Crítica: Mi hogar es una caja de mudanzas

Título: Mi hogar es una caja de mudanzas

Autora: Cristina Angélica

Editorial: Valparaíso

V Premio Valparaíso de Poesía

Premio Ópera Prima de la Crítica Andaluza

Existen algunas personas de las que me fío al 200% cuando me recomiendan lecturas, sobre todo si es poesía.

Este fue el caso con Cristina Angélica y su ‘Mi hogar es una caja de mudanzas’, recomendado, ni más ni menos, por Remedios Sánchez y Manuel Francisco Reina, respaldado, además, por el V Premio Valparaíso de Poesía y, claro, editado por Valparaíso, que siempre es un seguro.

Da la casualidad, además, de que esa experiencia de las mudanzas, de ver tu vida en cajas, de despedir un lugar que ha sido hogar la tenía (por desgracia) muy reciente, así que la conexión ha sido, aunque dolorosa, muy clara.

Venezolana de nacimiento y malagueña de adopción, y con una juventud que no implica una poesía simple o pobre (como ocurre tantas otras veces), Cristina Angélica nos trae un poemario serio, muy bien entrelazado, directo y con esa dureza tan necesaria para mí cuando leo poesía.

Hay infancia, hay añoranza, hay lazos familiares, hay memoria, herencia, raíces, exilio, soledad… Hay preguntas, a veces sin respuesta, sobre las complicaciones de vivir para quienes emigran (cuánto mérito tienen y cuánta empatía despiertan en mí), sobre la volatilidad que impide clavar las pisadas de algunos terrenos, sobre cómo el sentimiento de acogida se tambalea entre puertas, ventanas, cajas llenas y paredes vacías.

Hay, también, una poesía muy bien construida, sencilla y cargada de imágenes tan transparentes a las que es fácil asomarse a ellas, tan sólidas que podemos agarrarnos a ellas, abrazarlas para hacerlas propias, para asumir parte del dolor que emanan. 

El libro avanza al ritmo oportuno, con citas que le dan más peso aún, como las de Francisca AguirreMiguel Hernández o Cavafis, aunque también haya alguna que me guste menos. No todo iba a ser perfecto.

En definitiva, un muy buen poemario de una poeta que puede dar mucho que hablar, pues su juventud le deja por delante un largo camino por recorrer.

Lo que más me ha gustado: creo que me quedo con esa conexión vital, con esa unión casi umbilical que sentí desde el primer poema. 

Lo que menos me ha gustado: esas citas, seguramente.

“Mi infancia huele a pared recién pintada”.

Cristina Angélica

Crítica: Desde el azul del mundo

Título: Desde el azul del mundo

Autor: Andrés París

Editorial: Alhulia

II Premio Internacional de Poesía Joven “José Antonio Santano”

Qué bonito es ver crecer, en lo poético, a personas a las que se quiere. Qué bonito ver, en la sonrisa de Andrés, la felicidad por haber logrado encontrarse, situarse y compartirse como poeta que ya se reconoce del todo en sus versos, que se enorgullece de ellos, que comenta, con su ilusión tan desbordante, que ahora sí, que ahora es él.

Y todo esto ocurre porque, de forma evidente, este no es ya el poemario de un poeta joven buscando su voz, sino el libro que presenta en sociedad la voz definitiva de Andrés París, su voz cuidada, armoniosa y, sí, su voz científica. Porque Andrés no podría elegir un mundo o el otro. Andrés los une, los imbrica, los enlaza con mimo hasta que el resultado es una simbiosis única que se plasma poema a poema.

Y el resultado es maravilloso.

Y este es un poemario muy especial, no solo por lo que ya he dicho, sino porque viene con premio bajo el brazo, un premio merecido para un poeta que lo merece todo, por escribir bien y por su forma de ser.

Un lenguaje cuidado. Un tema, el del amor, que no es tan habitual en un poemario que merezca la pena, que no caiga en los tópicos de siempre. Unas imágenes poco frecuentes por esa dualidad humanística-científica. Una edición, además, muy bonita que ayuda, cómo no, a que este libro sea más redondo aún. Un prólogode Marina Casado que es una preciosidad y que nos hace comprender mejor la poética de París.

Enhorabuena, Andrés, por evidenciar con este libro que el camino recorrido era el correcto, que los pasos los has ido dando en la dirección adecuada, que llegarás, como lo estás haciendo, al lugar que te corresponde.

Para que conozcáis un poco más la poesía de Andrés París, os dejo algunos versos.

Del poema “Antes”:

“El beso fue

el primer átomo”.

Del poema “Dos árboles”:

“La ciudad es un bosque

en el que se ha salvado

lo indivisible”.

Del poema “El amor”:

“Aunque el amor sea

una certeza, un diamante,

también desaparece”.

Del poema “La rosa”:

“Como el mar es infinito,

también alberga

la posibilidad

de una rosa”.

Decidme que no son bonitos…

Lo que más me ha gustado: aunque el libro me ha gustado mucho, aunque haya mil aspectos que resaltaría, me quedo (no puede ser de otra forma) con la sonrisa de Andrés. 

Lo que menos me ha gustado: que al amor le cueste ya encontrar buenos poetas. Suerte, eso sí, que tenemos a Andrés.

¿Conocéis a la autora? Si no es así, ¿buscaréis leer algo suyo?

¡Un abrazo!

“Cuando no hay nadie,

espero el brote de esta tierra”.

Andrés París, Desde el azul del mundo