Crítica: El castillo de arena

Título: El castillo de arena

Autora: Seicho Matsumoto

Editorial: Libros del Asteroide

Cuarto libro que leo de Seicho Matsumoto y ya puedo asegurar que es uno de mis escritores favoritos de novela negra.

Es el más extenso de los cuatro que ha publicado Libros del Asteroide (qué labor más necesaria la de estas librerías independientes), pero, muy lejos de lo que podría parecer, no se hace lento ni pesado. Todo lo contrario, la historia transcurre con la pausa característica del autor japonés, pero no puedes parar de leer.

Es tan complicado escribir una novela negra en la que todo esté tan bien hilado, en la que todo ocurra de una forma tan fluida, en la que todo encaje tan a la perfección.

Un muerto. Un policía. Ningún sospechoso. Japón. Matsumoto no necesita nada más para atraparnos en la lectura al mismo tiempo que nos muestra cómo era el Japón de su época, algo de su gastronomía, del arte, de la sociedad, de la cultura. Un paisaje del país oriental maravilloso mientras se da búsqueda al culpable.

No puedo decir mucho más de lo que he dicho en las reseñas de los otros libros que he leído suyos, y sumo este último a mi lista de recomendaciones. Ahora que la novela negra de calidad dudosa se ha puesto tan de moda (no me hagáis dar nombres), siempre es bueno saber que una editorial del prestigio y el buen hacer de Libros del Asteroide está dispuesta a traernos a estos maestros.

Lo que más me ha gustado: tanto el inspector Imanishi como su esposa son dos personajes que me han encantado.

Lo que menos me ha gustado: que, de momento, tendré que esperar hasta que vuelvan a publicar más Matsumotos en español…

“Cuando el joven guardafrenos alumbró con la linterna debajo del séptimo y último vagón, se quedó inmóvil, petrificado”.

Seicho Matsumoto