Título: La manzana de Eris
Autor: Marina Casado
Editorial: Cuadernos del laberinto
Colección Estrella Negra
Leer narrativa escrita por poetas aporta –si viene de buenos o buenas poetas– seguridad a la hora de saber que se va a tratar de un libro, como poco, bien escrito. Sabiendo como sé desde siempre que Marina Casado es una muy buena poeta, supe que esta ‘Manzana de Eris’ iba a ser uno de esos casos. Y lo ha sido, como no podía ser de otra forma.
Ese es un debate que a veces mantengo con otros escritores, el de si es más fácil encontrar a buenos narradores que escriban buena poesía o buenos poetas que escriban buena narrativa. La postura que siempre defiendo es que, en mi opinión, es más sencillo lo segundo. Sé de muchos narradores muy buenos que se lanzan a escribir poesía con resultados más que cuestionables. Sin embargo, conozco también muchos casos de buenos y buenas poetas que escriben muy buena narrativa, como la propia Marina, Manuel Francisco Reina, Rafael Soler, Elsa López o Antonio Hernández. El oficio que la poesía requiere es un muy buen aliado para escribir cualquier tipo de texto, siempre, eso sí, que hagamos el trabajo que va asociado a escribir géneros distintos. No por ser buen poeta se es buen narrador, pero sí es más probable que así ocurra (insisto, en mi opinión).
Debates aparte, este es un libro muy esperado tanto por la autora como por sus lectores. Con una base poética incuestionable –además de una novela juvenil y varios ensayos–, Marina publica por primera vez narrativa para adultos, y lo hace con novela negra y de la mano de una editorial como Cuadernos del laberinto, que es garantía de trabajo bien hecho. El resultado es una historia muy interesante y muy bien editada, simbiosis, esta, no tan fácil de encontrar hoy en día.
Marina nos regala una historia de investigación periodística sobre algo tan real como la existencia de empresas poco fiables que, sin embargo, gracias a las redes sociales, a una buena campaña de marketing y a la desesperación de algunas personas, venden humo como si estuvieran vendiendo el elixir de la juventud, sin importarles los problemas de salud, física y emocional, que puedan derivar de productos con escasa o nula evidencia científica o médica.
Y, como decía al principio, qué bien escrita está. Y qué interesante es, qué trepidante, cómo engancha. Y qué gusto poder seguir descubriendo nuevas facetas de Marina, porque, en este libro, está la Marina poeta (y que no deje de estar nunca), pero, sobre todo, están la Marina periodista, la Marina narradora y la Marina persona. Y eso, qué queréis que os diga, es un lujo, porque Marina, en cualquiera de sus versiones, es una maravilla.
Si os gusta la novela de investigación, con finales de capítulo que te obligan a seguir leyendo, con personajes tan bien creados que no esperas prácticamente de sus actuaciones, con un lenguaje cuidado, con su dosis exacta de lenguaje poético, entretenido, vertiginoso… leed esta Manzana de Eris, leed a Marina. Yo la he disfrutado muchísimo.
Lo que más me ha gustado: eso mismo de lo que hablo, poder seguir conociendo más y mejor a Marina, como persona y como escritora, además del hecho de que, de verdad os lo digo, el libro te atrapa desde la primera página.
Lo que menos me ha gustado: que se lea más a autores nacionales bestseller de novela negra que no escriben ni la mitad de bien.
“La amistad es una inocente sobrevaloración, un pulso perdido con la finitud”.
La manzana de Eris, Marina Casado