Crítica: El cementerio de Everden

Título: El cementerio de Everden (saga)

Autor: Beatriz Osés

Ilustraciones: Mónica Armiño

Editorial: Planeta

Mensaje de Beatriz Osés un 4 de marzo por Instagram en el que me avisa de que presente el segundo libro de esta saga, “El cementerio de Everden, La desaparición de Madison Kelly”, en la Librería Taiga el día 15 de marzo. Mi respuesta terminaba con un “A ver si me puedo pasar” a lo que ella contestó con un “Ojalá pudieras venir, porque te pediría que me presentaras. Tú lo bordarías. Un besazo”. Cosas de “la Osés”.

El caso es que yo no me había leído los libros aún, pero los tuve un día 12 y me los leí del tirón, porque, la verdad, los dos son una delicia y se leen casi solos.

Me suele pasar esto con la gente a la que quiero, que me meto en “embolaos” porque me apunto a lo que me pidan. Y a Beatriz, ya lo sabéis, la quiero mucho.

Y se lo presenté el día 15, con la librería totalmente llena, con mucho niño y mucha niña, con amigos, familia y personas que conocí ese mismo día. No sé si, como ella pensaba, lo bordé o no, pero sí estoy seguro de que pasamos un rato muy divertido, que fue muy natural (como siempre intento que sean mis presentaciones), que nos reímos un montón y que, leyéndome la mano, Beatriz me auguró amor.

Hablamos de los libros, de su argumento, del proceso de escritura, de los personajes, de las ilustraciones, de algunas conexiones con otros libros suyos, de la familia, de la amistad, de vaqueros, aprendimos algunas (dos) palabras en alemán, cantamos el “Cumpleaños feliz”, comimos chuches… Lo que os decía, una tarde muy bonita que nos regaló la literatura.

Esto es lo mejor que me ha traído ser escritor: toda la gente maravillosa del mundillo a la que voy conociendo, esas conexiones tan especiales como la que tengo con Beatriz, poder formar parte de los libros, que son mis objetos favoritos en el mundo.

En cuanto a esta saga, qué voy a deciros, que son estilo Osés por los cuatro costados. Que tienen misterio, que están impecablemente escritos, que hay muchísimo humor (marca de la casa), con un grupo de protagonistas que es genial… A nadie se le escapa a estas alturas que Beatriz Osés es una de las mejores escritoras de infantil y juvenil del panorama nacional, como a mí tampoco se me escapa (y así lo dije en la presentación) que tardará poco en darle el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil o el Cervantes Chico. Ahora mismo, no veo a nadie que lo merezca más que ella.

En definitiva, que Beatriz Osés es apuesta segura para enganchar a niños y jóvenes a la lectura (y a adultos, si hiciera falta); que leer sus libros es una gozada; que, además (y como siempre digo), da gusto saber que, detrás de una buena escritora o un buen escritor, hay una buena persona. Beatriz es mucho de las dos cosas. Y yo tengo la inmensa suerte de ser su amigo y de que me pida que presente algunos de sus libros. A veces creo que, sí, que soy una persona muy afortunada.

Para rematar la reseña, qué preciosidad de ilustraciones de Mónica Armiño. Insisto, qué preciosidad.

* En cuanto al dedazo de la foto, podría contaros que fue un ente paranormal salido del propio cementerio que nos visitó, pero fue un ente bastante normal, la hermana de Beatriz.

Lo que más me ha gustado: los tres personajes principales. Son una verdadera delicia.

Lo que menos me ha gustado: la espera hasta leer el siguiente.

“¿Qué diantres hacía yo en este lugar?”

Beatriz Osés

Crítica: Un cocodrilo para Laura

Título: Un cocodrilo para Laura

Autor: Beatriz Osés

Ilustrador: Miguel Ángel Díez

Editorial: Edebé

Hoy es el día perfecto para subir la reseña de esta preciosidad de mi talentosísima amiga Beatriz Osés.

Os preguntaréis por qué. La respuesta está en las primeras palabras que aparecen en la contracubierta: “Cuando muere su madre, Laura…”.

Así que, sí. Hoy, Día de la Madre, uno de los días más feos para quienes hemos perdido a la nuestra, es el momento más oportuno.

Porque no hay tanta literatura infantil que trate el tema de las pérdidas de los seres queridos, del luto al que (por desgracia) también tienen que hacer frente algunas personas en edades muy tempranas. Es un tema complicado, sí, pero, contando con la envidiable imaginación de Beatriz y con su pericia narrativa, el resultado es esta maravilla de historia.

Con el humor que caracteriza su obra –además de la ternura–, “la Osés” nos regala un relato de aventuras, de amor propio, de amistad, de fortaleza, de bondad y, también, trata esos temas tan complicados como el propio luto, el acoso, la tristeza o la soledad. Temas, por otra parte, tan del día a día como necesarios. Porque siempre es positivo ofrecer comprensión y empatía a los peques, validar sus sentimientos, ser abrazo, oído y cobijo, y Beatriz, con sus libros, con este cocodrilo, es todo eso reunido en un libro.

Por razones como esta (además, por supuesto, de por lo divertido que es leer) es tan importante la literatura infantil y juvenil, porque se acerca a esos pequeños lectores, los acompaña, los escucha y, a veces, les da algunas de las respuestas que más necesitan.

Por razones como esta son tan importantes editoriales como Edebé.

Por razones como esta son tan importantes las autoras como Beatriz Osés

Lo que más me ha gustado: ver cómo esos temas pueden tratarse de una forma tan genial como esta.

Lo que menos me ha gustado: que haya peques que busquen estas historias por haber perdido a sus madres tan pronto.

¿Conocíais a la autora? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

“A veces, los niños que han sufrido la pérdida de un familiar lo sustituyen por un amigo imaginario”.

Beatriz Osés en “Un cocodrilo para Laura”.

Crítica: Lo que saben los erizos

Título: Lo que sabe los erizos

Autora: Beatriz Osés

Ilustradora: Miguel Ángel Díez

Editorial: Kalandraka (Colección Orihuela)

Cuando en mi nuevo cole me pidieron libros de poesía infantil para tener en la biblioteca y poder trabajar algo mejor la poesía con los alumnos y alumnas, lo tuve claro: Colección Orihuela de Kalandraka.

Ya lo he dicho en varias ocasiones porque creo que lo merece, pero es una colección fundamental a cargo de una editorial imprescindible. Por la selección de autores y autoras. Por las ilustraciones. Por la edición. Por todo.

Este “Lo que saben los erizos”, de mi querida y admirada Beatriz Osés, aún no lo tenía, así que aproveché que una compañera se enamoró de él, hicimos un nuevo pedido para profes y me hice con él. Aprovechando que Beatriz vino al colegio a charlas de poesía y literatura con 1º, 2º y 6º de primaria (qué maravilla), también lo tengo dedicado, algo que siempre suma.

No cabe duda de que “la Osés” es una de las mejores escritoras nacionales de infantil y juvenil y, por supuesto, una poeta fantástica. Lo que supongo generará más debate es decidir cuál de sus tres poemarios publicados hasta la fecha es mejor y, supongo también, será cuestión de gustos. El que no duda tanto soy yo (que para eso tengo el gusto que tengo), y me quedo con este.

Me parece tan, tan, tan bonito, tan tierno, tan dulce… Un libro sobre la tristeza, sobre el llanto, sobre los problemas, ¡y para niños y niñas! Una preciosidad porque, además, como digo (aunque no haga falta decirlo), Beatriz Osés escribe una poesía maravillosa.

Lo que más me ha gustado: que se hable de una emoción tan habitual como la tristeza desde la poesía infantil.

Lo que menos me ha gustado: ¡que haya tardado tanto tiempo en leerlo y añadirlo a mi colección! Menos mal que ya le he puesto remedio…

¿Qué os parece a vosotrxs la poesía infantil? ¿Conocíais ala autora? Si no es así, ¿me haréis caso y buscaréis alguno de sus libros?

¡Un abrazo!

Azul

La niña se viste

con traje de niebla.

Se mira al espejo,

refleja tristeza.

Recoge una gota

redonda y pequeña,

pregunta en silencio:

“dime, ¿cuánto pesas?”.

Beatriz Osés

Crítica: Soy una nuez

Título: Soy una nuez

Autor: Beatriz Osés

Ilustrador: Jordi Sempere

Editorial: Edebé “Premio Edebé de Literatura Infantil 2018”

Leer a Beatriz Osés es sinónimo de encontrar una literatura infantil para todos los públicos, además de una ternura tan universal como suya propia, tan necesaria como, muchas veces, difícil de encontrar.

De todo lo que he leído suyo, puede que esta haya sido la historia que más me ha gustado, y eso es mucho decir, porque me encanta todo lo que escribe. 

Será, quizá, porque la historia me ha tocado por dentro, traspasando mi piel para llegar a las vísceras con un tema, por desgracia, que sigue siendo motivo de debate: la igualdad de los seres humanos, independientemente de cualquier diferencia.

Me alucina y me horroriza seguir, en los tiempos que corren, escuchando argumentos racistas y xenófobos, aunque sea contra menores. Aunque, claro, si esos argumentos caben en la esfera política, en un congreso o una asamblea (como la de Madrid, sin ir más lejos) y se permiten y se blanquean, ¿qué esperamos encontrar?

Por eso, contra el odio y el “garrulismo”, siempre debe estar enfrente la cultura. La literatura. Los libros. Y este libro, aunque se recomiende a mayores de ocho años, tendría que ser leído por aquellos que apuntan con sus dedos y sus palabras llenas de odio a los más vulnerables, a los que menos tienen, a los que más necesitan de nosotros.

Porque Omar (o Nuez) representa a la perfección a todos esos seres humanos (porque, por mucho epíteto que usemos, son eso, seres humanos) que lo tienen todo perdido y, por lo tanto, ya no tienen nada más que perder. Y se juegan la vida, y llenan los mares de cadáveres, y solo esperan un tanto de humanidad.

Esa página donde Omar cuenta el inicio de su historia (el texto que aparece, también, en la contracubierta y que tuve la suerte de escuchar en la voz de Beatriz en uno de nuestros encuentros literarios) es de una belleza y crudeza abrumadoras. Tanto es así que lo quiero compartir por aquí y, en lugar de una cita breve al final, terminaré con esa introducción a un personaje que ya se ha quedado conmigo para siempre.

Bien por Edebé al premiar esta historia valiente y fundamental. 

Maravilloso por Beatriz, por querer contar una historia como esta. 

Además, las ilustraciones de Jordi Sempere son preciosas. 

Lo que más me ha gustado: puede que me quede con este texto. Leedlo y entenderéis por qué. 

Lo que menos me ha gustado: que este tipo de historias sigan siendo necesarias, porque eso indica que no estamos evolucionando, sino que estamos en plena involución.

¿Conocíais a la autora? A los que no, ¿creéis que lo haréis algún día?

Gracias y un abrazo para todos.

“Me llamo Omar y soy una nuez. Mi padre era jardinero y mi madre olía a canela. A los dos se los comió el mar poco antes de llegar a la playa. Los vi desaparecer mientras flotaba en aquella cáscara de nuez junto a otros desconocidos. De los tres, solo yo llevaba un pequeño salvavidas con mi nombre. Lo había escrito mi madre con un rotulador desgastado para que no lo olvidara nunca”.

Beatriz Osés en “Soy una nuez”.