Título: Ballenas invisibles
Autor: Paula Díaz Altozano
Editorial: Barlin Libros
Leer a amigos tiene un cierto riesgo, sobre todo cuando son amigos (amiga, en este caso) tan cercanos. Tiene el riesgo de que no nos llegue, de que encontremos errores, de que la lectura no sea todo lo satisfactoria que nos hubiera gustado. Y, en esos casos, pues se crea alguna situación incómoda.
También es verdad que hay amigos (amiga) de quienes te fías casi a ciegas, también en lo literario. Este es uno de esos casos. Que Paula escribe bien, bonito, no lo duda nadie. Y lo ha vuelto a demostrar con este precioso ensayo (no solo) sobre ballenas.
Sabía que Paula estaba escribiendo este libro desde hacía tiempo. Sabía de su pasión por las ballenas. Sabía que su poesía me gustaba (tengo pendiente reseñarla, sí). Lo que no sabía, por mucho que lo sospechase, es que este ensayo me iba a gustar tantísimo.
Si seguís el blog, sabréis que, de vez en cuando, me salgo de la poesía y de las novelas para leer algún ensayo. A veces necesito conectar con la realidad también a través de los libros, y es en esos momentos en los que busco algún ensayo, a ser posible sobre la naturaleza. Es una forma de respirar algo más de oxígeno, de escapar del ruido, de ralentizar las pulsaciones. Al menos, a mí me funciona.
Este libro lo ha conseguido con creces. Junto a Paula, he viajado a las Canarias, a Islandia, a Perú, a las Azores. He visto el azul de las aguas de Canadá, del Cantábrico, de Japón y las Galápagos. He sido tripulante en el Pequod (Moby Dick es, por cierto, mi eterno libro pendiente). He adquirido un conocimiento mucho más grande del que tenía en todo lo referente a las ballenas, a sus especies, a sus formas de vida, a su historia, a su presencia en el mundo. Y, no solo eso, también he aprendido sobre el esfuerzo, sobre el arte de la espera, sobre la esperanza, los sueños perseguidos, la perseverancia, sobre caminar al ritmo adecuado, porque, en eso (y no solo en ballenas), Paula es experta.
Ha sido un gusto gigantesco leer un libro tan precioso con el orgullo de pensar “lo ha escrito una amiga mía”. Y sabéis que soy muy (muy) sincero con mis reseñas. Es un libro, de verdad os lo digo, maravilloso. Con una alternancia perfecta entre anécdotas personales, historia, biología, ballenas, viajes, curiosidades, literatura, arte… Un impecable trabajo de documentación, de estudio, de lectura que se nota en cada palabra escrita. Todo eso, sumado al lenguaje preciso y precioso de Paula, hacen de esta lectura un regalo para quienes apreciamos el trabajo bien hecho, el talento, el cuidado a la hora de emplear la palabra para contar una historia.
Paula Díaz Altozano ha conseguido conmoverme; me ha hecho desear tener tiempo libre (y, últimamente, eso me suena a utopía) para poder leer este, su último libro publicado; me ha obsequiado con (y no estoy exagerando) una de mis mejores lecturas en este ya casi finalizado 2024.
Qué bonito es contar con personas tan talentosas y que, además, tengan buen corazón.
Qué bonito es comprobar que algunos aspectos invisibles, como las ballenas que parecen esconderse, salen a la superficie para cautivarnos con su belleza.
Qué bonito es leer cuando lo que se lee es tan bonito.
Lo que más me ha gustado: justo eso, el proceso de ir leyendo un libro que me ha encantado con la alegría de saber que la autora es amiga mía.
Lo que menos me ha gustado: algunos errores de maquetación en los que hay palabras mal separadas a final de renglón.
“Basta un charco para atisbar un océano”.
Paula Díaz Altozano