Crítica: La asombrosa tienda de la señora Yeom

Título: La asombrosa tienda de la señora Yeom

Autora: Kim Ho-Yeon

Editorial: Duomo Nefelibata

Voy a confesar un par de cosas:

La primera es que sí, que me compré es libro coreano solo porque iba a visitar Corea (la foto es allí, de hecho).

La segunda es que no, que no era mi primera opción. Más bien, ni siquiera era una opción, pero el tiempo me apremiaba, no había varios de los que sí tenía anotados para leer y este fue el elegido.

Dicho esto (uno se queda más tranquilo reconociendo ciertas verdades), paso a hablar de lo que me ha parecido este libro.

Hacía ya tiempo que no leía una novela de las llamadas “feel-good”. Para mí, tuvieron su momento y, ahora mismo, se repiten bastante: negocios donde ocurren cosas buenas a las personas que lo frecuentan con la intención de dejar una buena sensación en el lector, hacerle pensar que no todo está perdido y que la humanidad aún guarda algunos rasgos de humanidad… La verdad, cada vez tengo más dudas al respecto. Creo que ya es hora de que este tipo de historias lleguen a su fin. Hay mucho que leer así y todo muy parecido. Algo así como ocurre con la nueva literatura romántica: lees unos pocos libros y ya has leído todos (siempre en mi opinión, claro está).

En cuanto a si me ha gustado o si no… Bueno, tampoco puedo decir que no me haya gustado (al fin y al cabo, estos libros están escrito justo para eso, para que gusten). La trama está bien construida, se conoce algo mejor la cultura coreana, tiene varios momentos tiernos… pero, la verdad, me ha parecido una historia prescindible (más aún sabiendo que fue el libro más vendido del año en Corea, con más de un millón de ejemplares vendidos, qué queréis que os diga, esperaba algo mejor.

Es entretenido, pasas el rato, pero nada más. Me ha ocurrido algo así como con esa película de sobremesa que pones un poco de fondo al mediodía para quedarte dormido y que, al despertar y perderte un buen trozo, te quedas tan contento como estabas. No sé si me explico.

Por lo que a mí respecta, ha llegado el momento de no leer (al menos, durante un tiempo largo) más novelas de este tipo.

¿La recomiendo? Si no habéis leído mucho feel-good, os puede gustar, aunque os recomendaría antes otras tantas, si os soy sincero.

Lo que más me ha gustado: esas pinceladas de cultura coreana.

Lo que menos me ha gustado: que, con el poco tiempo que tengo últimamente para leer, habría preferido algo que me aportara un poco más que algo de entretenimiento.

“La vida es lo que pasa mientras resuelves problemas”.

Kim Ho-Yeon

Crítica: La clase de griego

Título: La clase de griego

Autora: Han Kang

Editorial: Random House

Tuve este libro hace tiempo en las manos. Fue uno de esos libros que te llaman desde los estantes de una librería. Literatura asiática, además. Lo tenía todo para que me lo llevara, pero, por algún motivo, no lo hice. 

Ahora, sí, he de reconocer que lo he leído al ganar Han Kang el Premio Nobel de Literatura. Y, sí, también reconozco que lo he leído sugestionado por ese hecho.

Desde esa sugestión, puedo decir que el libro me ha gustado, pero no me ha encantado. Puedo decir que la escritura de Kang me gusta, pero no me ha encantado. Puedo decir que la historia me ha gustado, pero no me ha encantado.

Sin embargo, puedo también decir que no he podido evitar leerlo con las mismas preguntas dando vueltas en mi cabeza constantemente: “¿Merece algo tan inmenso como un Premio Nobel?”; “¿De verdad no hay nadie más a quien dárselo?” (Se me ocurren unos cuantos nombres).

Estoy casi seguro de que, si lo hubiera leído antes, me habría gustado más. Creo que no me habría vuelto loco, también os lo digo. Porque tiene algunos detalles que me han hecho tropezar un poco con la historia. Por el modo de intercalar narradores, de jugar con el tiempo, no he podido seguirla de una forma, digamos, limpia. Incluso ha habido algunas partes que me han aburrido un poco, aunque el final me ha devuelto a una lectura agradable y me ha permitido conectar más.

Conclusión, que no tengo del todo claro de qué opinar de este libro ni de la autora (leeré “La vegetariana”, a ver qué pasa), porque, como digo, sin encantarme, me ha gustado, pero ahora mismo, con esta única lectura, mi sensación es que, para Nobel, pues… no.

Lo que más me ha gustado: haberlo leído y poder opinar, aunque me da cierta rabia no haberlo leído antes.

Lo que menos me ha gustado: ¿vale decir que, quizá, todos esos nombres que creo merecen el Nobel desde hace ya muchos años y siguen sin ganarlo?

“Los fragmentos de la memoria se mueven y crean formas”.

Han Kang