Crítica: El archipiélago del perro

Título: El archipiélago del perro

Autor: Philippe Claudel

Editorial: Salamandra

Como sé que echáis de menos a mi supervecina María, la reseña de hoy es de un libro pertenciente a la nueva remesa de libros de su biblioteca personal. Me ha dejado tres novelas y dos poemarios, y este es el primero que he leído. Como ya he dicho alguna vez, qué bien lee esta chica… Y, para que os quedéis más tranquilos, yo le he dejado algunos, también.

Lo primero que tengo que decir es que me ha encantado, y es así por esa razón de la que ya he hablado otras veces: qué bien escrito está. La historia está muy bien, los personajes están construidos muy bien, la localización está descrita muy bien. Pero hay muchos libros así que no me encantan, precisamente, porque no están escritos muy bien. Este sí lo está. No conocía al autor, pero segurísimo que voy a leer más libros suyos. ¿No os encanta descubrir a autores que os encantan y que ya tienen varios libros publicados?

Dicho esto, paso al análisis.

Puntos fuertes:

El estilo: no es fácil encontrar un estilo tan cuidado en una novela negra. Aunque no estoy seguro de que sea una novela negra al cien por cien. Tiene parte, eso seguro, pero tiene mucho más, y es un regalo encontrar libros con un estilo y un lenguaje tan cuidados.

Los personajes: cada uno muy bien definido y con su apodo correspondiente (la Vieja, el Maestro, el Alcalde, el Emperador…), son capaces de llevar toda la carga de la historia con sus relaciones interpersonales. En cierto modo, me ha recordado a las novelas de Agatha Christie, que devoré en mi adolescencia, y me hecho plantearme leer más de sus libros.

El narrador: sin que sea un personaje, es un personaje más; sin que sea parte de la historia, pertenece a la historia; sin que sea el autor (sospecho), tiene mucho del autor. Sea personaje, historia, autor o una mezcla de los tres, lo cierto es que es un muy buen narrador, que también se agradece.

El reflejo que da: es una de esas historias que te agarran por los hombros y te ponen frente a un espejo. No para ver lo guapo que estás, sino para hacerte pensar si, además de una cara y un cuerpo, tienes un interior que merezca la pena ver. Es un bofetón que deja la condición humana muy cuestionada, con actuaciones no tan novelescas que te hacen pensar si la humanidad está haciendo todo lo posible por deshumanizarse. Un punto muy a favor de la novela, sin duda.

Lo que más me ha gustado: esa historia coral tan bien hilada, con cada detalle atado y bien atado, con diálogos que te sacuden, con situaciones que te ponen al borde del precipicio, con ese toque de atención a la humanidad… Un muy, muy buen libro y un muy, muy buen descubrimiento de un autor a quien, seguro, seguiré.

Lo que menos me ha gustado: pues este es uno de esos libros a los que no les puedo poner pegas. Está muy bien construido, es una trama muy interesante, los personajes cumplen su función… No hay nada que no me haya gustado, la verdad.

Mi sensación final es que es mi primer contacto con un autor al que seguiré buscando y leyendo y que os lo recomiendo si os gusta este tipo de historias. Quedaos con el nombre, Philippe Claudel.

A los que conozcáis al autor, ¿qué opinión tenéis? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

“Es muy duro apearse de los sueños”.

Philippe Claudel, “El archipiélago del perro”.

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Crítica: Mendel el de los libros

Título: Mendel el de los libros

Autor: Stefan Zweig

Editorial: Acantilado

No sé por qué he tardado tanto en leer a Zweig, pero, por fin, lo he hecho. Es verdad que no ha sido con un libro extenso, pero sí con el que tenía que hacerlo, o eso creo. Lo vi en un artículo en el que algunos libreros recomendaban libros sobre libros (ya sabéis lo que me gustan), así que lo compré cuando fui a la librería que tengo cerca de casa.

Se lee en muy poquito tiempo (es un relato), pues tiene solo cincuenta y siete páginas y es una lectura bastante agradable.

Básicamente, más que la historia en sí, lo importante del libro es el propio Mendel, personaje sobre el que todo gira y un personaje, sin duda, para recordar.

Me ha gustado mucho, la verdad, como todo lo que he leído de Acantilado, que es, como sabéis, una de mis editoriales preferidas.

Dicho esto, ahí voy con mi análisis.

Puntos fuertes:

Conocer a Zweig: es un autor de los importantes, de los que (en mi opinión) hay que leer. Ahora que ya me he quitado esa presión, seguro que leo más. Si tenéis recomendaciones, serán bienvenidas.

El homenaje a los libros y los libreros: Mendel no es un librero, sino alguien que encuentra siempre los libros que alguien necesita, una enciclopedia viva, un catálogo de libros andante. Ponerlo como protagonista absoluto de un libro, con esa profesión que, en esencia, es la de amar los libros casi por encima de todo y vivir por y para ellos.

La ternura de Mendel: sin ser un personaje agradable “a la vista”, sí lo es al corazón. En estas pocas páginas, se gana un huequito justo ahí, entre aurículas y ventrículos. Inolvidable.

La extensión: perfecta para leer entre lecturas algo más densas, para darse un respiro, para un ratito en el que nos apetezca leer algo y cerrarlo. Me encanta que existan historias breves buenas.

Lo que más me ha gustado: quizá no sea lo que más me ha gustado (no sería justo para la historia), pero poder decirme que ya he leído a Zweig me ha liberado de una presión enorme, jeje.

Lo que menos me ha gustado: poco negativo puedo sacar en tan pocas páginas y en una historia escrita a la perfección. Quizá, por decir algo, diré que lo peor ha sido volver a pensar en toda la injusticia y el horror de las guerras, los campos de concentración y la de vidas que llegaron a su fin por pretensiones políticas y de poder…

Mi sensación final es que es un libro muy bueno ya no solo para leer, sino para seguir amando los libros. Recomendado para conocer la pluma de Zweig, para continuar leyéndolo y una muy buena opción para regalar.

“Todo lo que es único resulta día a día más valioso en un mundo como el nuestro”.

Stefan Zweig, Mendel el de los libros

Critica: Cárdeno adorno

Título: Cárdeno adorno

Autor: Katharina Winkler

Editorial: Periférica

¿Sabéis cuando os libro os marca? ¿Cuando os hace pensar? ¿Cuando os hace replantearos la vida? Eso me ha ocurrido con este libro. No. No es un libro cualquiera. Y no lo es por la sencilla (y tan complicada) razón de que, al terminarlo, no te deja igual que eras. Te cambia. Te transforma. Se te queda dentro. Consigue, en definitiva, lo que muy pocos libros consiguen.

Vino en el pack que mi (ya famosa) querida vecina María. Es el último de esta primera tanda de libros que me ha dejado (vendrán más, seguro), y me ha encantado.

Sí, este es uno de esos libros de los que diré: leedlo. Merece la pena.

Eso sí, no creo que sea un libro para todo el mundo. Principalmente, por dos motivos:

El primero: la dureza. Puede que sea el libro más duro que he leído en mi vida.

El segundo: el lenguaje. Poético en cada palabra. A mí, con lo que me gusta la poesía, me ha encantado. Pero creo que a quien no le guste, se le podría atragantar.

No desvelo nada si os digo que trata de la vida de una de tantas mujeres que viven en el maltrato como una única opción. En un maltrato cultural, heredado, interiorizado, asumido, incluso ansiado. Una historia real, como tantas otras. Mujeres que solo son vaginas que penetrar, vientres que fecundar y cuerpos que golpear. Ese título, ya puesto con toda la poesía posible, habla de esos moratones que tantas mujeres llevan en sus cuerpos. Golpes que cambian el color de la piel, que le dan su horrorosa forma.

Un libro muy, muy duro, como os digo. Un libro que golpea a quienes lo leemos página a página. Un libro con una dureza tan inmensa que necesita de la poesía para ser contado. Una maravilla de libro.

Dicho esto, ahí voy con mi análisis.

Puntos fuertes:

El lenguaje: la poesía era necesaria. No es un libro de poesía, no. Es una novela con estructura de novela, pero con un lenguaje tanto o más poético que muchos poemarios. Qué preciosidad de lenguaje.

El título: el título ya deja claro a qué nos enfrentamos al leer este libro. Los golpes se convierten en pulseras, en diademas, en medallones… El horror se convierte en adorno, un adorno que se impone a la fuerza en mujeres y en niños, en mujeres y niños que pertenecen a sus maridos, sus padres, sus suegros… ¿Cuántas mujeres esconderán esos cárdenos adornos?

Que se ponga voz al maltrato: acabo de ver el documental “Becoming”, sobre Michelle Obama (alguien a quien admiro profundamente), y, entre otras enseñanzas, habla de qué hacer para no ser solo una cifra en cualquier estadística: tener una historia de vida que contar. Esta historia es la de Filiz y la de sus hijos, Halil, Selin y Seda. Es una historia real. De superación. De fortaleza. Pero, también, es la historia de muchas otras mujeres que han sufrido y sufren el maltrato. Así es como se deja de ser solo un número. Así se es parte de la historia.

Descubrir una nueva editorial: no conocía Periférica, pero, si edita estas maravillas, tendré que estar mucho más pendiente.

Lo que más me ha gustado: me quedo con la dificultad de emplear un lenguaje tan poético para contar una historia tan tremenda. Espectacular.

Lo que menos me ha gustado: el cuerpo que se me ha quedado. Retorcido. Apaleado. Revuelto. Lleno de indignación. ¿Cuándo acabaremos con esta lacra? ¿Cómo es posible que la sigamos sufriendo en pleno 2020?

Mi sensación final es que es una lectura necesaria, pero para la que hay que estar preparado. Es muy difícil encontrar un libro que haga que te tambalees de pies a cabeza e, insisto, muy complicado narrar a modo de novela una historia así con un lenguaje tan increíblemente poético. Me ha fascinado. Leedlo, pero preparad el cuerpo primero.

“El tiempo sin golpes es el paraíso. Hay sitio para el latido de nuestros corazones”.

Katharina Winkler

Crítica: Una lectora nada común

Título: Una lectora nada común

Autor: Alan Bennett

Editorial: Anagrama

Un nuevo libro que me ha dejado mi vecina María y, por lo que veo, va a tener que ir dejándome más. Me dejó cuatro, los dos que ya me he leído me encantan y el que me acabo de empezar me da que me a gustar bastante. Con lo cual, tengo nuevo “biblioteca” puerta con puerta. ¿No os parece maravilloso? Yo también le he dejado alguno a ella y le iré dejando más, no creáis que soy un gorrón…

Este libro, además de confirmar que María es muy buena lectora, me ha vuelto a demostrar que Anagrama es una editorial muy seria y en la que se puede confiar. Siempre nos tiene joyitas como esta, algo muy de agradecer.

En cuanto al libro en sí, es una historia que pide un adjetivo: deliciosa. Sencilla. Breve. Inteligente. Desenfadada. Atrevida. Con un personaje tan conocido como desconocido: la Reina Isabel II. La de ahora, ¿eh? Me parece tan brillante que sea ella la protagonista de una historia así…

Sin destriparos nada, básicamente conoceremos a una reina que empieza a leer casi por casualidad y que se enamora tanto de los libros que todos quienes la rodean se llegan a asustar. ¿Cómo va a leer tanto la mismísima reina? ¿Y todas sus demás ocupaciones? Sin entrar en la eterna disputa entre monarquía o república, se me vino una idea a la cabeza: ¿qué pasaría si las personalidades más famosas del mundo realizaran un buen fomento de la lectura? ¿Si fueran ejemplo no solo de “esas cosas que hacen”, sino en el buen hábito de leer? Ahí lo dejo…

Dicho esto, paso a mi análisis:

Puntos fuertes:

La protagonista: pues sí. Es un puntazo que la protagonista sea una Isabel II que pone todo patas arriba solo por el hecho de leer.

El claro alegato de las bondades de la lectura: hay tantas frases a lo largo del libro sobre lo que significa leer… Un montón de mensajes sobre la importancia de los libros, de la literatura… No sé a vosotros, pero a mí es algo que me encanta encontrar en mis lecturas.

La extensión: ciento veinte páginas, y es una historia perfecta. No se enrolla, no se va por las ramas, no es uno de esos “tochos” a los que les sobra la mitad de las páginas.

El final: el que tenía que ser. Inesperado y divertido. Un final que te hace sonreír, cerrar el libro y pensar “qué buena lectura”.

Lo que más me ha gustado: que he vuelto a enlazar varias lecturas así, como cuando era pequeño (sí, cuando era pequeño lo que más leía no era literatura infantil ni juvenil, sino este tipo de libros). He vuelto a esos años en los que, de una forma u otra, descubría lecturas así, y me ha encantado.

Lo que menos me ha gustado: ¿sabéis lo que me gusta decir que no le cambiaría ni una coma? Hacía tiempo que no me pasaba…

Mi sensación final es una necesidad de recomendároslo. Es perfecto para leer en un par de tardes, en un fin de semana, en varios paseos… Qué bueno es encontrar libros que se disfruten tanto.

“No pones la vida en los libros. La encuentras en ellos”.

Una lectora nada común

Crítica: La quinta víctima

Título: La quinta víctima

Autor: J. D. Barker

Editorial: Destino (Planeta)

Después de lo muchísimo que me gusto “El cuarto mono”, me moría de ganas por saber cómo continúa esta genial historia, así que lo he leído en cuanto he tenido ocasión.

https://jorgepozosoriano.com/2019/01/10/critica-el-cuarto-mono/

Sabéis que, de vez en cuando, me gusta un buen thriller, y J. D. Barker sabe cómo escribirlos, eso está claro (aunque no se le dé tanto bombo como a otros).

Eso sí, ni me ha gustado tanto como la primera parte ni me ha tenido tan ansioso por seguir leyendo. Esperemos que la tercera y definitiva entrega cumpla con las expectativas. Este acto intermedio me ha dejado, si os soy sincero, un poco frío.

Os dejo, como siempre, con mi análisis de puntos fuertes, lo que más me ha gustado y lo que menos, intentando no hacer spoilers para quien no haya leído la primera parte.

Puntos fuertes:

El villano: De esos que dan miedo y gustan a la vez; de los que están bien creados y son creíbles y comprendidos. Un punto muy a favor.

Los personajes: tanto los protagonistas como los secundarios, son personajes muy bien definidos.

La trama: para mantener al lector enganchado a lo largo de tantas páginas, ha de tratarse de una trama que lo merezca.

Lo que más me ha gustado: confirmar que J. D. Barker ha llegado a mi vida para quedarse. Que estaré pendiente de su carrera porque es un autor de referencia en la novela negra actual.

Lo que menos me ha gustado: como he dicho al principio, se me hecho mucho más lento y mucho menos vertiginoso que el primer libro. La historia continúa, los personajes se asientan y todo tiene sentido, pero no tiene el ritmo de “El cuarto mono”.

Por otra parte, y por muy aceptado que esté, el leísmo en la traducción es un punto que tampoco me ha gustado.

Mi sensación final es que el autor ha puesto todas las piezas en el tablero para hacer que nos quedemos pegados a las páginas de la tercera entrega en cuanto salga. Espero no equivocarme, porque estoy deseando saber cómo termina toda esta historia.

A los que lo habéis leído, ¿qué opinión tenéis? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

“Muy pocas cosas en la vida son mejores cuando estás solo”.

D. Barker, en “La quinta víctima”.

Crítica: 84, Charing Cross Road

Título: 84, Charing Cross Road

Autor: Helene Hanff

Editorial: Anagrama

Tengo una suerte inmensa de haber caído en un bloque con vecinos maravillosos. Estos días de confinamiento me lo han dejado más claro aún: tener a gente a la que se quiere cerca es vital.

Mi vecina de al lado, María, periodista, es, además de un amor, una gran lectora. Nos regaló uno de esos vídeos que corren por las redes en los que se cuenta una historia a través de los títulos de los libros que se tiene en casa. Le quedó precioso y, como vi varios títulos que me interesaban, me ha prestado unos cuantos. El primero que he leído ha sido este “84, Charing Cross Road”, que me ha arrancado un trocito de corazón.

Conocía la historia. Fui a ver la obra de teatro dirigida por Isabel Coixet en 2006. Pasé por esa calle y por ese número en unas cuantas ocasiones cuando vivía en Londres. Pero, inexplicablemente, no había leído el libro. Le he puesto remedio. En menos de un día. A mí, que me encantan las historias acerca de librerías, más aún si se encuentran en Londres, ¿por qué he tardado tanto en leerlo? Por fin, y gracias a María, le he puesto remedio. Y me ha encantado, qué os voy a decir.

No me extraña que se haya convertido en un clásico, en un regalo de la literatura del siglo XX, en, según las palabras de la contraportada, “un verdadero libro de culto”, “una pequeña joya que evoca, con infinita delicadeza, el lugar que ocupan en nuestras vidas los libros… y las librerías. De nuevo, me pregunto, ¿¿por qué he tardado tanto en leerlo??

Dicho esto, paso a mi análisis:

Puntos fuertes:

El formato: son pocos los libros epistolares que he leído porque no son los libros que me suelen gustar, pero esta es una lectura preciosa, amena, ligera…

El escenario: librería y Londres. Poco más que añadir.

La ternura: en un momento post-bélico como el que narra el libro, con un Reino Unido sumido en la reconstrucción, qué historia más bonita y más tierna.

El amor por los libros: toda lectura que ponga a los libros como los mejores objetos del mundo tiene mi beneplácito. En ese sentido, “84, Charing Cross Road” es un libro esencial.

La vida de la autora: resumida en unas pocas páginas tras el epílogo, la vida de Helene Hanff es de esas que interesan. Os animo a buscarla para saber cómo fue.

Lo que más me ha gustado: que se lee en un suspiro (qué necesarias me resultan las historias buenas y breves) y que lo que se queda tras leerlo es una sensación de amor. Hacia las personas. Hacia las librerías. Hacia los libros. Qué maravilla, ¿no creéis?

Lo que menos me ha gustado: por decir algo, que muchos de los libros a los que se hace referencia (biblias, evangelios, críticas, cartas…) no me interesan en absoluto.

Mi sensación final es que es un libro necesario para todos los que amemos, precisamente, los libros. Un buen té (ha de ser té, un Earl Grey con un chorrito de leche, quizá) y un par de horas para disfrutar de una lectura que se os quedará en el alma para siempre.

“Las personas que viajan a Inglaterra encuentran exactamente lo que buscan”.

84, Charing Cross Road

Crítica: Sputnik, mi amor

Título: Sputnik, mi amor

Autor: Haruki Murakami

Editorial: Tusquets

Tercer libro que leo de Murakami y, sí, puedo confirmar que es uno de los autores que más me gusta leer. A veces, como ya he dicho varias veces, necesito ir a un valor seguro después de leer algunos libros que no me han terminado de gustar, y todo me hace pensar que el autor japonés va a ser uno de esos escritores que busque cuando necesite saber que voy a tener una buena lectura, que me voy a reencontrar con la buena literatura.

Lo cierto es que no sé cómo me hice con este libro. Lo cogí una tarde de casa de mi padre, pero no sé cómo llegó allí, si os soy sincero. No sé si lo compré después de leer “Kafka en la orilla” porque me gustó y se quedó ahí hasta ahora o si (ups), alguien me lo dejó y no lo he devuelto…

Yendo a lo importante. Me ha ENCANTADO. Qué gustazo ha sido leerlo. Qué lenguaje, qué historia tan bonita, qué personajes, qué conversaciones, qué viaje hacia uno mismo… De verdad os lo digo, una preciosidad.

Dicho esto, ahí voy con mi análisis.

Puntos fuertes:

El estilo: que Murakami escribe bien no es nada nuevo y no creo que haya nadie (le guste más o menos) pueda decir lo contrario. Qué dominio del lenguaje, qué metáforas más bien buscadas, qué lenguaje más poético… ¿A qué esperan para darle el Nobel?

Los personajes: tres (y algunos con poca relevancia). El narrador, un profesor joven de primaria (no recuerdo si se dice su nombre, pero, si es así, no debe de ser importante). Sumire, una joven que quiere ser novelista. Myû, una pianista reconvertida, por oblogación, en empresaria. Lo que ocurre entre ellos es… Es una pasada.

La esencia japonesa: esto también lo sabéis ya. Sabéis que la cultura (y la literatura) japonesa me atraen muchísimo, y esta historia es muy, muy japonesa.

El amor: no es un secreto que no soporto las manidísimas historias de la mayoría de libros de literatura romántica. Si quiero un amor de macarra descarado con chica buena y modosita que parece imposible, pero, tras vueltas y vueltas y vueltas, se enamoran perdidamente y son felices y se hartan de comer perdices, me pongo “Grease”. Al menos, disfrutaré de las canciones. Lo de aquí no es un amor de esos. Lo de aquí es un amor por descubrir; que se prohíbe a sí mismo; que se quiere cuando no se puede o se puede, pero no se quiere; que se pide; que se desea; que no se comprende… En definitiva, un amor que se cree y con el que, de una forma u otra, se conecta.

La extensión: me he quejado tantas veces de los libros que se hacen pesados por largos, por darle vueltas a lo mismo una y otra vez, por incluir páginas porque sí… Que encontrar una historia tan genial en poco más de doscientas páginas es un regalo.

Lo que más me ha gustado: que no he tenido la misma sensación que tengo con algunos libros, la de “leer para terminármelo”, sino que lo he leído porque quería leerlo. ¿No es eso lo que tendríamos que sentir con un libro?

Lo que menos me ha gustado: por ponerle un pero, diré que me han sobrado las referencias a intérpretes de piezas clásicas de la música. Me ha parecido que no servían para mucho y, sí, un poco pretenciosas.

Mi sensación final es que esto es lo que ocurre con los grandes autores. Murakami, en la literatura actual, es uno de los más grandes, y por eso defiendo siempre la fortaleza de los clásicos o los escritores como él. Porque siempre suponen una vuelta a la LITERATURA, con mayúsculas.

“Por profunda y fatal que sea la pérdida, por importante que sea lo que nos han arrancado de las manos, aunque nos hayamos convertido en alguien completamente distinto y solo conservemos, de lo que antes éramos, una fina capa de piel, a pesar de todo, podemos continuar viviendo, así, en silencio”.

Haruki Murakami, Sputnik, mi amor

Crítica: Peter Pan

Título: Peter Pan

Autor: James Matthew Barrie

Editorial: Gribaudo

Después de mucho tiempo enamorado de la historia de Peter Pan y su negativa a crecer, por fin me decidí a leer su historia. Hace tiempo descubrí estas ediciones tan maravillosas que ha hecho la editorial Gribaudo(en este caso, incluye un enorme y precioso mapa con estrellas que se iluminan en la oscuridad), así que aproveché estos días en casa para hincarle el diente.

No tardé, para mi tristeza, en darme cuenta de algo: estaba (y estoy) enamorado de la idea que transmite Peter Pan y lo que significa Nunca Jamás, sí, pero el libro, siento decirlo, me ha parecido aburridísimo. Es cierto que tiene algunas partes muy bonitas, varias frases que he apuntado porque me han encantado, pero la lectura se me ha hecho lenta, pesada, carente de sentido en su inmensa mayoría y, perdonad que lo diga, no me gusta cómo está escrito. Tengo la sensación de que es lo que es solo porque Disney se fijó en esta historia para hacer la película (que tendré que volver a ver para descubrir el nivel de edulcorante que vertió en su versión), y creo con firmeza que, si una idea tan buena la hubiera escrito alguien como Michael Ende o como Roald Dahl, habría dado origen a un libro mucho mejor que este.

Siento ser tan sincero, pero ya sabéis que reseño siempre con la misma sinceridad, y creedme que me ha dado mucha pena descubrir que un libro que pensaba me iba a encantar apenas me ha gustado…

No sé si le descubriré algo nuevo a alguien, pero, después de compartir mi decepción, paso a hacer mi análisis.

Puntos fuertes:

La idea: esa idea de no querer crecer nunca, de querer conservar siempre al niño o niña interior me parece fundamental, incluso en mi propia vida, y me la aplico a diario. Creo que, si perdemos esa conexión con nuestra infancia, habremos caído en las profundidades más oscuras, así que, sí, la idea me encanta.

Nunca Jamás: me fijo mucho en los escenarios de las historias de fantasía, y Nunca Jamás es un lugar genial que, si he de poner alguna pega, me habría gustado conocer un poco mejor.

El Capitán Garfio: mi personaje preferido de la historia, sin lugar a dudas. Es auténtico, fiel a sí mismo, malvado a la vez que refinado, cruel a la vez que humano.

Lo que más me ha gustado: además de esa idea que es casi filosófica, la edición, que es una preciosidad.

Lo que menos me ha gustado: diría que lo peor ha sido lo pesada que se me ha hecho la lectura, pero creo que me voy a decantar por decir que lo que menos me ha gustado ha sido, curiosamente, los dos personajes más representativos de esta historia: el propio Peter y Campanilla. Peter Pan, permitidme que lo diga, es odioso. Impertinente, arrogante, creído, egoísta, autoritario, intransigente… No me ha gustado ni un poco. Y Campanilla… Si alguien tiene la idea (gracias a Disney, imagino) de un hada dulce, nada que ver con la realidad. Es una borde, quiere hacerle todo el daño posible a Wendy por sus celos, siempre habla mal y, en realidad, tiene muy poco protagonismo. Vale que la salva un poco su noble gesto del final del libro, pero tampoco me ha gustado nada como personaje.

Como conclusión… ¿Qué puedo decir? En realidad, me alegro de haberlo leído porque era algo que tenía que hacer antes o después, y estoy seguro de que, cuando pase algo de tiempo y no tenga tan reciente que se me ha hecho bola leerlo, recordaré las partes bonitas que hay en la historia.

A los que lo habéis leído, ¿qué opinión tenéis? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

 

“Si supierais lo grande que es el amor de una madre, no tendríais temor a nada”. 

Peter Pan, J. M. Barrie

 

Crítica: Los diarios de Adán y Eva

Título: Los diarios de Adán y Eva

Autor: Mark Twain

Ilustradora: Sara Morante

Editorial: Impedimenta

Por fin leo este libro. Han pasado años (muchos) desde que vi su representación en teatro (tres veces) y me enamoré de la historia, además de las sublimes interpretaciones de Blanca Oteyza y Miguel Ángel Solá.

No había leído el libro, creo, porque aún no había encontrado una edición que susurrara mi nombre, pero esta sí lo hizo. Esta edición de Impedimenta, con las preciosas ilustraciones de Sara Morante, tenía que venirse conmigo. Así lo hizo, y hoy, por fin, he terminado de leerlo.

La historia es espectacular. La pluma y, sobre todo, el humor de Twain se notan en cada letra. Eso sí, tengo tan buen recuerdo de la obra de teatro que leer el libro no me ha dejado tan buen sabor como entonces.

Puntos fuertes:

El humor: he leído todo el libro con una sonrisa en la cara. Qué divertido es, qué situaciones más absurdas… De verdad, qué buen rato he pasado leyéndolo. Una buena lucha de sexos que, estoy seguro, os hará sonreír, también.

La vuelta de tuerca a la historia de Adán y Eva: a mí, sin ser muy bíblico, me ha encantado ver cómo se tocan temas como el inicio del lenguaje, de descubrimientos como el fuego, de la relación con la naturaleza, de las relaciones humanas

Las ilustraciones: siempre me gusta descubrir personas con talento, y el de Sara Morante me ha enamorado. Es un libro con muchas ilustraciones (algunas, a doble página), y me han gustado muchísimo todas. Me ha dado la sensación de disfrutar de la literatura mientras leía al tiempo que daba un paseo por un precioso museo. Enhorabuena, si me lees.

Lo que más me ha gustado: aunque la historia, la edición y las ilustraciones son perfectas, no es ninguno de esos tres puntos lo que me ha gustado. Lo mejor, para mí, ha sido el recuerdo. El recuerdo de haber visto la obra con dos muy buenas amigas (gracias, Lydia) y, por encima de todo, el recuerdo de haberla visto con mi madre. La recuerdo como si fuera ayer, sonriendo, llorando, agarrándome la mano, mirándonos para unir nuestras emociones… Cuánto he disfrutado del teatro con ella (la gran culpable de que me guste tanto), y esta obra, al igual que me pasó a mí, la disfrutó un montón.

Lo que menos me ha gustado: pensar que, por el momento, no podré volver a verla en teatro, porque iría otras trescientas veces más. Blanca, si has leído hasta aquí… ¿por qué no te planteas volver a interpretarla? Yo hago de acomodador, de relaciones públicas, vendo las entradas o lo que haga falta… J

Mi sensación final es la del recuerdo bonito junto a mis amigas y mi madre. He leído algunas frases recordando cómo las decían Blanca y Miguel Ángel, y he sonreído aún más al hacerlo.

Os invito a descubrir esta historia si queréis pasar un rato muy divertido o si queréis descubrir a quien es considerado, por muchos, el padre de la literatura norteamericana.

“Precipitarse es lo peor cuando se trata de crear una obra de arte noble y bella”.

Mark Twain, Los diarios de Adán y Eva

¿Y si Instagram no tuviera tantos «likes»?

Acabo de leer que Instagram se está planteando ocultar el número de «likes» que reciben nuestras fotos y que, de hecho, lo están ensayando en Canadá y, lo digo desde el principio, me parece todo un acierto. Es más, yo ocultaría, también, el número de seguidores.

Sabéis que he escrito varias entradas criticando, precisamente, la locura que las redes sociales han causado en mercados como el editorial. Es justo esa obsesión por conseguir «likes» la que ha llevado a cientos de niños a enviar fotos sin ropa (el tema del uso de redes sociales por menores es otro asunto que me enerva bastante, por otra parte) y a que la policía haya tenido que intervenir, pues era una mina de oro para pederastas. Esto es llevarlo un poco al extremo, sí, pero no olvidéis que es algo real, que está ocurriendo, que es tan evidente como palpable y triste.

Los psicólogos llevan tiempo advirtiendo de los peligros que la búsqueda de relevancia en redes conlleva, y esta situación se ha visto multiplicada por mil con la aparición de Instagram. Ojo, a mí es una red social que me encanta, pero creo que se nos ha ido de las manos por completo.

Sé que hay muchos detractores de esta posible decisión que opinan que Instagram está justo para eso; que no serviría para frenar esa carrera hacia ser «influencers«; pero hay otros muchos que dicen que sería algo muy positivo, ya que podríamos centrarnos en el contenido real, y no en el que los «likes» nos dicen que tiene que gustarnos, además de no tener que obsesionarnos con subir contenido a todas horas por el simple hecho de que, si no lo hacemos, no llegaremos a ser importantes en las redes. Por otra parte, hay quienes critican esta iniciativa argumentando que sería un problema para el marketing de influencias... Qué queréis que os diga. Para mí, justo esa crítica es la que más me asegura que es la opción más acertada. Hacer creer a tantos niños y jóvenes que solo con ser famosos en redes les va a llevar a vivir como quieran es un grave error y una irresponsabilidad. Dejar en manos de gente inexperta cuyo único mérito es tener un perfil lleno de seguidores y «likes» el éxito de determinadas marcas y/ o productos es, desde mi punto de vista, muy tóxico. Sobre todo, como ya he dicho varias veces, cuando esos productos son los libros. Dejemos de dar prioridad a todo lo que escribe gente que no sabe escribir más que un breve texto que acompaña a sus fotos o su nube de etiquetas. Dejemos de leer los libros que los «likes» nos dicen que tenemos que leer, aunque no sirvan ni para calzar una mesa coja. Dejemos de regalar éxito en lo literario a quienes se pliegan a la tiranía de las redes sociales. Volvamos a leer a escritores, aunque no salgan en la tele ni tengan cien mil seguidores. Volvamos a buscar nuestras próximas lecturas en los canales que siempre funcionaron (librerías, bibliotecas, medios especializados, en nuestros amigos lectores…). Volvamos, amigos, a poner a los libros en el lugar que siempre les ha correspondido. Volvamos, en definitiva, a recuperar la cordura que nunca debimos dejar olvidada.

«En la sociedad, el hombre sensato es el primero que cede siempre. Por eso, los más sabios son dirigidos por los más necios y extravagantes».

Jean de la Bruyère