Crítica: La niña que bebió luz de luna

Título: La niña que bebió luz de luna

Autor: Kelly Barnhill

Editorial: Destino (Planeta)

Me enamoré del título de este libro desde que lo vi y, sumado a que se trataba de una historia de magia y fantasía y que había sido premiado con los mejores galardones que existen, se lo pedí a los Reyes Magos (benditos sean, siempre me traen los libros que les pido).

Así, a grandes rasgos, diré que la historia es bonita, que el lenguaje utilizado es precioso, pero que, en mi opinión, le sobran muchas páginas. No sé por qué nos hemos empeñado en escribir libros eternos (“tochazos”, para que nos entendamos) de historias que no dan para tanto. Parece que, si un libro no tiene cuatrocientas o quinientas páginas, no es suficiente y, que yo sepa, este tipo de literatura va dirigida, principalmente, a un público juvenil. No sé vosotros, pero yo, cuando estaba en la edad y leía un libro, buscaba que fueran al grano, y en este libro hay mucha más paja de la necesaria, por lo que se me ha hecho un poco bola, la verdad.

Aun así, creo, como digo, que la historia es bonita y que es un libro bonito de leer. Por eso, os dejo con mis puntos fuertes y débiles.

Puntos fuertes:

El lenguaje: si he criticado algo que no me cuadra del todo en la literatura juvenil (el exceso de páginas sin sentido), voy a criticar también que, a veces (más de las que a mí me gustaría), el lenguaje utilizado en los libros de literatura juvenil deja mucho que desear. No es el caso en este libro. El lenguaje está muy bien cuidado, es un lenguaje bonito, pensado, casi poético en ocasiones. A mí, creedme, es algo que me supone un punto muy grande a favor.

Los personajes: son originales, creíbles, divertidos, están muy bien descritos y forman un equipo muy interesante que deja muy claro que el amor puede superar cualquier tipo de barrera.

La magia: me gusta cómo la autora habla de la magia, de cómo se origina, de cómo se trasvasa, de cómo nace y cómo muere… Me parece una idea muy buena.

Lo que más me ha gustado: insisto, qué maravilla es leer un libro de literatura juvenil escrito con tanto gusto por el lenguaje. En este sentido, el libro es un diez.

Lo que menos me ha gustado: lo laaaaaaaaargo que es y lo laaaaaaaargo que se me ha hecho. Estoy convencido de que no eran necesarias tantas páginas para contar esta historia. Se repite, se hace pesado, se queda muy estancado… Una pena, porque, al final, una historia que es bonita se queda a medias por ser una lectura tan lenta y, a veces, aburrida. Todo, además, para que el final ocurra en un par de capítulos, de forma atropellada y con toda la prisa que no existe a lo largo de todo del libro.

Quiero creer que, a pesar de ese punto negativo que pesa bastante, sí es una historia que recordaré por uno u otro motivo. Será por el lenguaje, será por la magia… Creo que es una historia bonita de leer y bonita de recordar. Eso sí, me esperaba muchísimo más de este libro y no me parece para tanto (ni para tener tantísimos premios).

A los que lo habéis leído, ¿qué opinión tenéis? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

“La demencia y la magia, al fin y al cabo, guardan una estrecha relación”.

Kelly Barnhill en “La niña que bebió luz de luna”.

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5 pensamientos en “Crítica: La niña que bebió luz de luna

  1. Al principuo me ateaía y a la vez me resultaba farragoso pero algo contenía la historia porque , a pesar de todo, continué leyendo para comproba que ,efectivamente, los últimos capítulos son los más valiosoS.La historia y sus personajes me fueron remitiendo a otras historias como Harry Potter e incluso Juego de Tronos

    • Yo creo que es un libro que está muy bien escrito y que tiene muchos aciertos, como los personajes; pero nos estamos empeñando en que los libros tienen que ser largos y hay historias a las que les sobra extensión.
      ¡Muchas gracias por comentar!
      Un abrazo 😉

    • Después de confirmar que «pèsol» es «guisante» en castellano, sí, lo conozco, pero, a no ser que sea un cuento distinto, que yo sepa no es catalán, sino de Andersen. Corrígeme, por favor, si se trata de otra historia.
      El que te digo lo leí hace mucho y tengo los recuerdos del niño que era entonces, pero es un cuento que sí me gusta. Eso sí, hace poco compré una colección de cuentos de Andersen editado por Alma y maravillosamente ilustrado por Marta Ponce que lo incluye, así que lo releeré. A modo de curiosidad, justo la ilustración de ese cuento es la que aparece en la cubierta del libro.

  2. También yo voy a revisar todos esos datos que me das. Creo que tienes razón, no es catalán. Aunque originalmente llegó a mi en cataluña. Y lo citábamos cada vez que haciamos referencia a una persona muy delicada, muy susceptible.

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