Título: País de nieve
Autor: Yasunari Kawabata
Editorial: Austral
Ya sabéis lo que me gusta la literatura asiática y que, de vez en cuando, necesito leerla. Me ha vuelto a ocurrir.
El caso es que no era este el libro que iba a leer, sino “Mis días en la librería Morisaki”, de Satoshi Morisaki, pero me lo pidió un amigo y se lo tuve que dejar (siempre está bien ayudar a que los amigos lean más de lo que leen). Al menos, por suerte para mí, hace tiempo pasé por una librería y me hice con este Kawabata, un autor japonés al que (creí) tenía que leer. Resposó un tiempo en casa hasta que, aprovechando la ocasión, me puse con él.
Me ha gustado, sí. No creo que vaya a descubrir yo la calidad literaria de Kawabata, pero he de decir que se me ha hecho un poco largo, y eso que es una historia más bien breve. Toda esa lentitud, esa pausa, ese transcurrir sin prisas de la literatura japonesa que tanto aprecio, aquí se me ha atragantado un poco. Quizá porque pasa poco, demasiado poco. Quizá porque ninguno de los dos personajes me ha parecido tan potente como para entrar de lleno en la historia. No lo tengo del todo claro, pero solo puedo decir que me ha gustado, sin más.
Lo bueno es que, como me ocurre casi siempre que leo libros que ocurren en otros lugares, me he ido un tiempo (mentalmente, por desgracia) a ese país de nieve, a esa estación nevada donde las geishas dan sentido al frío. Ese viaje sí ha merecido la pena.
Lo que más me ha gustado: además del viaje, que me ha servido a la perfección para saciar esa sed asiático que sufro de vez en cuando.
Lo que menos me ha gustado: las páginas que me han sobrado. Seguramente, si hubiera sido una historia más breve, me habría gustado muchísimo más.
–Todo se rompe en pequeños fragmentos –respondió Shimamura, pensativo.
–Hasta la propia vida, y a no tardar –completó Komako.
País de nieve, Yasunari Kawabata