Crítica: El mago de Oz

Título: El mago de Oz

Autor: Lyman Frank Baum

Editorial: Gribaudo

Ilustraciones: W. W. Denslow

El mago de Oz es (era) uno de esos libros pendientes que seguían acumulando polvo, junto a otros tantos. “Ya lo leeré”. “Ahora no me apetece”. “Seguro que en algún momento”. Pues, bien, por fin puedo decir que lo he leído y os confirmo que sí, que me ha gustado mucho. Uno de los clásicos imprescindibles de la literatura infantil y juvenil, sin duda.

He de decir que me ha recordado mucho a Alicia en el País de las Maravillas. Una historia en la que una niña, acompañada por gente peculiar, recorre un lugar desconocido para volver a casa. Personajes fantásticos, fantasía, algo de magia, aprendizajes… Publicados más o menos en la misma época, este tipo de literatura tenía un público cada vez mayor, por lo que es normal que surgieran algunas de las novelas para niños y jóvenes más importantes de la literatura universal (se nota que este fue el tema que me tocó en la oposición… jeje).

Sabéis que no soy muy fan de los best-sellers, pero sí lo soy de los long-sellers, como es el caso. Que un libro venda mucho en un momento concreto (por motivos, casi siempre, muy distintos a los literarios) tiene poco mérito; pero que un libro venda a lo largo de los años (El mago de Oz se publicó en 1900) y se sigue publicando en ediciones tan bonitas como la de Gribaudo (con las ilustraciones originales y un póster incluido) dice mucho de un libro. Es cierto que las películas ayudan mucho a la popularidad, pero los libros siguen ahí, y eso es de admirar.

Lo bueno de estas historias (uno de los puntos buenos) es que da igual que las conozcamos, que sepamos lo que pasa, porque es tan buena literatura y suponen una lectura tan agradable que el resto no importa. Además, en los tiempos que corren, que niños y niñas puedan leer sobre valores como la importancia de la amistad, el amor propio, la perseverancia o la autoaceptación siempre es positivo, y este libro está repleto de todo eso.

Es divertido, tierno, mágico, ameno, tiene mensajes muy buenos, las ilustraciones son preciosas, los personajes son geniales, hay brujas (¡pensad en Wicked!), animales que hablan… ¿Qué más se le puede pedir a una historia?

Por lo pronto, voy a buscar la película para volver a verla, además de ir pensando en ver Wicked en el cine (el musical en Londres me encantó).

Lo que más me ha gustado: leerlo por fin después de tantos años, además de hacerlo en una edición tan cuidada como esta.

Lo que menos me ha gustado: ¡que se me ha pasado rapidísimo!

“Es más fácil lograr lo que uno desea si se dirige en la dirección correcta”.

Lyman Frank Baum

Crítica: Verano en el asteroide

Título: Verano en el asteroide

Autora: Manuel López Gallego

Editorial: Edelvives

XXIII Premio Alandar

La semana pasada tuve el gusto de ir a los Premios Edelvives, en el Espacio Delicias de Madrid.

Ya sabéis que me gusta mucho leer literatura infantil y juvenil y, la verdad, últimamente, entre el trabajo y la poesía, la tenía bastante olvidad. Por suerte, al terminar el acto nos entregaron una bolsa con este Premio Alandar y con el Premio Ala Delta, de literatura infantil.

Por casualidades de la vida, resulta que este libro tiene sus cimientos en “El principito” y, sobre todo, en su autor, Antoine de Saint-Exupéry. Aunque no he leído nada aparte de “El principito” (que es, como sabéis, uno de mis libros favoritísimos y con el que siento una conexión enorme), la figura de Saint-Exupéry siempre me ha interesado mucho, y en este libro se habla muchísimo de su historia, de su biografía, de curiosidades, de sus libros… Vamos, todo un acierto que me ha hecho disfrutar muchísimo de la lectura.

Apoyado en esa historia, y con citas de libros de Saint-Exupéry al inicio de cada capítulo, el protagonista avanza en su periplo vital hasta obtener su lugar en el mundo. Con una familia desestructurada, un ambiente en el colegio y en el barrio que no ayudan y una personalidad por formarse, Horacio encuentra su espacio en un lugar lleno de referencias al su autor favorito, lejos de aquello que le complica la vida.

En este libro se habla de la superación personal, de atravesar el divorcio de los padres, el egoísmo y la inmadurez de un padre que no supera sus traumas, del acoso (permitidme que, como siempre hago, no le añada el “escolar”), de los sueños, de ese periodo tan complicado en nuestra existencia que es nuestra adolescencia, dándonos algunas pistas sobre cómo poder lidiar con ella.

Un muy buen libro, la verdad. Entretenido, bien escrito, con algo de intriga, con un personaje de los que se recuerdan y con mucho, mucho Saint-Exupéry.

Lo que más me ha gustado: la historia me ha gustado, pero (no podía ser de otra forma) me quedo con el acierto de incluir a Saint-Exupéry casi como un personaje más.

Lo que menos me ha gustado: ver cómo muchos (¿demasiados?) libros juveniles se valen del acoso como punto de partida. Me parece perfecto que se hable de un problema que existe, pero creo que se está abusando un poco…

“El mayor bien de un hombre es la paz”.

Manuel López Gallego

Crítica: Un cocodrilo para Laura

Título: Un cocodrilo para Laura

Autor: Beatriz Osés

Ilustrador: Miguel Ángel Díez

Editorial: Edebé

Hoy es el día perfecto para subir la reseña de esta preciosidad de mi talentosísima amiga Beatriz Osés.

Os preguntaréis por qué. La respuesta está en las primeras palabras que aparecen en la contracubierta: “Cuando muere su madre, Laura…”.

Así que, sí. Hoy, Día de la Madre, uno de los días más feos para quienes hemos perdido a la nuestra, es el momento más oportuno.

Porque no hay tanta literatura infantil que trate el tema de las pérdidas de los seres queridos, del luto al que (por desgracia) también tienen que hacer frente algunas personas en edades muy tempranas. Es un tema complicado, sí, pero, contando con la envidiable imaginación de Beatriz y con su pericia narrativa, el resultado es esta maravilla de historia.

Con el humor que caracteriza su obra –además de la ternura–, “la Osés” nos regala un relato de aventuras, de amor propio, de amistad, de fortaleza, de bondad y, también, trata esos temas tan complicados como el propio luto, el acoso, la tristeza o la soledad. Temas, por otra parte, tan del día a día como necesarios. Porque siempre es positivo ofrecer comprensión y empatía a los peques, validar sus sentimientos, ser abrazo, oído y cobijo, y Beatriz, con sus libros, con este cocodrilo, es todo eso reunido en un libro.

Por razones como esta (además, por supuesto, de por lo divertido que es leer) es tan importante la literatura infantil y juvenil, porque se acerca a esos pequeños lectores, los acompaña, los escucha y, a veces, les da algunas de las respuestas que más necesitan.

Por razones como esta son tan importantes editoriales como Edebé.

Por razones como esta son tan importantes las autoras como Beatriz Osés

Lo que más me ha gustado: ver cómo esos temas pueden tratarse de una forma tan genial como esta.

Lo que menos me ha gustado: que haya peques que busquen estas historias por haber perdido a sus madres tan pronto.

¿Conocíais a la autora? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

“A veces, los niños que han sufrido la pérdida de un familiar lo sustituyen por un amigo imaginario”.

Beatriz Osés en “Un cocodrilo para Laura”.

Crítica: Ventanas

Título: Ventanas

Autor: Paloma González Rubio

Editorial: Anaya

Desde que conozco a Paloma, tengo varias certezas sobre ella, entre las que destaco dos: es buena persona y es buena escritora.

Lo primero lo supe desde siempre, más aún cuando me llegó por parte de una persona a la que adoro, ni más ni menos que Beatriz Osés. En cuanto a lo segundo, si bien ya había leído algo, he tenido que esperar (más de la cuenta, sí) a leer un libro suyo para asegurarlo con la boca bien grande.

Y qué bien escribe… Qué corrección, qué limpieza, qué perfección en cada frase… Leer a Paloma González Rubio es sinónimo de calidad (no, no siempre ocurre), pero, además, leerla es ir, también, más allá de las típicas historias que se encuentran con facilidad en la literatura juvenil. Porque los temas que trata Paloma duelen porque son reales; porque hablan de personas desamparadas que existen en realidad; porque nos traen el horror que muchas personas experimentan durante su vida, ya sea por guerras, como es el caso de este libro, o por cualquier otro motivo. Y claro que otros temas tienen que tratarse en literatura juvenil, solo faltaba, pero me encanta que haya autores y autoras que nos regalan esos otros temas menos “comerciales” y permiten que los jóvenes (y los no tan jóvenes) puedan descubrir, también, esa parte menos amable de la humanidad. Paloma es una de esas autoras, y se me viene a la cabeza otra autora que me tiene enamorado como Chiki Fabregat. No os la perdáis, tampoco.

Este “Ventanas” es un libro duro, sí. Difícil, diría yo, pero precisamente por eso, por la dureza, porque está tan bien narrado que es imposible no empatizar con sus personajes, sufrir por y con ellos, querer meternos en la historia para poder ayudarlos. Además, sabiendo que la guerra sigue existiendo (algo que me alucina y me espanta, eso de no aprender de los errores del pasado, de matarnos los unos a los otros) y que la tenemos tan cerca, ¿cómo no pensar en todos esos niños que sufren por ella?

Quizá, si muchos jóvenes leyeran estas historias donde la guerra se ve como lo que realmente es, sin motivaciones ni argumentaciones a favor, la sociedad de mañana trataría de impedir que nuevos combates continúen desgastando el mundo.

Gracias, Paloma, por regalarnos esta historia tan dura como real.

Lo que más me ha gustado: además de leer, por fin, a Paloma, eso que os digo, descubrir libros juveniles menos “alegres”, pero tan, tan necesarios.

Lo que menos me ha gustado: saber que, como casi todo en la literatura, esta historia ocurre, esos niños ocurren.

“Es el resplandor de un fuego que calienta”.

Ventanas, Paloma González Rubio

Crítica: Recuérdame por qué he muerto

Título: Recuérdame por qué he muerto

Autora: Chiki Fabregat

Editorial: DNX

Leer a Chiki es garantía de varias certezas.

Por un lado, se sabe que se va a leer la historia con su imagen constante en la cabeza, porque es de esas personas que se proyectan allí donde hay un trocito suyo.

Se sabe, también, que vamos a leer con un cierto (y bienvenidísimo) temor a ir recibiendo algunos pellizquitos, porque Chiki no escribe sin más. Chiki escribe para quedarse. Y se queda.

Por supuesto, se sabe que se va a leer un buen libro. Un libro pensado, trabajado, sentido, querido y muy bien escrito. 

Se sabe, por lo tanto, que hay que estar pendiente de las novedades que publica, porque son libros que siempre merecen ser leídos.

Por suerte para mí, conocerla y sentirme amigo suyo es un punto más a favor de leerla. Y la leo y leeré siempre que pueda. Porque la admiro, la respeto y, por qué no decirlo, la quiero. Se hace querer esta mujer, qué vamos a hacerle.

Y, después de sacarle un poco los colores, quiero hablar un poco de esta novela, que es para lo que hago estas reseñas.

No es sencillo (no lo es) escribir para un público infantil y/o juvenil. Es un público muy exigente, muchísimo, y con unos gustos muy establecidos. Hay que ser cautos con el lenguaje, con los temas, con las expresiones, con las situaciones que se narran… Y hay que ser muy, muy creíbles. Y Chiki maneja todos esos aspectos a la perfección. 

Después de enamorarme de su literatura con “El cofre de Nadie”, este “Recuérdame por qué he muerto”sube la apuesta que haría siempre por ella. 

Tratar este tema, el de la muerte, el del suicidio, además de otros muchos como el racismo, el amor, la lealtad, la valentía, la amistad o el perdón, requiere de un tacto muy preciso, de una casi obligación de ser muy precisos en cada palabra que se escribe, y sé de buena tinta que Chiki ha ejercido la escritura con dedicación de artesana, de hilandera.

Se nota en los diálogos, en las emociones que sienten los personajes y que nos arrastran con la fuerza de un tsunami, en esos pellizcos de los que hablo y que nos van dejando marcas en el cuerpo según leemos. Porque Chiki se queda al quedarse en nosotros sus historias, sus personajes, sus latidos.

Es un libro tan duro como necesario. No duro en el sentido de que se haga pesado ni complicado, sino porque se te mete muy dentro, te hace pensar, reflexionar, parar y dedicarle tiempo a valorar lo que se tiene y lo que no, a quien se tiene y a quien se ha perdido, a observar y a observarnos, a vivir con el ímpetu de una tormenta. Y eso es bueno, amigos y amigas, y es una de las razones por las que la literatura es tan necesaria. Uno de los motivos por los que este libro es necesario.

Lo que más me ha gustado: ver, como digo, que un tema tan complicado se trata con tanta delicadeza, con belleza, porque “Hay belleza en la muerte.  Y la hay en la pena, en el dolor”. Gracias, Chiki.

Lo que menos me ha gustado: por poner(me) un pero, que este verano ha sido tan caótico que no he podido leerlo del tirón, y tantos parones me han sacado un poco de la historia.

¿Habéis leído ya a Chiki? Si no es así, ¿cuándo vais a hacerlo?

Gracias y un abrazo para todos.

“Cada uno afronta el dolor como puede y nadie tiene derecho a decirte cómo debes hacerlo”.

Chiki Fabregat en “Recuérdame por qué he muerto”.

Crítica: El cofre de Nadie

Título: El cofre de Nadie

Autor: Chiki Fabregat

Editorial: SM

Premio Gran Angular 2021

Desde que vi la noticia de las ganadoras de El Barco de Vapor (mi querida Beatriz Osés, con su fantástica y divertida novela “Un bosque en el aire”, de la que os dejo el enlace a la reseña: https://jorgepozosoriano.com/2021/05/11/2016/ ) y de Gran Angular, con este “El cofre de nadie”, de Chiki Fabregat, supe que iban a ser dos libros que me iban a encantar.

Y no me he equivocado.

Sí, he tardado más de la cuenta en acércame a Nadia, la protagonista de la novela de Chiki, pero lo importante es que ya he llegado. Aproveché que la iba a conocer y a presentar el sábado pasado con motivo del Calendario Solidario de Escritoras de Literatura Infantil y Juvenil en Librería Taiga de Madrid y lo he leído. Y me ha encantado. Me han encantado. Chiki es estupenda y esta novela es una maravilla. Y hay que leerla. Y es genial que se premie este tipo de historias, con este tipo de personajes, con este tipo de relaciones, con la vida caminando por todas las aristas posibles, no solo por las más frecuentes (aunque no, por ello, más normales).

Que Chiki tiene talento no es necesario decirlo, aunque no está de más valorar que sigue habiendo buenas escritoras entre esos libros que no escriben escritoras ni escritores y copan las listas de ventas por motivos muy distintos a la calidad. Pero, además, en esa tarde que compartimos (y por lo que me cuentan de ella), es buena persona. Eso, en los tiempos que corren, vale doble. Porque es un amor, no puedo decir otra cosa.

La historia es genial desde el principio. Los personajes son reales, con actitudes reales, conversacionesreales (maravilla de conversaciones), con relaciones reales, problemas reales… ¡Qué difícil es encontrar esto en un libro! Y la forma de escribir de Chiki es… (imaginad emoticono con los ojos de corazón). He tenido la sensación constante de estar ahí, junto al resto de personajes, formando parte de su historia, conversando con ellos y ellas, preocupándome por lo que les ocurría, porque yo también estaba viviendo lo que les pasaba. Me ha pasado con muy, muy pocos libros, y, al final, es uno de los mayores logros que se pueden conseguir como escritor, como escritora. No puedo hacer más que darle la enhorabuena a Chiki y a SM por premiar esta historia.

Temas raciales, temas lgtbi, temas familiares, de amistad, de juventud… Sin estar metidos con calzador, como ocurre a veces, solo para “cubrir expediente”. No. Todo es absolutamente creíble, todo es tan real como lo es la vida. Y todo es precioso. ¿Se nota lo que me ha gustado el libro?

Lo voy a recomendar siempre que pueda, porque me parece uno de esos libros que los adolescentes tienen que leer. Me ha recordado, en ese sentido, a “La edad de la ira”, de Nando López. Libros de verdad, auténticos, de personas geniales. Libros necesarios escritos por personas necesarias.

Lo que más me ha gustado: últimamente me repito en esta frase, pero, además de lo que me ha encantado la novela (todo lo que he escrito antes), sobre todo eso que tiene para sentirte dentro de la historia, me quedo con haber conocido a Chiki. Me quedo con ella.

Lo que menos me ha gustado: no le cambiaría ni una sola coma. Es un libro perfecto, en todos los sentidos.

¿Conocéis a la autora? Si no es así, ¿buscaréis leer algo suyo?

¡Un abrazo!

“Para compartir información hace falta mucha menos confianza que para compartir un silencio”.

El cofre de Nadie, Chiki Fabregat

Crítica: Dónde van las tortugas cuando mueren

Título: Dónde van las tortugas cuando mueren

Autor: Beatriz Osés

Ilustradora: Ester García

Editorial: Edebé “Finalista Premio Edebé de Literatura Infantil 2015”

Vuelvo a la literatura infantil y lo hago de la mano de una de las grandes: Beatriz Osés.

Llevaba ya un tiempo leyendo literatura adulta (poesía, ensayo y novela), así que decidí buscar otro aire con este libro, que me envió la editorial Edebé (mil gracias) para completar mi colección de Beatriz (¡y todos dedicados!).

Es una historia breve, sencilla de leer, tierna (como los libros para niños de Osés), quizá más infantil y más sencilla de lo que esperaba, pero otra buena historia de la autora madrileña, muy apta como primera lectura.

No es el libro de Beatriz que más me gusta, pero se nota su pluma y eso siempre es un punto a favor.

Una buena historia para los niños que pierden una mascota, bien resuelta, con tres personajes con los que podrán identificarse muy bien y, como digo, fácil de leer.

Las ilustraciones de Ester García son bonitas (sin llegar a encantarme) y cumplen su función de dar algo de color al texto, algo que los y las peques agradecerán.

Lo que más me ha gustado: el tema, porque me gusta que los lectores que empiezan a leer tengan historias diferentes (y reales) a la mano. 

Lo que menos me ha gustado: quizá que, a pesar de haber sido finalista del Edebé, puede ser la historia que menos me ha gustado de la autora. Claro, que todo lo que había leído de ella me había encantado, así que gustarme algo menos sigue dejando al libro en muy buen lugar.

¿Conocíais a la autora? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

“Tal vez, entonces, Leopolda sacaría de nuevo su cabeza escondida y hablaría la lengua de los océanos”.

Beatriz Osés en “Dónde van las tortugas cuando mueren”.

Enredando voces con Iván Alfaro

No todo en la literatura son las letras. Sobre todo, me atrevo a decir, en la literatura infantil.

En unos libros que se ofrecen a los más peques, lo visual cobra una importancia tremenda.

Ahí es donde entran los y las ilustradores e ilustradoras

Son quienes ponen el color, la luz, el reflejo de las palabras de los autores. Qué tarea más maravillosa…

En esta nueva entrevista, en este nuevo “Enredando voces”, en Radio Off the Record, he querido conversar con uno de los ilustradores a los que más admiro: Iván Alfaro.

Lo conocí por las redes sociales y, al instante, me enamoré de su trabajo. No sé si os pasará lo mismo que me pasó a mí, pero, en cuanto vi cómo ilustraba, pensé que eran las ilustraciones de un niño con la maestría de un adulto. Y me ocurrió eso por la ternura, por la inocencia, por el amor que se ve en todo lo que hace.

No voy a aburriros más con mis letras.

Esta vez, el tiempo es para Iván. Para sus colores. Para su inocencia. Para su magia.

Espero que disfrutéis escuchando el podcast.

Crítica: El columpio de Madame Brochet

Título: El columpio de Madame Brochet

Autor: Beatriz Osés

Ilustrador: Emilio Urberuaga

Editorial: Edebé

Sigo conociendo más y mejor a Beatriz Osés y, cuanto más la conozco, más me gusta.

Y no solo me refiero a seguir leyendo libros suyos, que me encanta, sino, también, a haberla conocido en persona por fin gracias al Club de Lectura Infantil que organizo en la Librería Taiga y de seguir estrechando los lazos de la amistad que ya nos unen.

Hay que reconocer que, entre mucho sinsentido, las redes sociales nos traen, de vez en cuando, regalos en forma de personas, como ha sido el caso de Beatriz.

Este libro, que fue un regalo que me hizo, con dedicatoria incluida, ha sido una delicia. Si bien, en lo que se refiere a narrativa, me inicié en la pluma de Beatriz con “Benjamin Wilson y el caso de la mano maléfica” y me gustó mucho, esta historia, en mi opinión, la supera.

Me parece mucho más completa, absolutamente redonda, como un círculo anudado en los extremos. También me parece más divertida, más original, más entretenida y, en definitiva, mucho más libro. No en vano, fue finalista del Premio Edebé en 2016 y del Premio Nacional en 2018. Desde luego, es un libro que lo merece.

Mientras lo leía, se me iba formando una sonrisilla al pensar en algo que he confirmado nada más leer la última palabra y que le he comentado a Beatriz en seguida: si me dijeran que se ha descubierto una historia inédita de un autor que me encanta y me hubieran dado este libro para que lo leyera, no habría duda. Habría pensado que es una historia escrita por Roald Dahl.

Puede que suene atrevido. Roald Dahl es mucho Roald Dahl. Pero lo cierto es que, manteniendo el estilo ya muy reconocible para mí de Beatriz Osés, he descubierto muchos de los rasgos del genial escritor galés. Elhumor (a raudales); el protagonismo absoluto de los niños; la maldad de los adultos, especialmente de los padres; la pizca de magia… Muy en la línea de las mejores historias de Dahl, lo cual tiene un mérito inconmensurable, como os podréis imaginar.

Siempre digo que un buen libro infantil o juvenil tiene que ser capaz de gustar, también, al público adulto. Al menos en mi caso, Madame Brochet me ha enamorado de principio a fin, por lo que estoy segurísimo de que les encantará a los más peques.

De nuevo, las ilustraciones vienen de la maravillosa mano de Emilio Urberuaga, mejorando aún más este libro.

Una historia más que va a la lista de recomendaciones para mis alumnos.

Lo que más me ha gustado: ya que he leído casi todo de Roald Dahl, ha sido un regalazo poder revivir esas lecturas que tanto disfruté, sabiendo, además, que estaba leyendo a una amiga como Beatriz.

Lo que menos me ha gustado: ni una coma le cambiaría. Es una historia de diez.

¿Conocíais a la autora? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

“¡Después de tantos años, su deseo se había cumplido al fin!”.

Beatriz Osés en “El columpio de Madame Brochet”.

Crítica: El misterio del gato negro

Título: El misterio del gato negro

Autor: Beatriz Osés

Ilustradora: Ester García

Editorial: Editora Regional de Extremadura

Vuelvo a Beatriz Osés y a otro libro suyo de misterio. Este “El misterio del gato negro” será el libro que trabajemos en el club de lectura de once y doce años en la Librería Taiga, así que tenía que prepararlo todo en condiciones. Además, @mividaentrelibros me confesó que era el libro preferido de uno de sus hijos, así que todo cobró más sentido aún.

Una vez más, Beatriz nos sumerge en un caso misterioso, aunque el público al que se dirige esta historia requería un asunto un poco más truculento y un lenguaje algo distinto, dos aspectos conseguidos a la perfección.

En esta historia, el protagonista tendrá que descubrir qué le pasó a Irene Conti, la anterior inquilina de su habitación. Una investigación guiada por el fantasma de la joven y un misterioso gato negro que da título al libro.

Un muy buen libro para iniciar a los lectores jóvenes en la novela negra, ya que tiene todos sus ingredientes adaptados a esas edades, suponiendo un gancho estupendo para futuros lectores de Agatha ChristieConan Doyle y compañía.

Además, introducir la muerte en la literatura infantil y juvenil, si se hace bien, puede suponer algo muy positivo para empezar a familiarizarse con ella y a comprenderla.

También es un libro breve y con una lectura sencilla que no querremos detener para averiguar lo antes posible qué ha ocurrido. Otro libro que recomendaré siempre que tenga ocasión.

Dicho todo esto, paso a mi análisis (algunos puntos coindiden con los de “Benjamin Wilson”).

Puntos fuertes:

Marca España: Beatriz Osés no necesita presentaciones y algunos de sus libros han sido traducidos a varios idiomas, por lo que su internacionalidad es un hecho, pero sigo diciendo que me encanta saber lo bien que se escribe literatura infantil y juvenil en España.

El misterio: mantener al lector pegado al libro para desentrañar la trama es un acierto en la literatura para el público infantil y juvenil. Si yo estaba deseando saber qué le había ocurrido a Irene, los más pequeños tienen que acabar mordiéndose las uñas… 

La fantasía: aunque es una historia “real”, introducir a un fantasma le aporta un plus a la historia, al menos eso me parece a mí.

Las ilustraciones: no son muchas, pero sí acompañan muy bien a la historia, y eso siempre se agradece.

Lo que más me ha gustado: estoy seguro de que lo que más voy a disfrutar es el momento en que compartamos impresiones en el club de lectura.

Lo que menos me ha gustado: una vez más, la brevedad, pero, claro, esto lo digo desde la edad que tengo y lo leído que estoy, jeje.

¿Conocíais a la autora? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

“Me llamo Irene –musitó la voz–. Irene Conti”.

Beatriz Osés en “El misterio del gato negro”.