Crítica: Raquel Lanseros/Antonio Praena

Título: Raquel Lanseros y Antonio Praena

Autores: Raquel Lanseros y Antonio Praena

Editorial: Sonámbulos

Una tarde cualquiera en Madrid, Raquel Lanseros acudía a hablar de poesía al Ámbito Cultural de El Corte Inglés con Gonzalo Escarpa @escarpa . Obviamente, quise ir a escucharla porque escuchar hablar y recitar a Raquel es un regalo que no podemos dejar de darnos.

Allí, para adquirirlo, estaba este libro de poesía entrelazada de la propia Raquel y de Antonio Praena, un poeta del que solo había leído algunos poemas en redes y que solo conocía en ese universo digital y paralelo al que habitamos. Siempre me pareció una persona muy interesante y lo poco que había leído de él me gustaba, así que esta edición me pareció una muy buena oportunidad tanto para conocer mejor su poesía como para leer (o releer) la poesía de Raquel Lanseros.

Y qué bien hice, porque he disfrutado muchísimo leyendo, de forma intercalada, los poemas de una y de otro, buscando similitudes, diferencias, perdiéndome en los versos de estos dos grandísimos poetas contemporáneos. Una delicia.

Me preguntaron hace poco, presentando mi poemario ‘Hogares impropios’, cómo entendía yo la poesía, cómo me dejaba caer en ella, y dije algo que me parece una obviedad, pero que siento así: intento escribir la poesía que me gusta leer. Y me gusta mucho leer a Raquel y a Antonio, por lo que son ya maestra y maestro sin pretenderlo.

Ya en el prólogo, Elena Escribano me dejó claro que esto iba a ser así solo con una aproximación a su poesía en la que afirma que “Raquel Lanseros y Antonio Praena hacen un uso extraordinariamente musical, rítmico y ágil del ritmo imparisílabo. En sus versos el endecasílabo, el heptasílabo y el alejandrinorenuevan sus posibilidades rítmicas y nunca son percibidos por el lector como un cauce reglado, sino que se deslizan fluidos aportando ligereza o solemnidad, según convenga al poema, sin arrebatarle un ápice de frescura”.

Eso es lo que busco yo en la poesía. Ritmo. Y esos imparisílabos (contando con la ruptura en dos heptasílabos del alejandrino) es donde me muevo. Por eso, además de por su calidad poética, estos dos autores son para mí de referencia.

Hay que celebrar y estar muy pendientes de esta Colección Tándem, que se estrena con este libro, editada por Sonámbulos Ediciones @sonabulos.ed , porque es muy interesante y porque, estoy seguro, nos va a traer grandes uniones poéticas.

Por compartir, como acostumbro a hacer, algunos versos que me han gustado de manera especial, aquí os dejo algunos:

De Raquel Lanseros:

En A las órdenes del viento:

“Me habría gustado amarte. Te lo juro.

Sólo que muchas veces la voluntad no basta”.

En Contigo:

“No está en mí la verdad, cada segundo

es un fugaz intento de atrapar lo inasible.

La verdad no está en nadie, y aún más lejos

yace de un rey que de cualquier mendigo”.

En Amor propio:

“La anciana que seré me quiere más que yo”.

En Para qué la poesía:

“Bendito sea el día, el mes, el año

y la estación, el tiempo, la hora, el punto

en que nació: Poesía

que sabe hablar con Dios y nunca muere”.

De Antonio Praena:

En Pero no:

“Estoy lleno de muertos,

de perros muertos y hombres muertos.

Mi corazón es un inmenso cementerio

de perros y de hombres cuya carne

se pudre y se confunde: soy el mundo

y el tiempo en el que el mundo se disuelve”.

Recriminación de Manrique

“El muy hijo de puta

lo supo desde siempre,

aunque nunca lo dijo.

No porque van al mar los ríos son la vida,

sino porque son sucios y profundos.

Y no vuelven jamás hasta su origen”.

En De una forma o de otra:

“Jamás ninguno de nosotros

se unirá al infinito estando vivo y saldrá ileso.

Ninguno de nosotros habrá visto la belleza

de Cristo en sus entrañas tatuada

por un rayo viviente de azucenas”.

En La alegría:

“¿Y si morir no nos entristeciera?”

O su poema “Elegía”, que te destroza en cada verso…

“Y enterrara a los muertos. Mi querido

Javier: esa es la última manera

de amarte de entre todas las maneras

de amor que en este mundo son posibles”.

Una maravilla, como digo, contar con estos dos poetas tan enormes como dos referentes jóvenes, talentosos, cercanos y tan nuestros.

Lo que más me ha gustado: voy a destacar que, para ser una muestra de los dos poetas, es una muy buena muestra, completa, extensa, que nos permite ver con claridad las poéticas de cada uno. Creo que es una muy, muy buena colección.

Lo que menos me ha gustado: tenerlo dedicado solo por Raquel, así que tendré que buscar a Antonio para que este libro esté “completo”.

¿Conocéis a los autores? Si no es así, ¿buscaréis leer algo suyo?

¡Un abrazo!

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