros este libro en el que tengo tanta ilusión depositada. Estarán conmigo (o, mejor dicho, yo estaré con ellas) Carmen Guaita y Marta Marbán, así que, si os pasáis, os lo podréis llevar muy bien dedicado.

Ya os seguiré contando. De momento, os mando un abrazo enorme 🙂

«Qué insensato es el hombre que deja transcurrir el tiempo estérilmente».

Goethe

Cumpliendo un sueño

Desde que era bien pequeño, al ir a un lugar determinado en una fecha determinada, era muy, muy feliz. Lo recuerdo con una inmensa alegría, seguro de que estar allí era para mí como un oasis para alguien perdido en un desierto o como una isla desierta para un náufrago. Era así, estoy convencido, porque estaba en mi medio. Ese era mi sitio. Quizá no ese en concreto, pero sí, algo así era mi sitio. De pequeño jamás tuve la certeza de que, algún día, podría acabar allí, pero no como visitante, sino como parte de todo aquello. Ni siquiera ahora, camino de los treinta y cuatro años y con la certeza de que va a ocurrir, no termino de creérmelo. Lo pienso desde que ayer supe que iba a ocurrir y me da miedo abrir del todo los ojos, por si despierto. Porque, sí, es uno de mis sueños más potentes, desde esos días en que iba allí y veía todo tan inmenso. Es un sueño que estoy a punto de cumplir. No me enrollo más (espero aceptéis las pinceladas literarias). Ese lugar del que hablo es la Feria del Libro de Madrid. El domingo 16 de junio estaré allí. Firmando un nuevo libro que está a punto de llegarme y del que os hablaré en cuanto lo tenga. Apuntaos la fecha y la hora, porque, ya que voy a cumplir este sueño, quiero hacerlo a lo grande, a lo enorme, y me encantaría que todos estuvierais allí.

Domingo 16 de junio a las 18.30 en la Caseta 289, junto a Carmen Guaita y a Marta Marbán de Frutos.

Creo que podéis haceros una idea de lo feliz que me hace poder daros esta noticia y, también, sabréis que esa felicidad se multiplicará cada vez que firme un libro para vosotrxs.

Gracias a los que estás siempre, a los que siempre estuvisteis, y gracias a los que estaréis.

«Al principio, los sueños parecen imposibles; luego, improbables; y, eventualmente, inevitables».

Christopher Reeve

Crítica: El océano al final del camino

Título: El océano al final del camino

Autor: Neil Gaiman

Editorial: Roca

Que Neil Gaiman es uno de los fundamentales en la literatura juvenil fantástica es sabido por todos (y no solo en ese género, no nos olvidemos de su maestría en el mundo del cómic), pero aún no había leído nada suyo. También es sabido por todos que, si entro en una librería, es muy raro que me contenga… Descubrí la librería “El olor de la lluvia”, entré (cómo no) y este libro estaba colocado en una mesita, esperándome, ofreciéndome mi primer Gaiman. No pude resistirme, lo compré y lo acabo de terminar de leer.

Antes de empezar con mi análisis, he de decir que la fantasía de Gaiman es, simplemente, maravillosa. Alejándose de niñerías y ñoñerías, sus historias son algo oscuras, algo tétricas, con la muerte acechando, con dolor, con sufrimiento, incluso de sus niños protagonistas. Quizá a algunos no os guste y prefiráis historias más edulcoradas, más típicas y con finales felices llenos de perdices. No es mi caso. Creo que este estilode Gaiman es uno de sus puntos más fuertes, y me encanta.

Sin más, os dejo con mis puntos fuertes y débiles.

Puntos fuertes:

La oscuridad: no puedo evitar que me encante que los temas oscuros aparezcan en libros escritos, en principio, para un público infantil y juvenil. Creo que, si desde la literatura fantástica, se tratan temas fundamentales como la tristeza, el sufrimiento e, incluso, la muerte, los niños y niñas que lean estos libros tendrán un aprendizaje emocional que no aparecerá si todo es bonito y perfecto.

El narrador en primera persona: aunque no creo que pudiera leer siempre en primera persona, me gusta más. Hay historias que, obviamente, tienen que usar la tercera persona con ese narrador omnisciente, pero la personalidad y cercanía que da la primera persona me gusta mucho más.

La magia: me encanta, me encanta, me encanta cómo se usa la magia en este libro. No quiero decir mucho por si os estropeo la historia, pero me ha parecido maravilloso cómo Gaiman usa la magia para construir este cuento (es, al fin y al cabo, un cuento).

Lo que más me ha gustado: que, gracias a este libro, he descubierto a Gaiman, que siempre recordaré esta historia precisamente por ese motivo y que Gaiman ha llegado a mi vida para quedarse.

Lo que menos me ha gustado: me cuesta sacarle algún punto negativo a este libro, si os soy sincero, así que creo que, en este aspecto, lo que menos me ha gustado es que he echado en falta algunas ilustraciones, porque habrían quedado genial.

A los que lo habéis leído, ¿qué opinión tenéis? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

 

“No podía controlar el mundo en que vivía, no podía huir de las cosas, la gente o los momentos que me hacían daño, pero disfrutaba como un enano de lo que me hacía feliz”.

Neil Gaiman, en “El océano al final del camino”.

 

Quiero ser de provincia

Bueno, en realidad soy muy feliz siendo madrileño, pero hay algo que ocurre en las provincias relacionada con el mundo de los escritores que, he de reconocer, me da mucha envidia.

Cuanto más me sumerjo en las redes sociales y conozco a escritores de uno y otro lugar, he confirmado algo que llevaba tiempo sospechando: fuera de Madrid, a los escritores los cuidan mucho mejor. Me explico. He visto cómo escritores de Zaragoza son tratados como auténticas estrellas en su tierra. Lo mismo he observado con escritores de Huelva, de Almería, de Santiago de Compostela, de Toledo… Los medios locales los promocionan, los entrevistan en sus radios, en sus periódicos, en sus programas de televisión. Veo que van a ferias, que las librerías de sus ciudades los acogen a ellos con cariño, al igual que a sus libros, que toman protagonismo en sus escaparates. Ojo, no digo que no se lo merezcan, no me malinterpretéis. Sé que lo merecen y, creedme, me alegro muchísimo por ellos y por saber que su tierra los trata tan bien. Lo que me choca es que, como decía antes, esto no ocurre en Madrid (o, al menos, yo no lo veo).

Sabéis que siempre he vivido mi faceta como escritor con toda la humildad del mundo y con mucho (mucho) trabajo. No me considero ni más ni menos que nadie. Soy escritor por vocación, al igual que la vocación me llevó a ser maestro. Un escritor que, a pesar de haber publicado tres libros, se siente nuevo en este mundillo. No pido que me lleven cada año a la Feria del Libro (ya sabemos que eso está prácticamente copado por famosos, youtubers e influencers, que son quienes mandan en las editoriales ahora mismo), ¿pero es tan complicado poder firmar en la Feria del Libro de mi barrio? ¡De mi barrio! Escribí al periódico del barrio cuando publiqué mi primer libro, al igual que hice con las librerías de allí. ¿Os han contestado a alguno? Porque, lo que es a mí, tampoco. Llamadme ingenuo o pretencioso, pero no creo que en un barrio obrero madrileño haya tantos escritores como para no tener ni un huequito en el periódico, las librerías o la feria… 

Los que me conocéis un poco sabéis que me da apuro pedir «favores», que eso de ir rogando no va conmigo, que no soy de los que insisten por si molesto… Pero, siguiendo el refranero español, «quien no llora, no mama», así que voy a aprovechar este pequeño espacio para reivindicar que a los autores madrileños nos encantaría que nuestra ciudad nos cuidara, nos promocionara y se volcara con nosotros un poco más de lo que lo hace. Es muy probable que esto no llegue a nada, pero no quería quedármelo dentro, así que, al menos, me viene bien compartirlo con todos vosotros.

¿Qué opinión tenéis al respecto? ¡Os leo a todos!

 

«Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo».

Eduardo Galeano

Crítica: Todo lo que nunca fuimos

Título: Todo lo que nunca fuimos (Deja que ocurra 1)

Autor: Alice Kellen

Editorial: Planeta

Quise leerme este libro por cambiar un poco de registro y porque, según había visto en redes, se trataba de una buena historia creada por una buena escritora, aunque he de reconocer que me he dado de bruces con mis propios gustos y, a pesar de que es un libro bien escrito y, estoy seguro, con un público al que le encantará, no ha sido mi caso.

La novela juvenil-románticano es lo mío y creo que nunca lo será. Es cierto que he leído algunas historias como “La pequeña biblioteca de los corazones solitarios” ( https://jorgepozosoriano.com/2019/04/07/critica-la-pequena-libreria-de-los-corazones-solitarios/ ) que me han encantado, pero mucho me temo que este no ha sido el caso.

Insisto en que la historia está bien escritay en que mi opinión se basa, casi por completo, en que no es el género que suele gustarme. Sabiendo eso, os dejo con mi análisis de lo que más y lo que menos me ha gustado.

Puntos fuertes:

Los personajes: tanto Leah como Axel son creíbles, cada uno en su edad y sus circunstancias, y son un buen tándem.

Cómo está estructurado: con capítulos cortos y contados desde la voz de uno u otro personaje, la lectura se hace más amena.

El amor:en tiempos en los que el odio parece hacerle sombra al amor, que haya una historia tan potente de amor siempre es bien recibida.

La localización:Australia y yo tenemos una historia pendiente, así que me parece el lugar perfecto sobre el que leer.

Puntos débiles:

Lo previsible: los diálogos, los pensamientos de cada personaje al respecto de sus sentimientos, los reproches… Me parece todo muy obvio, muy infantilón, si me lo permitís, me ha llegado a cansar un poco.

Tantos detalles: en una historia así no me hacen falta tantos detalles, menos aún si se repiten tantas veces. Si se hacen uno o dos cafés. Si les apetece un té o no. Si van a surfear cada mañana… Me sobra la información de lo que se hace en cada momento, aunque eso es, quizás, algo mío.

El «empalague»: vale, si es una novela romántica tiene que haber amor, lo entiendo, pero ha habido muchos momentos en los que el azúcar me ha subido demasiado…

Lo que más me ha gustado: que, a pesar de pertenecer a ese género que a mí no me gusta demasiado, he de reconocer que está bien escrito, que el lenguaje está bien cuidado.

Lo que menos me ha gustado:es obvio que diga que el género es lo que menos me gusta. He intentado darle una oportunidad, pero no ha habido suerte.

Mi conclusión es que estoy casi convencido de que a todos los lectores del género les gustará e, incluso, leerán la segunda parte. No es mi caso, como habréis supuesto. Lo he leído, lo he disfrutado a mi manera y, para mí, la historia de Leah y Alex termina aquí. Aun así, no quiero dejar la idea de que pienso que es un mal libro. Sabéis que no suelo tener pelos en la lengua a la hora de hablar de mis lecturas y creed que, si pensara que el libro es malo, lo diría. No es así. Es, simplemente, un buen libro para otro tipo de lector, no para mí.

¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido?

¡Un abrazo!

“Quizá la culpa sea nuestra por planificar demasiado, ir marcando rutas que después uno nunca llega a recorrer. Y supongo que eso genera decepciones”.

Alice Kellen, en “Todo lo que fuimos”.

Crítica: Alicia en el País de las Maravillas

Título: Alicia en el País de las Maravillas

Autor: Lewis Carroll

Editorial: Gribaudo

Leí este libro hace muchos años y tengo que decir que me ha gustado mucho reencontrarme con él. Los clásicos lo son por méritos propios, y tengo claro que Alicia merece estar en ese club de long-sellers tan selecto.

He de reconocer que lo compré porque las ediciones de clásicos juveniles que ha hecho Gribaudo es espectacular. Es una colección preciosa que os recomiendo a todos los amantes de estos libros, pues, de momento, tienen publicados otros libros como “El mago de Oz”, “Peter Pan”, “El libro de la Selva” o “Cuento de navidad” (este último es el único que no tengo porque no me llama tanto).

No creo que os descubra a nadie a Alicia, ya que no necesita presentaciones, pero quizás os acerque algo más a querer leerlo. Estoy seguro de que muchos os habéis quedado en las películas y, como casi siempre (y como siempre ocurre con Disney), la historia es bastante distinta.

Puntos fuertes:

Lo absurdo: si algo caracteriza a este libro son las conversaciones absurdas de sus personajes. Cada encuentro es una delicia delirante que, sí, me ha sacado muchas sonrisas, y eso siempre se agradece.

Los personajes: cuando en una historia como la de Alicia sus personajes secundarios adquieren tanta fama es por algo. El Sombrerero Loco, el Gato de Cheshire, la Oruga, la Liebre de Marzo, el Conejo Blanco, la Reina de Corazones… Son todos tan geniales que es imposible quedarse con uno solo y, en mi opinión, se comen un poco a Alicia.

La edición: de verdad, es una colección preciosa. Todas las sobrecubiertas (desplegables y enormes) se convierten en un extra especial. En el caso de Alicia, podemos encontrar un espectacular mandala del País de las Maravillas. Además, el precio es muy bueno.

Lo que más me ha gustado: lo bien que me lo he pasado, a pesar de ser una relectura y una historia tan conocida. Me ha encantado volver a visitar este maravilloso país.

Lo que menos me ha gustado: a pesar de que es un libro corto y que los buenos momentos son mucho más frecuentes que los malos, sí hay algunas partes aburridas. Algunos diálogos son demasiado largos y repetitivos.

Dicho todo esto, recomiendo a todo el mundo acercarse a estos clásicos atemporales y geniales. Aprovechar esta colección de Gribaudo es una muy buena opción.

A los que lo habéis leído, ¿qué opinión tenéis? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

Toma un poco más de té –le invitó la Liebre de Marzo a Alicia, muy cordial.

No he tomado ni una gota todavía –dijo Alicia, en tono ofendido– y, por lo tanto, no puedo tomar un poco más.

Querrás decir que no puedes tomar un poco menos –dijo el Sombrerero–. Si no has tomado nada, es fácil tomar un poco más.

 

Alicia, el Sombrerero Loco y la Liebre de Marzo, en “Alicia en el País de las Maravillas”.

Lewis Carroll

Crítica: El cuarto mono

Título: El cuarto mono

Autor: J. D. Barker

Editorial: Destino (Planeta)

Llevaba mucho tiempo viendo las críticas tan buenas que este libro estaba recibiendo, pero no me dio por leerlo porque tenía muchas lecturas pendientes (y porque la última novela policíaca que he leído fue un verdadero chasco, como recordaréis aquí https://jorgepozosoriano.com/2018/07/18/critica-el-dia-que-se-perdio-la-cordura/ ). Lo he podido leer porque está entre los regalos de Reyes de mi hermano y no pude resistirme a leerme “un par de capítulos” para ver cómo empezaba… El resultado fue que me lo leí en tres días, enganchado por completo a un thriller que, esta vez sí, ha merecido la pena.

Estoy seguro de que hay muchísimas reseñas, pero os dejo, como siempre, con mi análisis de puntos fuertes, lo que más me ha gustado y lo que menos.

Puntos fuertes:

El inicio: una novela policíaca sin un inicio que enganche en las primeras páginas no tiene mucho sentido. Esta cumple ese requisito a la perfección, ¡menuda forma de empezar!

Distintas voces: aunque el peso en la narración lo llevan los dos protagonistas (el detective Porter y el asesino, gracias a su diario), hay varios capítulos con otros narradores que hacen que la lectura sea más amena y que suponen un respiro en la trama.

Lo bien que está escrito: un lenguaje sencillo, creíble, bien hilado, sin errores (quitando cuatro o cinco erratas perdonables) que siempre es de agradecer.

Los giros: la historia tiene varias sorpresas que te hacen gritar al descubrirlas. Si el ritmo ya es de por sí muy bueno, estos giros hacen que la historia gane mucho.

Lo que más me ha gustado: los dos protagonistas me parecen espectaculares y, en cuanto al libro, puede que sea lo que más me ha gustado. Sin embargo, tengo que decir que lo mejor de todo ha sido que, por fin, he vuelto a engancharme con una novela policíaca de calidad, que tenía muchas ganas.

Lo que menos me ha gustado: aunque la parte del diario en la que el asesino relata su infancia (y los motivos por los que se convirtió en un asesino) está muy bien escrita, es muy interesante y ayuda a meterse en su piel, hay momentos en los que se me ha hecho un poco pesada. Puede que haya influido que, por norma general, los capítulos son cortos (algo que siempre me gusta, especialmente en este tipo de historias) y que estas partes suelen ser bastante más largas, por lo que se me hacían un poco bola. Quizás haberlas hecho un poco menos densas habría ayudado (y creo que es muy posible haberlo hecho así).

Mi sensación final es que estoy seguro de que, si eres lector de policíaca, tienes que leerlo. Si no es así, pero te apetece leer algo así, esta es una muy buena opción. Recomendado al cien por cien.

A los que lo habéis leído, ¿qué opinión tenéis? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

“En la vida real, el único y verdadero salvador es uno mismo”.

D. Barker, en “El cuarto mono”.

Crítica: El guardián de los objetos perdidos

Título: El guardián de los objetos perdidos

Autor: Ruth Hogan

Editorial: Duomo Ediciones

Me compré este libro por mera casualidad, con la librería a punto de cerrar y, lo reconozco sin avergonzarme, porque el título y la portada me parecieron preciosos. Eso, sumado a que la información en la contracubierta me gustó, me obligaron a llevármelo sin apenas saber si me gustaría o si no, pero… ¡menudo acierto!

La historia es maravillosa, la localización (mi querido Reino Unido) es genial, los personajes son espectaculares, los diálogos son buenísimos, las descripciones, una gozada… ¿Algo malo? En mi opinión, no. Hacía mucho que un libro no me pellizcaba tanto. Llevo varias críticas negativas seguidas porque no daba con una historia de esas que disfrutas de verdad y me he reencontrado con la literatura no-juvenil con un libro de los que me gustan desde la primera a la última página y que (sorpresa) ¡está bien escrito!

Antes de ir con los puntos fuertes, los débiles y eso que os suelo contar, tengo que deciros que lo recomiendo al 1.000%. Pensad que yo no recibo libros (en parte porque no los pido), que ninguna editorial me “obliga” a reseñar sus libros y que, sí, todo lo que leo lo compro o me lo han regalado. Me han llegado historias truculentas sobre cuentas que mienten, engañan y van por la espalda para conseguir libros y que, a veces, esos libros son vendidos después, doblando el “morrismo”. Yo esto lo hago por gusto, por amor a los libros, por poder encontrarme con más lectores y porque, si a alguien le vale mi opinión para leer un libro, habré hecho algo positivo por la literatura.

Dicho esto, ahí voy…

Puntos fuertes (y van a ser bastantes, ya os aviso):

El título: no solo porque me parece precioso, sino por el sentido que tiene en la historia.

Los personajes: tan reales, tan divertidos, tan cercanos, tan capaces de hacerte sentir lo que ellos sienten… ¡Incluso los perros son unos personajes geniales! Mención especial para Sunshine, la daunzarina, y sus “buenas tazas de té”. ¿Puede incluirse en una historia un personaje con Síndrome Down y hacerlo tan, tan bien, tan creíble, tan humano, tan tierno? Parece ser que sí.

La historia en sí: hay tantos momentos de saltarse las lágrimas, de pellizco en el pecho, de sonrisa, de carcajada, de querer abrazar a quien más quieres, de desear sin miedo, de hacer algo bueno para alguien… ¿Se me nota mucho lo enamorado que estoy de este libro? ¡Y es amor verdadero!

Las historias dentro de una historia ya de por sí preciosa: sí, hay “mini-historias” dentro del libro que son una delicia. Todo un acierto, desde luego, porque parece que lees varios libros dentro de uno mismo.

Lo que más me ha gustado: la forma en que está escrito. A pesar de lo perfecto que es todo lo demás, creo que esto es lo que destaca por encima de todo. Después de leer tantos libros mal escritos, con errores, descuidados… ¿Sabéis el gusto que me ha dado leer un libro tan maravillosamente escrito? El cuidado del lenguaje, las descripciones (ay, esas descripciones…), los diálogos… Imaginaos ahora mismo el emoji con los ojos de corazón, porque expresa a la perfección mi estado.

Lo que menos me ha gustado: podéis creerme cuando os digo que no hay nada que no me haya gustado o que me chirríe en la historia. Por gustarme, me gusta hasta el papel utilizado (procedente de bosques gestionados sosteniblemente), con un tacto y un acabado imperfectos pero sensacionales, me gustan. Además, la imprenta solo emplea energía solar para funcionar, es la primera en el mundo que no utiliza el carbón… ¿Qué más se le puede pedir a este libro?

Mi sensación final creo que no hace falta darla porque me repetiría. Lo recomiendo y lo recomendaré siempre, releeré algunas partes más veces, lo regalaré… Gracias, Ruth Hogan, por escribir algo tan precioso (tanto como tu propia historia personal) y gracias, Duomo, por traerlo a España.

Contadme también si lo habéis leído y qué os ha parecido o si tenéis intención de leerlo.

¡Un abrazo fuerte!

“Si nunca te pones triste, ¿cómo sabrás lo que es la felicidad?”

Sunshine, en El guardián de los objetos perdidos.

La hija del soplador de vidrio/ The glassblower’s daughter

Como veis en la imagen, el título del libro en el que estoy trabajando ahora lleva por título “La hija del soplador de vidrio”. Al menos, esa es mi idea. Puede que, si le interesa a alguna editorial (que espero así sea), me propongan cambiarlo, pero, de momento, así es como se titula.

No os puedo dar demasiada información, pero sí os cuento que se trata de una novela auto-conclusiva y no demasiado extensa con dos personajes principales que hablan en primera persona.

Aunque siempre me gusta incluir alguna pincelada de fantasía, no es una historia fantástica, sino, más bien, una novela de misterio dirigida a un público, eso sí, juvenil.

Está recién empezada (apenas llevo quince páginas escritas), pero tengo más o menos claro cómo voy a desarrollar la historia y estoy muy ilusionado con este nuevo proyecto, así que intentaré avanzar lo más rápidamente que pueda.

Me encantaría que me dejarais algún comentario por aquí con vuestras opiniones y también subiré al Instagram una historia con la opción de que dejéis alguna pregunta por allí.

Por lo pronto, mil gracias por el interés ¡¡y un abrazo enorme para todxs!!

 

“No rechaces tus sueños. Sin la ilusión, ¿el mundo qué sería?”

Ramón de Campoamor

As you can see in the image, the title of the book in which I am working now is entitled «The glassblower’s daughter». At least, that’s my idea. Maybe, if any publishing house shows some interest (which I hope so), they can propose to change it, but, for now, that’s how it is titled.

I cannot give you too much information, but I tell you that it is a self-conclusive novel and not too extensive with two main characters who speak in first person.

Although I always like to include some brushstroke of fantasy, it is not a fantastic story, but, rather, a mystery novel aimed at an audience, yes, youthful.

It’s just started (I’ve only had fifteen written pages), but I have more or less clear how I’m going to develop the story and I’m very excited about this new project, so I’ll try to move forward as quickly as I can.

I’d love you to leave me a comment here with your opinions and I will upload a story on Instagram with the option to leave a question there.

For now, a thousand thanks for the interest, and big hugs for everyone!!

“Do not reject your dreams. Without the illusion, what would the world be?”

Ramón de Campoamor