Crítica: Un lugar desconocido

Título: Un lugar desconocido

Autora: Seicho Matsumoto

Editorial: Libros del Asteroide

Me he enamorado de este autor.

Eso es, sin duda, lo primero que tengo que decir.

No sé muy bien cómo llegué a este libro, pero creo que, estando en una librería, uno de esos días que entro en alguna sin saber si voy a comprar algo, me llamó la atención por ser un autor japonés, por el precioso y llamativo color del lomo y por ser un libro de Asteroide. No había leído nada de ese autor, pero me arriesgué. Y, gracias, gracias, gracias intuición, porque no exagero al decir que es uno de mis autores favoritos de novela negra.

No sé si porque estamos acostumbrados a un tipo de novela negra más “americanizada” o más nórdica, pero he sido feliz sabiendo que hay libros de ese género más allá de los clásicos, más allá de Escandinavia, más allá de los Estados Unidos. Que los japoneses también saben escribir novela negra, y que lo hacen (al menos, Matsumoto) con ese estilo tan suyo, tan sutil, tan elegante, tan especial.

Una historia que, aparentemente, tampoco tiene mucha miga. No es trepidante, no hay persecuciones, malos de película, policías corruptos, tramas inverosímiles. Una historia sencilla, común, sin pretensiones que, sin embargo, se vuelve absolutamente envolvente, crece en cada página, te genera un desasosiego y una angustia como no habías esperado, te impide dejar de leer. Una historia que es tan común que empatiza contigo, con el lector, que te permite ponerte en la piel del protagonista como me ha pasado en pocos libros. Un novelón. Un auténtico novelón.

La verdad es que no tengo mucho más que decir, porque ya es un libro que he recomendado, que he regalado y, como digo, un autor del que voy a leerlo todo (ya he leído otro libro suyo, que reseñaré en cuanto me haga la foto adecuada, ya lo entenderéis).

Lo único que puedo añadir es un agradecimiento a Libros del Asteroide por rescatar a este maestro japonés de la novela negra. Qué necesarias son estas editoriales que no se rigen más que por la calidad de lo que publican y la calidad con la que publican.

Lo que más me ha gustado: descubrir a un autor que para mí ya es uno de los mejores autores de novela negra de la literatura universal.

Lo que menos me ha gustado: nada que decir aquí. Maravilla de libro.

“Cuando recibió la noticia, Tsuneo Asai se encontraba de viaje de negocios en la ciudad de Kobe”.

Seicho Matsumoto (primera frase del libro)

Crítica: Nuestras riquezas (Una librería en Argel)

Título: Nuestras riquezas. Una librería en Argel.

Autora: Kaouther Adimi

Editorial: Libros del Asteroide

Premio Renaudot des Lycéens 2017

Prix du Style 2017

Hay en Málaga una librería“Mapas y compañía”, que es de visita obligadísima siempre que voy. Sin exagerar, una de las librerías más bonitas en las que he estado. Un desorden ordenado en el que es fantástico perderse, buscar libros, regalos, curiosidades… Y donde es difícil, muy difícil, encontrar una mala lectura.

Sucede, también, que hay una editorial“Libros del Asteroide”, que es una de las mejores editoriales que existen en España. La selección que hacen es espléndida (aún no he leído nada suyo que no me haya encantado) y la edición… Conmigo han conseguido algo muy complicado, y es que vaya buscando libros suyos en las siempre abarrotadas estanterías de las librerías. Muchas de esas veces que voy sin una idea concreta, me fío de sus vivos colores y, como digo, nunca fallo. Gracias a esa confianza, he descubierto libros que me han encantado y me he enamorado de autores que no conocía hasta encontrarlos en su catálogo. Este “Nuestras riquezas” se une a esa cada vez más extensa lista de aciertos.

Un libro sobre libros, sobre librerías, sobre libreros, sobre injusticia, sobre guerras, sobre dolor, sobre fortaleza, sobre mérito, sobre esfuerzo, sobre pasión, sobre resiliencia… Un viaje a Argelia (qué bonito es siempre viajar a través de los libros). Una mezcla de realidad y ficción para acercarnos a esa mítica librería, a su fundador, Edmond Charlot, y autores de la talla de Saint-Exupéry o Camus. Una prosa muy cuidada y una historia cuyo interés es incuestionable nos hacen conocer más de cerca las complicaciones que Charlot tuvo para tratar de sobreponerse con libros al horror, a la pobreza, a la guerra… y conseguir, al mismo tiempo (y casi por encima de él mismo), que los demás también puedan sobreponerse.

Una oportunidad única para conocer mejor la historia de Argelia, su cultura, su forma de vida. Un billete para viajar (“Mapas y compañía” se presenta como una librería de viajes) al continente vecino y perdernos por sus calles. Una lectura que recomiendo si, como a mí, os gustan los libros que hacen que amemos aún más la literatura.

Lo que más me ha gustado: no estoy tan acostumbrado a leer literatura de estas latitudes, así que ha sido una delicia poder hacerlo (además, como ya he dicho, de que es de esos libros que siempre me gusta leer).

Lo que menos me ha gustado: que quiero viajar, viajar y viajar… 

“La mañana de un útimo día es como un día de vergüenza”.

Kaouther Adimi

Crítica: Mi planta de naranja lima

Título: Mi planta de naranja lima

Autor: José Mauro de Vasconcelos

Editorial: Libros del Asteroide

Hay viajes que no salen como unos los esperaba. Personas que, en la cercanía, se diluyen hasta desaparecer.

Entonces, se pueden hacer dos cosas. Desaparecer también o buscar otra forma en la que poder estar bien.

Yo opté por la segunda opción.

Tanto tiempo tuve que pasar solo que el libro que me llevé (bastante extenso) me lo acabé en un par de días, así que tuve que ir a comprar otro. Allí, en una librería pequeñita pero bastante bonita de Mahón, estuve mirando libros sin terminar de decidirme. Sabía que quería leer narrativa y de autor extranjero. Quizá oriental, aunque ya había leído varios este año, incluido el que me había terminado allí. Quizá africano, aunque allí tampoco había mucho. ¿Quizá Kallifatides? Pregunté. No les quedaba ningún título. Seguí mirando. Me fui a ver qué tenían de esas editoriales que casi nunca fallan. Periferia. Acantilado. Anagrama. Libros del Asteroide. Me fijé justo en este libro porque me gustaron el título y el color, pero, al ver el nombre, pensé que sería un autor español (no, no conocía este libro, ¡algo que me avergüenza!), así que lo dejé donde estaba. Después de un tiempo sin ver claro qué llevarme (y sabiendo que tenía que llevarme algo sí o sí), volví a preguntarle al librero, dándole algunas pistas sobre lo que me apetecía leer. Después de enseñarme varios que no me llamaban demasiado, pasamos delante de “La librería ambulante” y le dije que, por ejemplo, ese me había gustado muchísimo. Ante esa información, muy seguro, me dijo “siempre recomiendo ese y este otro”, sacando “Mi planta de naranja lima”. Con eso ya casi era suficiente, pero la certeza de que ese era el libro que tenía que llevarme llegó, primero, cuando vi que el autor era brasileño (qué inculto, Jorgito) y, segundo, cuando leí la primera frase de la contra: “De mayor Zezé quiere ser poeta y llevar corbata de lazo, pero de momento es un niño brasileño de cinco años que se abre a la vida”. ¿Cómo no me lo iba a llevar?

Y el librero acertó. Absolutamente. Qué preciosidad de libro.

Lo cierto es que, en realidad, es un clásico, aunque yo no lo supiera, y a esto se suman tres aspectos más para haber sabido antes que me iba a encantar. Los clásicos casi nunca fallan. Libros del Asteroide casi nunca falla. Un buen librero casi nunca falla. Y mi intuición, aunque mi idiotez me hiciera desobedecerla por no conocer la procedencia del autor, casi nunca falla.

Esa primera frase de la contra es la perfecta sinopsis del libro. Un niño, Zezé, de cinco años que quiere ser poeta (que quiere ser mayor), pero que “tan solo” es un niño que se abre a la vida. Y cómo es Zezé. Qué personaje más bonito, más tierno, más real. Es imposible no sentir hacia él un cariño inmenso, unas ganas inmensas de abrazarlo, de ayudarlo, de consolarlo, de defenderlo, de enseñarle, de quererlo. ¿Y lo maravilloso que es eso? ¿Y lo difícil que es crear un personaje así?

La historia acompaña, claro. El estilo es una delicia. Hay otros personajes que son también muy atrayentes, pero, en mi opinión, la mayor parte del peso de este libro la lleva Zezé, protagonista absoluto y un verdadero ladrón de corazones. Solo con poder descubrirlo a él, hay que leer este libro. Os lo digo completamente convencido de que a también os va a robar el corazón. No me cabe ninguna duda al respecto.

Además, es un libro perfecto para regalar cuando se quiera regalar un libro sin saber muy bien cuál. Es imposible que a una persona a la que le guste leer no le guste la historia de Zezé. Es imposible que a un buen lector no le guste “Mi planta de naranja lima”.

Lo que más me ha gustado: es obvio, ¿no? Zezé. Uno de mis personajes literarios favoritos desde que lo descubrí.

Lo que menos me ha gustado: además de la rabia que me da no haber tenido constancia de este libro antes, el título, que no me encanta, pero eso es una minucia.

Yo me moría por las historias. Cuanto más difíciles, más me gustaban.

Zezé, en Mi planta de naranja lima

Crítica: Memoria por correspondencia

Título: Memoria por correspondencia

Autor: Emma Reyes

Editorial: Libros del Asteroide

Este tiempo lleva conmigo algo más de un año. 

Me lo dejó mi vecina María (esa vecina con la que comparto, entre otras cosas, libros), lo empecé el verano pasado y, sin saber muy bien por qué, lo he acabado un año después.

Digo que no sé por qué porque es un libro fantástico. Una lectura para disfrutar de principio a fin, tierna, inocente, interesante, amena… De verdad os lo digo, un libro espléndido, pero lo dejé a medias, fue amontonando polvo y me he tomado muy tiempo para terminarlo.

Llevaba más o menos la mitad y he tardado un par de días en terminarlo. Ay, tiempo, qué caprichoso eres…

El libro es un conjunto de cartas que la artista colombiana Emma Reyes le envió a su amigo, el intelectual Germán Arciniegas, en las que le narra sus vivencias infantiles. Este amigo, conmocionado por su historia, se las enseñó al gran Gabriel García Márquez, quien se enamoró de ellas.

Con el permiso de Reyes para publicar las cartas tras su muerte, y con la decisión de donar los ingresos generados a la Fundación Hogar San Mauricio, Arciniegas cumplió su palabra y esta historia se convirtió desde que vio la luz en uno de los libros más importantes de la literatura iberoamericana.

La historia de Emma Reyes (os recomiendo buscar información sobre ella, además de leer el libro) es atroz. Es una historia triste, dura, miserable, dolorosa… Y, sin embargo, la dulzura en la narración, la inocencia infantil que palpita en las cartas, el humor que rebosa en tantos comentarios y tantas anécdotas hacen que ese dolor se diluya, en parte, y quede una sensación agradable al saber que, a pesar de todo, esa niña consiguió salir adelante y obtener un lugar privilegiado entre los artistas de Colombia, de Latinoamérica y de todo el mundo.

Todo, como digo, a través de la correspondencia que le envió Reyes a Arciniegas. Veintitrés cartas repletas de todo lujo de detalles, sin ninguna pretensión (Emma Reyes fue analfabeta hasta los dieciocho años), plagada de errores que no importan ni una pizca y que incluso se agradecen porque le dan a la historia mayor realismo y crudeza.

Llevaba tiempo sin decirlo, así que tengo que hacerlo: MARAVILLA de libro.

Muy, muy, muy recomendable.

Como siempre, y también hay que decirlo, perfectamente editado por Libros del Asteroide.

Lo que más me ha gustado: me quedo con la ternura. Con cómo una niñez tan horrible puede ser narrada de una forma tan tierna e inocente. Sencillamente espectacular.

Lo que menos me ha gustado: el paréntesis tan grande que he dejado entre que lo empecé y el momento en que lo he terminado, porque me cortó la historia y eso nunca es bueno.

Mi sensación final es que es un libro perfecto para recomendar y para regalar, algo que siempre viene bien. Para empezar, os lo recomiendo a vosotrxs. Estoy seguro de que os gustará. 

“Estaba tan feliz que me volví payaso”.

Emma Reyes, Memoria por correspondencia