Título: Mãn
Autor: Kim Thúy
Editorial: Periférica
Hay amores que crecen con el paso de tiempo y con la insistencia, y eso es lo que me pasa con Kim Thúy y con Periférica.
Mi idilio con esta editorial no es tan reciente. Todo lo que he leído suyo me ha encantado, y sigo pensando que es una forma de editar casi perfecta. Libros bonitos, en la misma línea, con ese rojo tan atrayente, cómodos, ligeros… Me encantan, qué os voy a decir.
En cuanto a la autora, si con “Ru” https://jorgepozosoriano.com/2021/02/14/critica-ru/ descubrí a esta autora vietnamita (qué agradecido le estoy a esta fiebre oriental lectora) y pensé que leería más libros suyos, con “Mãn” lo he confirmado. Tengo algunas lecturas pendientes que me apetece mucho hacer (hoy mismo empezaré con “Territorio de luz”, de Yuko Tsushima), pero el tercer libro de Thúy, “Vy”, no tardará en llegar. Además, justo ayer, Periférica subió a su Instagram una publicación sobre esta maravillosa autora y anunciaron que, en septiembre, publicarán “Em”, su nueva novela. Sabéis quién se la leerá en cuanto salga, ¿verdad? (Por cierto, me encanta los títulos tan escuetos como cargados de significado, porque así es la literatura de Kim Thúy).
En esta novela se cuenta, de esa forma tan poética y cuidada de esta autora, la historia de “Mãn”, una inmigrante vietnamita en Canadá (como la propia Thúy) que encuentra su lugar en el mundo gracias a la amistad (qué personaje más bonito el de Julie), el amor (lo que me gusta encontrarme historias de amor reales y no las tan prefabricadas de muchos libros tan de moda) y, sobre todo, la cocina. Y, a través de la cocina, se nos muestra Vietnam, su Vietnam, sus sabores, olores, recuerdos, vivencias… Y qué forma tan bonita de viajar a Vietnam y al interior y a niñez de una autora como Thúy.
Una vez más, sin pretensiones. Con una pluma delicada y exacta, con un lenguaje medido al detalle, con una sencillez tan complicada de conseguir que casi no se encuentra en ninguna novela.
La estructura, esta vez, es algo distinta. La historia se cuenta desde términos que aparecen en vietnamita y en español (muchos, relacionados con ingredientes y comidas) y a través de los cuales se estructura la vida de “Mãn”. Muy original y, en mi opinión, muy acertado.
Como habréis imaginado, sí. Una vez más… MA-RA-VI-LLA.
Dicho esto, ahí voy con mi análisis.
Puntos fuertes:
La delicadez: es muy difícil escribir prosa con tanta poesía y que no sea un error enorme. La poesía es poesía y la prosa, prosa. Mezclarlas, casi siempre (y a no ser que se tenga un dominio absoluto de ambas), supone un texto complicado de leer. No es el caso. Esta prosa tan poetizada de Kim Thúy es perfecta. Al menos, para mí, lector asiduo de poesía.
La estructura: una vez más, como he dicho, la estructura me parece un acierto. Leer pequeños fragmentos que van hilando una historia tan dulce como la de la protagonista ayuda a que la lectura sea tranquila, a que tenga la pausa necesaria para leer a esta autora, experta en esa pausa.
El enamoramiento: lo puedo decir sin riesgo a equivocarme: Kim Thúy se ha convertido en una de mis escritoras favoritas. No tengo ninguna duda al respecto.
Vietnam: es un país que conozco muy poco, pero que siempre me ha fascinado. Por esa razón, encontrar tantos fragmentos de Vietnam en los libros de Thúy es un regalo que estoy disfrutando como un niño pequeño.
Lo que más me ha gustado: vuelvo a decir lo que dije al leer “Ru”: el lenguaje. No conozco muchos libros cuyo lenguaje me enamore de esta forma. Por decir algo distinto en cuanto a un aspecto que me ha gustado mucho, la forma en la que se trata la amistad y el amor me han encantado.
Lo que menos me ha gustado: imposible apuntar nada en este punto. Una auténtica delicia de lectura.
Mi sensación final es esa que os digo. Kim Thúy ha llegado a mi vida para quedarse, y haré que llegue a la vida de más personas recomendándola y regalándola.
“Me saludó con el entusiasmo de una arqueóloga que hubiese descubierto la huella del primer beso”.
Kim Thúy, Mãn
Título: Mãn
Autor: Kim Thúy
Editorial: Periférica
Hay amores que crecen con el paso de tiempo y con la insistencia, y eso es lo que me pasa con Kim Thúy y con Periférica.
Mi idilio con esta editorial no es tan reciente. Todo lo que he leído suyo me ha encantado, y sigo pensando que es una forma de editar casi perfecta. Libros bonitos, en la misma línea, con ese rojo tan atrayente, cómodos, ligeros… Me encantan, qué os voy a decir.
En cuanto a la autora, si con “Ru” https://jorgepozosoriano.com/2021/02/14/critica-ru/ descubrí a esta autora vietnamita (qué agradecido le estoy a esta fiebre oriental lectora) y pensé que leería más libros suyos, con “Mãn” lo he confirmado. Tengo algunas lecturas pendientes que me apetece mucho hacer (hoy mismo empezaré con “Territorio de luz”, de Yuko Tsushima), pero el tercer libro de Thúy, “Vy”, no tardará en llegar. Además, justo ayer, Periférica subió a su Instagram una publicación sobre esta maravillosa autora y anunciaron que, en septiembre, publicarán “Em”, su nueva novela. Sabéis quién se la leerá en cuanto salga, ¿verdad? (Por cierto, me encanta los títulos tan escuetos como cargados de significado, porque así es la literatura de Kim Thúy).
En esta novela se cuenta, de esa forma tan poética y cuidada de esta autora, la historia de “Mãn”, una inmigrante vietnamita en Canadá (como la propia Thúy) que encuentra su lugar en el mundo gracias a la amistad (qué personaje más bonito el de Julie), el amor (lo que me gusta encontrarme historias de amor reales y no las tan prefabricadas de muchos libros tan de moda) y, sobre todo, la cocina. Y, a través de la cocina, se nos muestra Vietnam, su Vietnam, sus sabores, olores, recuerdos, vivencias… Y qué forma tan bonita de viajar a Vietnam y al interior y a niñez de una autora como Thúy.
Una vez más, sin pretensiones. Con una pluma delicada y exacta, con un lenguaje medido al detalle, con una sencillez tan complicada de conseguir que casi no se encuentra en ninguna novela.
La estructura, esta vez, es algo distinta. La historia se cuenta desde términos que aparecen en vietnamita y en español (muchos, relacionados con ingredientes y comidas) y a través de los cuales se estructura la vida de “Mãn”. Muy original y, en mi opinión, muy acertado.
Como habréis imaginado, sí. Una vez más… MA-RA-VI-LLA.
Dicho esto, ahí voy con mi análisis.
Puntos fuertes:
La delicadez: es muy difícil escribir prosa con tanta poesía y que no sea un error enorme. La poesía es poesía y la prosa, prosa. Mezclarlas, casi siempre (y a no ser que se tenga un dominio absoluto de ambas), supone un texto complicado de leer. No es el caso. Esta prosa tan poetizada de Kim Thúy es perfecta. Al menos, para mí, lector asiduo de poesía.
La estructura: una vez más, como he dicho, la estructura me parece un acierto. Leer pequeños fragmentos que van hilando una historia tan dulce como la de la protagonista ayuda a que la lectura sea tranquila, a que tenga la pausa necesaria para leer a esta autora, experta en esa pausa.
El enamoramiento: lo puedo decir sin riesgo a equivocarme: Kim Thúy se ha convertido en una de mis escritoras favoritas. No tengo ninguna duda al respecto.
Vietnam: es un país que conozco muy poco, pero que siempre me ha fascinado. Por esa razón, encontrar tantos fragmentos de Vietnam en los libros de Thúy es un regalo que estoy disfrutando como un niño pequeño.
Lo que más me ha gustado: vuelvo a decir lo que dije al leer “Ru”: el lenguaje. No conozco muchos libros cuyo lenguaje me enamore de esta forma. Por decir algo distinto en cuanto a un aspecto que me ha gustado mucho, la forma en la que se trata la amistad y el amor me han encantado.
Lo que menos me ha gustado: imposible apuntar nada en este punto. Una auténtica delicia de lectura.
Mi sensación final es esa que os digo. Kim Thúy ha llegado a mi vida para quedarse, y haré que llegue a la vida de más personas recomendándola y regalándola.
“Me saludó con el entusiasmo de una arqueóloga que hubiese descubierto la huella del primer beso”.
Kim Thúy, Mãn
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