Rematando/ Closing it up

Ha pasado tiempo, tu cabeza se ha liberado un poco y tienes los consejos y opiniones de algunos lectores. ¿Qué hay que hacer? Corregir.

No penséis que es solo cambiar algunos errores, ojalá. Se trata de corregir, ampliar, quitar, recolocar… y estrujarte muchos los sesos. Mucho. Pensad que habéis terminado de hacer un puzle de muchas piezas y que, de repente, os cambian el dibujo y tenéis que rehacerlo. Algo así. Recolocáis una palabra, una frase, un párrafo, pero ya no os cuadra lo que tenéis antes ni lo que tenéis después.

Tened en mente que no será una sola revisión ni una sola corrección. Tendréis que hacer varias. Y, aun así, cuando hayáis terminado… No habréis terminado. Pero eso os lo contaré en el siguiente post.

“Todo el mundo dice que el error es el primer paso hacia el éxito, pero corregirlo es la escalera que te lleva a él”.

Biman Gandhi

 

It’s been some time, your head is free now and you have your readers’ advices and opinions. So what now? It’s time to for corrections.

Don’t think that it is just changing some mistakes, you wish. It is about correcting, adding, taking off, relocating… and wringing out your brain. A lot. Imagine that you have finished a big jigsaw puzzle and, unexpectedly, they change the drawing of the pieces and you need to do it again. Something like that. You relocate a word, a sentences or a paragraph, but then you need to relocate the previous or/ and the next ones.

Have in mind that it won’t be just one revision or just one correction. You will need to do more than one. And, even though, when you finish… You won’t finish. But I keep that part for the next post.

“Everybody says mistake is the first step to success, but correcting the mistake is the ladder to it”.

Birman Gandhi

Anuncio publicitario

¡He terminado el primer borrador!/ I have finished the first draft!

Después de poco (o mucho) tiempo, ya has puesto punto y final a tu libro. ¡Enhorabuena! Y, también, mis condolencias. “¿Por qué, si ya he terminado?” Siento deciros que no, que no habéis terminado ni mucho menos. Es más, os queda la que es (al menos para mí) la peor parte: las revisiones y/ o correcciones.

Antes, como una recomendación, os digo que no os lancéis a revisar nada más terminarlo, especialmente si es un escrito largo. Dejadlo reposar y, sobre todo, dejad que vuestras neuronas reposen. Mientras, podéis seleccionar a algunas víctimas que lean vuestra historia y que hagan de un primer filtro. Podrán apuntar errores que encuentren, haceros preguntas o comentarios que os ayuden a cambiar algunas partes o que, simplemente, os digan qué les parece. Con todo eso, os será mucho más fácil volver a sentaros al teclado.

“Puede que debas pelear una batalla más de una vez para ganarla”.

Margaret Thatcher

 

After a bit (or a lot) of time, you’ve written the final dot in your book. Congratulations! And, also, my comdolences. «Why? I’ve said I have finished!» I am afraid to tell you that you haven´t, you haven´t finished at all. Furthermore, you still have to do the (unless for me) worst part: revision and/ or correction.

Before so, as a recommendation, I ask you not to start right after you have finished. give it a rest and, more important, give your neurons a rest. In the meantime, you can select some victims to read your story and to be the first filter. They can spot some mistakes, make you some comments or questions that will help you to change some parts or, simply, they can tell you what they think about it. With all that, it will be much easier to come back to the keyboard.

«You may have to fight a battle more than once to win it».

Margaret Thatcher

Un poco de ayuda/ A little help

Ahora que “El destino de Tamarán” está terminado, he puesto a “trabajar” a mis correctores oficiales… David ya hizo una revisión a fondo que me ayudó muchísimo. Manuel también hizo lo propio, dándome consejos (como siempre) utilísimos. Almudena. Mónica. Sara. Felipe. Y, por supuesto, mi primera lectora… ¡Mi madre!

Después de la paliza mental que supone terminar cualquier texto, es normal que muchos errores, ya sean ortográficos, de estilo o de cualquier tipo, así que es muy aconsejable que unos ojos ajenos le echen un vistazo con papel y boli a mano para ir anotando lo que encuentren.

Creedme, aunque penséis que vuestros textos estén perfectos y sepáis que vosotros mismos los habéis revisado un millón de veces, seguirá habiendo errores que no podréis ver. Vuestros amigos o familiares, si están dispuestos, os ayudarán a encontrarlos.

Vosotros lo agradeceréis, vuestros textos, también, y si vuestra idea es mandarlo a alguna editorial, seguro que todo estará mucho más correcto y que también lo agradecerán.

Así que, ya sabéis, escribid, revisad y sobornad a vuestros allegados para que ofrezcan un poco de ayuda. Seguro que ellos, aunque no os lo digan, también os lo agradecen.

“Solo tenemos lo que damos”.

Isabel Allende

Now that “El destino de Tamarán” is finished, my oficial correctors are “working” on it… David made an intensive revision that helped a lot. Manuel also revised it, giving me some advises as useful as always. Almudena. Mónica. Sara. Felipe. And, of course, my first reader… My mum!

After the mental fatigue due to finishing a text, it is normal that many mistakes, ortographical, of stile or any other type, so it is very recomendable that other eyes can take a look at it with a pen and some paper to write down everything they find out.

Believe me, even if you think that your texts are perfect and you have revised them a million times, there will be some erros still that you will not be able to see. Your friends or family, if they want to do it, will help you to find them out.

You will be welcome, your texts will be as well, and, if your idea is sending them to a publishing house, you can be sure that they will be more correct and the editors will be welcome too.

So, write, revise the texts and blackmail your closest friends or family members to offer you a little help. They will be welcome as well, even if they do not say it.

“We only have what we give”.

Isabel Allende

Fin/ The end

Pues sí. Hoy, día 7 de abril de 2014, en mi casita en Londres, puedo decir que la revisión final de «El destino de Tamarán» ha terminado, y estoy taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan contento… 🙂

Ha sido muchísimo esfuerzo; muchísimos días; muchísimos quebraderos de cabeza; muchísimas ideas apuntadas en el móvil, en la agenda, en cualquier lugar donde pudiera anotarlas para que no se me olvidaran… Finalmente, el libro está terminado.

El resultado final han sido 261 páginas divididas en 28 capítulos. Solo espero que, si he de hacer una nueva revisión, sea de la mano de alguna editorial.

Por el momento, toca esperar y decidir qué es lo siguiente que voy a escribir

Un abrazo inmenso a todos y ¡gracias por estar siempre ahí!

«La vida no es fácil, para ninguno de nosotros. Pero… ¡Qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa y que esa cosa hay que alcanzarla, cueste lo que cueste».

Marie Curie

Yes, today, the 7th of April of 2014 I can tell that the final revision of «El destino de Tamarán» is finished, and I am soooooooooooooo happy… 🙂

It has been a lot of effort; a lot of days, a lot of ideas written down in my mobile phone, my planner or any other place where I could write them not to be forgotten… Finally, the novel is ready.

The final result has been 261 pages in 28 chapters. I just hope that, if I have to revise it once again, it would be helped by some publishing house.

From now and on, I just can wait and decide what will be the next thing that I write…

A big hug for all of you and thanks for being always there!

«Life is not easy for any of us. But what of that? We must have perseverance and above all confidence in ourselves. We must believe that we are gifted for something, and that this thing, at whatever cost, must be attained».

Marie Curie

Y las musas llegaron…

Una idea que siempre tuve clara cuando supe que iba a venir a Londres era que iba a aprovechar todo el tiempo que pudiera para escribir. Pues bien, no lo he hecho tanto como me habría gustado. Primero, porque en el portátil que traje, el de mi padre (¡gracias, papi!) no tenía el paquete de Office, así que tuve que esperar a encontrar uno. Después, mi casa, aunque muy bonita, no es muy cómoda para escribir. Tengo dos opciones: cama o taburete en la barra de la cocina. No, ninguna de las dos es aconsejable para mi ya de por sí molida espalda.

La siguiente opción era hacer lo que la genial J. K. Rowling, esto es, ir a escribir a una cafetería. Sí, suena genial, lo sé, pero… ¿Y lo calentito que se está en casa? Al final, siempre optaba por plantarme el pijama y tratar de avanzar en la revisión de «El destino de Tamarán», con fatales resultados tanto para la novela como para mi columna vertebral y mi cuello.

Pero esta semana, por fin, he vencido a la pereza y he bajado a un Costa Café que tengo al lado de casa (con sus sillas y sus mesas, que tanto echo en falta). Y las musas llegaron… ¡Por fin! Vale que el café es un poco caro y no es el mejor del mundo, pero ha sido una mañana muy, muy, muy provechosa. No solo he terminado la escena que se me estaba atragantando, sino que he sido capaz de cuadrarla dentro del capítulo en cuestión, corregirlo y avanzar hasta el siguiente capítulo. Tengo que seguir cambiando algunas cosillas por estos añadidos que estoy haciendo, pero estoy muy contento con el resultado y muy orgulloso de, por fin, haberme dado cuenta de que «la Rowling» sabe de esto de escribir un poquito más que yo… Y, si ella buscó la comodidad de las cafeterías escocesas, yo haré lo propio con las londinenses.

Por el momento, parece que, definitivamente, arranco en serio. ¡Deseadme suerte!

“El fracaso implicó deshacerse de todo lo innecesario. Dejé de fingir ante mí misma ser algo que no era, y comencé a dedicar todas mis energías a terminar el único trabajo que me importaba”.

J. K. Rowling (tenía que ser una frase suya).

El proceso de revisión

Sí, aún sigo esperando noticias sobre fechas de «Las bufandas de Lina y otros cuentos animalados»… Menos mal que tengo paciencia casi ilimitada… 😉 Así que, antes que seguir esperando sin más, he decidido continuar con algunos de los proyectos que tengo empezados.

El principal de todos, como ya sabéis, es la primera parte de «El destino de Tamarán». Hace un par de semanas publiqué la entrada en la que incluí opiniones positivas de algunas personas que lo han leído, «Gusanillos que pican«. Esta semana, voy a hacer lo contrario. Casi todas las personas que han podido leerlo han tenido las mismas críticas en cuanto a lo que se podría mejorar y/o cambiar, añadir, eliminar… Y siempre he sido bastante inteligente al respecto, pues he intentado hacerles todo el caso posible.

Algunos de los comentarios me informan de que la trama podría enmarañarse bastante más; que algunos personajes pueden tener mucha más vida; que Gabriel, el protagonista, muchas veces está a la sombra de otros personajes; intentar que el narrador no tenga tanta información; reubicar los momentos de realidad (ya lo entenderéis) para que no resulten pesados; crear más expectaciónGRACIAS, tanto a las editoriales como a los amigos, familiares y conocidos que lo habéis leído y me habéis dado tantos buenos consejos 🙂

De momento, el resultado es que he añadido más de cincuenta páginas desde el primer borrador; he incluído nuevas tramas para intentar que el lector se enganche más a la historia; hay mucho más sobre casi todos los personajes, entre ellos Gabriel; los momentos de realidad, salvo alguna excepción en la que es imposible, están al final de algunos capítulos; hay más información sobre Tamarán y sus distintos reinos… En definitiva, y siempre desde mi opinión, creo que está quedando muchísimo mejor y espero que, una vez que acabe con esta revisión y lo envíe a las editoriales, lo vean con mejores ojos. Y espero, también, que el hecho de tener un libro ya publicado no les haga tener tanto miedo a la hora de publicar.

Mientras que ese momento llega, seguiré leyendo, releyendo, corrigiendo, revisando, cambiando, suprimiendo, añadiendo, reubicando… Vamos, volviéndome loco, que no es un trabajo nada fácil…

¡Necesito vuestros ánimos! 🙂 Y he visto que todas las semanas recibo bastantes visitas de países distintos al mío, sobre todo latinoamericanos, y me encantaría que, alguna vez, me dejarais un comentario  presentandoos y que me dierais vuestra opinión, pues la apreciaré tanto como siempre hago.

¡Un abrazo a todos! (Sí, estoy con muchas ganas de seguir avanzando… ¿Me acompañáis?)

«Cometer un error y no corregirlo es otro error».

 Confucio

Gusanillos que pican

Liado otra vez con una revisión más de “El destino de Tamarán”, he creído conveniente quitarle el polvo a algunas de las críticas y opiniones que ha recibido hasta ahora para venirme un poco arriba. Algunas vienen de amigos. Otras, de conocidos. Algunas otras, de editoriales. Por supuesto que también hay (y habrá) opiniones negativas, pero ahora mismo, metido como estoy en la revisión, prefiero pensar en las buenas, que me animo más.

Las comparto con vosotros para ver si consigo que os pique un poco el gusanillo y os volváis una masa numerosísima que reclame a las editoriales que lo publiquen porque necesitáis leerlo como el respirar 😉 Ya me iréis diciendo…

“Destaca la corrección en el estilo y te aseguro que eso es bastante bueno”.

“Creemos que tiene méritos importantes, como por ejemplo la primera transición entre la historia realista y el relato de fantasía, que es suave desde un punto de vista narrativo y muy apropiada como presentación de los dos mundos en los que se mueven los personajes”.

“Jorge Pozo, con una trilogía en preparación que ahonda en el género, aprovechando riquezas de nuestra tradición, como los nombres y ritos de la cultura Guanche. No le quiten ojo tampoco a este joven con vocación de clásico, háganme caso”.

Me encanta cómo escribes, el libro es una pasada, me gusta mucho el continuo contraste de realidad y ficción que haces, y cómo utilizas el sentimiento para encauzar y enganchar la historia, me gusta cómo continuamente pones parte de ti en el libro, y lo haces de alguna forma biográfica. Me voy imaginando a los personajes, el Gran Gélido, por ejemplo…”

“Comentarte que en las primeras 10 paginas me has cautivado y has hecho que casi llore en una ocasión, no se si es lo que querías o si acaso importa mi reacción pero por el momento el libro me esta encantando! Seguiré leyendo, aunque te advierto que soy una lectora lenta, y espero que tu proyecto siga viento en popa!!! Me encanta como escribes! Felicidades!”

“A mí me parece muy interesante, juega con ese hilván de lo real y lo fantástico que ha dado tan buenos resultados con Narnia, por ejemplo, o Laura Gallego. Es un chico muy joven, pero yo creo que es un diamante en bruto, con una narrativa y un estilo muy solvente”.

“Tienes una imaginación fantástica, en serio. Creo que, en serio, naciste para escribir!! Me gusta la historia, el estilo, me gusta cómo expresas las emociones humanas y … Me quedó con ganas de leer más… Te seguiré apoyando, porque me parece que de verdad te mereces ser escritor, que te publiquen todo lo que escribas y poder hacer lo que te gusta”.

¿Qué decís? ¿Tenéis ganas de saber más sobre «El destino de Tamarán?

“Tras el vivir y el soñar está lo que más importa: despertar».

Macrobio

El destino de Tamarán…

Los que me conocéis o sois asiduos al blog sabréis qué significa Tamarán… En realidad, significa dos cosas.

Tamarán, como palabra, es el nombre que los guanches le dieron a la isla de Gran Canaria, y significa «tierra de valientes».

Por otra, es parte del título de una saga que espero poder publicar algún día. El primer libro ya está escrito, aunque sigue en proceso de revisión, que está siendo mucho más costoso que escribirlo, aunque absolutamente necesario. Se trata de una saga de lo que se conoce como literatura juvenil fantástica, con elementos parecidos a los que pueden aparecer en Las crónicas de Narnia, Memorias de Idhún o La historia interminable, sin que esto sirva como una comparación con ninguna de ellas.

Empecé a escribirlo el año que estuve viviendo en Florencia, después de un sueño en el que un niño descendía por un sendero hasta que encontraba una cascada que alimentaba un lago. Al principio no pensé que de ese sueño fuera a salir algo tan «ambicioso». Quizás un relato corto, un cuento… Pero nunca creí que escribiría un libro de, por el momento, más de doscientas páginas (a ordenador), ni mucho menos que tuviera en mente ya las dos partes siguientes e, incluso, comenzada la segunda.

La verdad es que ha sido un trabajo muy duro, pero he podido experimentar la increíble sensación de ir dándole vida a los distintos personajes, de crear piedra a piedra un mundo totalmente nuevo, de tomar decisiones sobre todo lo que iba aconteciendo… Seguro que aún tengo que mejorar muchas cosas, que todavía me quedan muchas horas delante del ordenador cambiando, eliminando o añadiendo nuevas palabras, pero tengo la ilusión de que, algún día, todos podáis leer algo más que este principio que os dejo… ¡Espero que os pique el gusanillo! Por supuesto, la ilustración para la portada es de Marta Marbán de Frutos.

Hay instantes en los que la rueda de la vida puede dar un giro tan brusco que todo lo que nos rodea, sin apenas esperarlo, se desmorona ante nuestros propios ojos. Momentos en los que nuestra existencia se ve transformada de repente, sin que podamos hacer nada para evitarlo. De este modo, la vida de Gabriel cambió en un solo instante, en un solo momento, y ya nunca volvería a ser la misma.

Papá, y ¿por qué?

¿Por qué, qué, hijo?

¿Por qué la gente tiene que morir?

Gaby, la gente muere porque se hace mayor. Más que morirse es como acabárseles la vida, como una estrella a la que se le apaga la luz.

¿Y los niños? ¿Los niños por qué mueren?

Los niños están llenos de luz, hijo, pero a veces esa luz también se apaga, y cuando sucede es algo tan incomprensible que la gente que conoce a ese niño también se queda casi a oscuras, también se va quedando sin luz.

Y así era como se sentía Ángel desde el accidente, en la más profunda oscuridad.

«Es el mundo de las Fantasías humanas. Cada parte, cada criatura, pertenecen al mundo de los sueños y esperanzas de la humanidad. Por consiguiente, no existen límites para Fantasía…»

Michael Ende, La historia interminable