Crítica: La quinta víctima

Título: La quinta víctima

Autor: J. D. Barker

Editorial: Destino (Planeta)

Después de lo muchísimo que me gusto “El cuarto mono”, me moría de ganas por saber cómo continúa esta genial historia, así que lo he leído en cuanto he tenido ocasión.

https://jorgepozosoriano.com/2019/01/10/critica-el-cuarto-mono/

Sabéis que, de vez en cuando, me gusta un buen thriller, y J. D. Barker sabe cómo escribirlos, eso está claro (aunque no se le dé tanto bombo como a otros).

Eso sí, ni me ha gustado tanto como la primera parte ni me ha tenido tan ansioso por seguir leyendo. Esperemos que la tercera y definitiva entrega cumpla con las expectativas. Este acto intermedio me ha dejado, si os soy sincero, un poco frío.

Os dejo, como siempre, con mi análisis de puntos fuertes, lo que más me ha gustado y lo que menos, intentando no hacer spoilers para quien no haya leído la primera parte.

Puntos fuertes:

El villano: De esos que dan miedo y gustan a la vez; de los que están bien creados y son creíbles y comprendidos. Un punto muy a favor.

Los personajes: tanto los protagonistas como los secundarios, son personajes muy bien definidos.

La trama: para mantener al lector enganchado a lo largo de tantas páginas, ha de tratarse de una trama que lo merezca.

Lo que más me ha gustado: confirmar que J. D. Barker ha llegado a mi vida para quedarse. Que estaré pendiente de su carrera porque es un autor de referencia en la novela negra actual.

Lo que menos me ha gustado: como he dicho al principio, se me hecho mucho más lento y mucho menos vertiginoso que el primer libro. La historia continúa, los personajes se asientan y todo tiene sentido, pero no tiene el ritmo de “El cuarto mono”.

Por otra parte, y por muy aceptado que esté, el leísmo en la traducción es un punto que tampoco me ha gustado.

Mi sensación final es que el autor ha puesto todas las piezas en el tablero para hacer que nos quedemos pegados a las páginas de la tercera entrega en cuanto salga. Espero no equivocarme, porque estoy deseando saber cómo termina toda esta historia.

A los que lo habéis leído, ¿qué opinión tenéis? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

“Muy pocas cosas en la vida son mejores cuando estás solo”.

D. Barker, en “La quinta víctima”.

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Crítica: El cuarto mono

Título: El cuarto mono

Autor: J. D. Barker

Editorial: Destino (Planeta)

Llevaba mucho tiempo viendo las críticas tan buenas que este libro estaba recibiendo, pero no me dio por leerlo porque tenía muchas lecturas pendientes (y porque la última novela policíaca que he leído fue un verdadero chasco, como recordaréis aquí https://jorgepozosoriano.com/2018/07/18/critica-el-dia-que-se-perdio-la-cordura/ ). Lo he podido leer porque está entre los regalos de Reyes de mi hermano y no pude resistirme a leerme “un par de capítulos” para ver cómo empezaba… El resultado fue que me lo leí en tres días, enganchado por completo a un thriller que, esta vez sí, ha merecido la pena.

Estoy seguro de que hay muchísimas reseñas, pero os dejo, como siempre, con mi análisis de puntos fuertes, lo que más me ha gustado y lo que menos.

Puntos fuertes:

El inicio: una novela policíaca sin un inicio que enganche en las primeras páginas no tiene mucho sentido. Esta cumple ese requisito a la perfección, ¡menuda forma de empezar!

Distintas voces: aunque el peso en la narración lo llevan los dos protagonistas (el detective Porter y el asesino, gracias a su diario), hay varios capítulos con otros narradores que hacen que la lectura sea más amena y que suponen un respiro en la trama.

Lo bien que está escrito: un lenguaje sencillo, creíble, bien hilado, sin errores (quitando cuatro o cinco erratas perdonables) que siempre es de agradecer.

Los giros: la historia tiene varias sorpresas que te hacen gritar al descubrirlas. Si el ritmo ya es de por sí muy bueno, estos giros hacen que la historia gane mucho.

Lo que más me ha gustado: los dos protagonistas me parecen espectaculares y, en cuanto al libro, puede que sea lo que más me ha gustado. Sin embargo, tengo que decir que lo mejor de todo ha sido que, por fin, he vuelto a engancharme con una novela policíaca de calidad, que tenía muchas ganas.

Lo que menos me ha gustado: aunque la parte del diario en la que el asesino relata su infancia (y los motivos por los que se convirtió en un asesino) está muy bien escrita, es muy interesante y ayuda a meterse en su piel, hay momentos en los que se me ha hecho un poco pesada. Puede que haya influido que, por norma general, los capítulos son cortos (algo que siempre me gusta, especialmente en este tipo de historias) y que estas partes suelen ser bastante más largas, por lo que se me hacían un poco bola. Quizás haberlas hecho un poco menos densas habría ayudado (y creo que es muy posible haberlo hecho así).

Mi sensación final es que estoy seguro de que, si eres lector de policíaca, tienes que leerlo. Si no es así, pero te apetece leer algo así, esta es una muy buena opción. Recomendado al cien por cien.

A los que lo habéis leído, ¿qué opinión tenéis? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

“En la vida real, el único y verdadero salvador es uno mismo”.

D. Barker, en “El cuarto mono”.

Mis mejores y peores lecturas de 2018

El día que se perdió la cordura, de Javier Castillo: aunque me encantó el detalle de mi alumno regalándomelo y me encanta leer novela negra en verano, este libro fue un auténtico fiasco. El claro ejemplo de “mucho ruido y pocas nueces” y de cómo una buena promoción puede hacer triunfar a libros malos, mal escritos (con multitud de errores gramaticales y ortográficos) y seguir estando en todas partes.

Lo mejor: la dedicatoria que mi alumno escribió.

Lo peor: que libros tan malos tengan tanto éxito y otros tantos que son maravillosos se queden en el camino.

Alternativas: El cuarto mono, de J. D. Barker; Morir no es lo que más duele, de Inés Plana

El bestiario de Axlin, de Laura Gallego: uno de los pocos libros de mi vida que no he podido terminar. Creo que el universo Laura Gallego se me hace ya un poco bola porque me parece más de lo mismo. Lentísimo y muy aburrido (y es una trilogía), con monstruos que no dan miedo y una historia de amor muy forzada, me supuso un enorme chasco, ya que lo empecé con muchas ganas.

Lo mejor: que la fantasía en español siga teniendo tanto éxito.

Lo peor: que sean siempre los mismos autores y que valga todo, escriban buenas historias o no.

Alternativas: La niña que bebió luz de luna, de Kelly Barnhill; El castillo ambulante (saga), de Diana Wynne Jones

El guardián de los objetos perdidos, de Ruth Hogan: sin buscar leerlo, comprado por casualidad para gastar una tarjeta regalo solo porque la portada y el título me gustaron, se ha convertido en una de mis mejores lecturas del año. Una historia preciosa, personajes maravillosos, momentos muy especiales… Es una de esas lecturas sencillas y deliciosas. Me ha encantado y lo recomiendo muy, muy, muy mucho.

Solo tu nombre es mi enemigo, de Manuel Francisco Reina: encontrar poesía actual buena, de calidad, bien escrita, con sentimiento hoy en día y no caer en eso que llamo pseudopoesía, mal escrita, simplona, casi sin forma ni fondo y llena de tópicos y traumas ya demasiado manidos es muy complicado. Por suerte, autores como Reina nos regalan versos únicos y poemarios redondos de principio a fin. Una delicia si os gusta la poesía de verdad.

¿Cuáles han sido vuestras mejores y peores lecturas del año?

«Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee».

Miguel de Unamuno

Crítica: El día que se perdió la cordura

Título: El día que se perdió la locura

Autor: Javier Castillo

Editorial: Suma de letras (Penguin Random House)

He de reconocer que, cuando un libro sufre un boom “propagandístico” tan grande como es el caso, me entran ciertos recelos. Últimamente, y con la explosión de las redes sociales y especialización de algunos perfiles, cada vez tengo más claro que el mercado editorial ha cambiado de forma radical y que, ahora, los libros más vendidos (más promocionados, mejor distribuidos) no son siempre los mejores. Ahora influyen otros muchos factores y se prima la garantía de éxito (por uno u otro motivo) antes que la calidad.

Dicho esto, no quiero decir que este libro sea malo, ni mucho menos. Me gusta leer novela policíaca en verano y un alumno me lo regaló en el final del curso, así que me vino de perlas. Lo cogí con muchas ganas porque el principio es brillante, pero la historia ha ido perdiendo hasta haberlo terminado ya un poco por obligación (como me pasó con la serie “Perdidos”, no sé si me entendéis).

Estoy seguro de que hay muchísimas reseñas, pero os dejo, como siempre, con mi análisis de puntos fuertes, lo que más me ha gustado y lo que menos.

Puntos fuertes:

El inicio: como comentaba, el principio del libro te deja con la boca abierta (algo siempre fundamental). El autor consigue en muy pocas palabras engancharte y eso, está claro, es un punto a favor.

Capítulos cortos y con finales “lazo”: para este tipo de lecturas a mí, al menos, me gusta que la historia avance rápido y no perderme en capítulos larguísimos (hay algunos más largos en el libro y se me hacían un poco bola), así que he agradecido que sean breves. Además, los finales son de esos que te dicen “venga, sigue leyendo un poquito más…”, y eso también me ha gustado.

Lo que más me ha gustado: aunque insista, lo mejor del libro para mí, sin ninguna duda, es cómo empieza.

Lo que menos me ha gustado: aquí voy a hablar de dos aspectos. El primero es eso que comenté al principio, que la historia empieza muy bien y va perdiendo poco a poco hasta hacer que perdiera todo interés por saber qué ocurría al final. Hay algunos puntos que me chirrían mucho y que han ayudado que me haya ocurrido algo así, como una historia de amor que no me parece para nada creíble (por muy juvenil que sea), el tema secta (qué recurrente y qué poco me gusta) o el desenlace de algunas situaciones y personajes que tampoco me he terminado de creer. En segundo lugar, y tan importante como el primero, es que el libro tiene muchos errores orto-tipográficos y de estilo. El uso de la coma es bastante incorrecto. Hay descripciones que se nota que están metidas con calzador y que no pegan en absoluto. Los adverbios terminados en -mente (y yo no soy de esos que los tiene satanizados y que exige que no se usen jamás) es excesivo hasta el cansancio. Solo en la última página hay tres “ligeramente” (sí, tres), un “completamente” y un “rápidamente”. No sé a vosotros, pero a mí se me atragantan un poco. También he encontrado varios usos incorrectos de la perífrasis verbal “deber + de + infinitivo” y bastantes fallos más que, al ir sumando, hace que lea con menos interés.

Mi sensación final es, y lo digo sin ningún tipo de acritud, que un libro autopublicado llegó a un número de ventas muy importante (no entro en los motivos y, por supuesto, me parece maravilloso que el autor así lo haya conseguido) y que, como ocurre en ocasiones, una editorial potente quiso sacar beneficio (me parece igual de lícito) y se publicó la historia sin poner mucho empeño en corregir esos numerosos errores que van sumándose y que hacen un cómputo demasiado grande como para no tenerlos en cuenta a la hora de valorar el libro. Aun así (y aunque he sido más cañero de lo que esperaba), es una historia fácil de leer, entretenida y con momentos de intriga bastante buenos. ¿Lo recomendaría? Depende de a quién. ¿Leeré la segunda parte? No.

A los que lo habéis leído, ¿qué opinión tenéis? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

“Déjame contarte lo maravillosa que es la mente humana”.

Javier Castillo en “El día que se perdió la cordura”.