Título: Casa de misericordia
Autora: Joan Margarit
Editorial: Visor
Cuanto más leo a Margarit, más me gusta.
De hecho, no tengo ninguna duda de que es uno de mis poetas favoritos, uno de esos maestros que sientan cátedra con tan solo leerlos, alguien de quien aprender a escribir mejor.
Llegué a él algo tarde. Si no recuerdo mal, después de ver el documental “El poeta y el muro”(recomendado para todo el mundo, buscadlo en la aplicación de RTVE, porque es una maravilla), y me enamoré por completo de su poesía.
Han sido varios los libros suyos que he leído y, como os digo, me gusta tanto cómo escribe que ya los he leído varias veces.
Es el estilo, es el lenguaje, son las imágenes, son los temas… Es todo, sin excepciones, un poeta descomunal que hay que leer sí o sí, como a tantos y tantas poetas inconmensurables que hemos tenido y tenemos en nuestro país.
En este poemario, Margarit, siempre cercano al dolor, a la tristeza, a la nostalgia, hace un recorrido por esas casas de misericordia llenas de pobreza, de desesperación, de niños y niñas sin niñez, de un pasado trágico que aún sigue en el recuerdo de muchos. También, cómo no, hay espacio para su hija, para Joana, regalándonos poemas de esos que te estrujan un poco por dentro.
Para que veáis mejor de lo que hablo, algunos ejemplos:
Dolor:
“Era un miedo más duro. Más real.
Más como cuando tú te ibas con otro,
o cuando nuestra hija se murió”.
Tristeza:
“Y, dentro de la mente,
la tristeza que crece.
Y dentro de lo triste
está creciendo el miedo”.
Nostalgia:
“No fue difícil en la juventud
compartir el mañana. El pasado
ahora huele a sal, gasoil y podredumbre.
Son olores del mar. Y de la soledad”.
Joana:
“Y a una hija ¿cómo se la amortaja?
Por favor, leed a Margarit. Leed buena poesía.
Lo que más me ha gustado: no puedo evitar que me maten los poemas hacia Joana. Me ponen la piel de punta.
Lo que menos me ha gustado: estas ediciones tan sobrias de Visor, que no es que me encanten…
Jamás, antes de serlo, el mañana lo parece.
Joan Margarit
