Título: Niños raros
Autor: Raúl Vacas
Ilustrador: Tomás Hijo
Editorial: SM, El Barco de Vapor
Cuando me puse a hacer la lista de lecturas recomendadas para mi cole antes de las vacaciones, el bueno de Pedro Mañas (de quien he reseñado varios libros, por si queréis echar un ojo) me recomendó, entre otros, este “Niños raros”. Como yo soy muy bien mandado (según de quién me venga el mandado), le hice caso y me lo compré.
Sabéis que adoro a Gloria Fuertes (más en su poesía adulta que en la infantil), pero en España tenemos bastantes autores que también escriben poemas para niños y que merece la pena leer. Os hablo de autores como el propio Pedro Mañas, Mar Benegas (de quien reseñé su maravilloso “Bestiario”) o a quien os traigo hoy: Raúl Vacas. Además de otra de las grandes (creo que mi poeta favorita) como es Ángela Figuera Aymerich, con dos preciosos libros de poesía infantil prácticamente desconocidos (y que pronto reseñaré).
Este libro contiene muchos poemas sobre niños raros (la historia de cómo nació el poemario es muy curiosa). La Niña Alga, la Niña de Humo, la Niña Sombra, el Niño Frío, el Niño Díscolo o el Xilofoniño, cada uno con su ilustración, que son una preciosidad.
Es un libro muy, muy, muy original y muy, muy, muy trabajado. Ya no solo por el tema y por esa creación de niños y niñas tan dispares, sino porque cada poema es distinto al anterior y usa ideas y recursos que son una pasada. Desde un poema (bastante largo, además) en el que todas las palabras (todas) empiezan por la “a” a otro cuyas últimas palabras son siempre esdrújulas, pasando por poemas con eco o con palabras a medias. De verdad, en cuanto a originalidad, he visto pocos poemarios iguales. Peeeeeero… Bueno, mejor lo dejo para mi análisis de puntos fuertes y menos fuertes.
Puntos fuertes:
La originalidad: vale, ya lo he dejado claro, pero, como comprenderéis, tenía que ir en el primer punto del análisis.
La maestría poética: me explico. Aunque parece absurdo decir que, para escribir poesía, hay que saber escribir poesía, hoy en día existe la idea de que cualquiera que escriba un par de frases haciendo un abuso del tabulador o escriba una dedicatoria “wonderfulizada”, es poeta. Y no. Ser poeta es algo muy serio. Ser poeta es algo muy complicado. Ser poeta no se consigue así como así. Si me apuráis, escribir poesía infantil tiene una complicación extra. No digo que sea más difícil que escribir para adultos, pero el público infantil es muy exigente y, para los niños y niñas, hay que tener un cuidado especial. Raúl Vacas demuestra que es poeta ya no solo por lo bien que están escritos sus poemas y la cantidad de recursos y figuras que utiliza, sino porque da una clase magistral de los tipos de estrofas en poesía. Hay sonetos, sonetillos, martinetes, octavillas italianas, redondillas, romances… Vamos, que no hay dos poemas iguales. ¿Os he dicho ya lo original que es?
Las ilustraciones: crear un grupo de niños raros requería sus respectivas ilustraciones. Además, de esas ilustraciones nacieron los poemas…
Lo que más me ha gustado: seguir descubriendo a poetas infantiles nacionales y a ilustradores que se merecen ser leídos y conocidos. Sabéis lo importante que es para mí la poesía y, además, la trabajo mucho con mis peques porque creo que tiene muchísimos beneficios. Poder seguir ampliando mi biblioteca personal de poemarios para niños y niñas es un regalo, así que solo puedo darle la bienvenida a libros así
Lo que menos me ha gustado: además de que el formato del libro no me parece el más atractivo para un libro así, ha habido algo que sí me ha chirriado un poco. En algunos poemas me ha parecido que tanta originalidad y tanto buscar hacer algo distinto ha dado lugar a versos o recursos un poco forzados y que no han terminado de encajarme. Creo que es un reto (conseguido) por parte del autor hacer poemas únicos que, probablemente, no existan en otros libros, pero hay ocasiones en las que hay cositas como metidas con calzador para adaptarse a esa originalidad. O esa es mi opinión, al menos.
¿Qué os parece a vosotrxs la poesía infantil? ¿Conocíais a este autor? Si no es así, ¿leeréis algo suyo?
¡Un abrazo!
“Te regalo algún beso si esta noche me subes
varios metros y pico por encima del suelo”.
Niño Zancudo, Raúl Vacas